Desde las profundidades (Steter)

Capítulo 3

PoV Peter

Los primeros rayos de sol entran por la ventana que tengo justo encima de mi cabeza y lo único que tengo fuerzas para hacer es gruñir mientras me giro para tapar mi cara. Esto de convivir con la manada es extraño nunca me habían aceptado así y ahora se me hace raro. Abro los ojos y miro la hora en el móvil, las seis de la mañana, resoplo y me levanto. No tiene sentido quedarse en la cama si sabes que no te vas a volver a dormir. Estiro todos los huesos de mi cuerpo y me pongo mi ropa para salir a correr, así aprovecho y conozco un poco el vecindario. Salgo lo más silencioso que puedo mientras escucho los corazones de todos, están durmiendo, perfecto no habrá nadie incordiando. Bajo y salgo siendo recibido con un aire frío, nada comparado a la temperatura de ayer que era calurosa. Miro hacia ambos lados, ya que a la derecha empieza un camino que te llevaba a un bosque y a la izquierda hay un montón de casa, resoplo y decido ir en contra de mi instinto y ir por donde están las casa, para conocer el barrio.

Empiezo a trotar a un ritmo bastante lento para los lobos, pero no queremos llamar la atención demasiado, todas las casas son más pequeñas que a comprado Scott, son casa unifamiliares, de una o dos plantas. Acelero un poco pero no lo suficiente para que se piensen que no soy humano. Los padres y madres de familia están saliendo de sus casas para ir a trabajar y muchos de ellos se me quedaron mirando extrañados, supongo que aún no se habrán enterado que nos hemos mudado, suspiro y corro mirando hacia delante y concentrándome en el camino. El canto de los pájaros y lo que parece ser un río es la mejor música que podría haber elegido para correr, ya que yo soy de los raritos que prefieren la naturaleza, supongo que por mi condición de lobo o simplemente porque fui criado en una casa en medio de uno. Me paro de golpe delante de una casa, el olor que viene de ella me resulta bastante familiar, me acerco hacia el buzón para ver quien vive aquí y me sorprendo al leer el apellido Argent. Solo hay dos posibilidades que aquí viva Chris, nuestro amigo, o que viva su padre, nuestro mayor enemigo. El olor no me ayuda a averiguar quien es, la casa está rodeada de ceniza de serbal así que me cuesta mucho diferenciarlo. Suspiro meditando una de las posibilidades, acercarme todo lo que pueda y llamar al timbre, si puedo, pero de esta maniobra a hay dos resultados muy claros, una me reencuentro con un viejo amigo o dos me reencuentro con un viejo enemigo que me matara en cuanto me vea la cara. Doy un último vistazo a la casa y vuelvo a la mía. Buscaré una forma de averiguar que Argent vive aquí. 

Me detengo en la puerta y los ruidos de platos se escucha con perfecta claridad. Entro y miro la cocina, están casi todos desayunando mientras se ríen, entro y cojo una pieza de fruta antes de volver a salir sin ser molestado por nadie. Suspiro cuando llego a la puerta de la habitación. Le doy un mordisco a la manzana y entro quitándome la camiseta con la otra mano. Mi mano se queda en el aire cuando los ojos de Stiles caen en mi cuerpo, está sentado en el sofá leyendo y sonrojado.

- Buenos días Stiles.- Le digo dejando caer la camiseta al suelo, él no dice nada pero no se le escapa ningún movimiento. Sonrío mientras busco una muda para ponerme después de ducharme.

- Ho- hola.- Dice tartamudeando, mi sonrisa aumenta y su corazón también.- Cuando me desperté no estabas así que como dijiste que podía venir cuando quisiera he venido, además eres él único que tienes algo para leer ya que las demás cosa las traen entre hoy y mañana. Y claro yo he sido tan estúpido de no traer ningún libro ni cómic y como que me aburro mucho.- Dice del tirón sin pararse a respirar ni un momento. Me giro a mirarle la cara y esta sonrojado. Yo sonrío y me acerco un poco a él.

- No me molesta que entres aquí.- Le digo con una sonrisa, él asiente y sube la cabeza para mirarme.- Me voy a duchar, deberías bajar a desayunar si no quieres que los lobos de tus amigos se lo coman todo.- Le digo acariciando su cabeza antes de salir de la habitación.