Extra I

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PoV Chris

Me tumbo en mi cama mientras sonrío como un tonto enamorado. Hace ya un año que el grupo de Raphael quedó reducido a cadáveres. Desde ese día me vine a vivir a casa de mi hijo ya que quería estar con ellos y... con Black. Scott se mudó juntamente con su pequeña manada a la casa de al lado, es un poco más pequeña que esta pero a ellos les va bien. Todos los problemas que tenían mi hijo y Scott se solucionaron en cuanto llegamos los cuatro después de matar a Raphael y de verdad me alegro por eso.

Todo durante este año a estado tranquilo, la manada no ha tenido que enfrentarse a ninguna criatura sobrenatural, pero han tenido temas muy ruidosos en casa. La puerta se abre y yo levanto la cabeza para ver como la cabeza de mi pequeño novio se asoma con una sonrisa. Entra cerrando con pestillo la puerta y se acerca a la cama con una sonrisa. Hace más o meno seis mese que comenzamos a salir como pareja oficial y la verdad es que me he enamorado muchísimo de él.

- Hola Chris.- Me dice tumbándose en mi pecho, yo llevo mi mano a su espalda y comienzo a acariciarla.

- Hola cariño.- Dejo un beso en su cabeza y él se apoya mejor en mi pecho.- ¿Como te ha ido?- Le pregunto si quitar la mirada del techo, él suspira y empieza acariciar mi pecho con su mano.

- Bien, aunque es agotador pelear contra ex-Alphas.- Me dice mientras suelta un ronroneo, sonrío y hago que se suba encima de mí, para mirarnos a la cara.

- ¿Estas cansado?- Le pregunto mientras dejaba besos en su cuello, él jadea y pega mi cabeza más a su cuello.

- No tanto.- Dice mientras me empuja para que me tumbe, le sonrío y pongo mis piernas alrededor de su cintura. Su erección es más notoria que antes así que comienzo a mover mi culo.- Estas ansioso.- Me dice mientras se agacha hasta quedar a la altura de mi boca. Lo beso mientras paso mis manos por detrás de su nuca. Él baja las suyas hasta el borde de mi camiseta y empieza a subirla, por culpa de esta rompemos el beso para poder quitarla.

- No lo sabes tu bien.- Le digo mientras quito su camiseta y separo mis piernas de él. Invierto las posiciones y le sonrío antes de empezar a dejar besos por su duro pecho, bajo dejando un camino de húmedos besos hasta llegar a la cinturilla del pantalón. Toco su erección por encima consiguiendo que me coja del pelo y haga que lo mire.

- No juegues conmigo Christopher.- Me dice con las pupilas dilatadas, le sonrío y sus ojos de lobo parecen consiguiendo que mi erección se ponga más dura aún. Vuelvo a bajar hasta su pantalón y se lo quito dejándolo con ropa interior. Sonrío y paso mi lengua por encima de la tela consiguiendo que gruña.- Chris...- Me dice en tono de aviso, yo bajo su ropa interior y masajeo suavemente la erección. Tiro sus calzoncillos alguna parte de la habitación y me meto su erección en mi boca. Sus manos no tardan ni un minuto en agarrar mi pelo para marcarme el ritmo. Lo único que se escucha en la habitación es los jadeos y gemidos de Black. Un tirón en mi pelo me hace separarme mientras gimo, los restos de saliva y presemen  resbala por mis labios y eso parece ponerle mucho más a Black. Se acerca y con su lengua limpia mis labios antes de besarme otra vez. Gimo en su boca cuando siento sus manos bajando mi pantalón. Me separo de él y lo miro mientras paso mi lengua por el labio. Él se muerde el suyo y me saca toda la ropa de un tiro dejándome desnudo. Me tumba en la cama y pone tres dedos en mi boca para que los lama. Cojo su mano y con una sonrisa pervertida empiezo a pasar mi lengua por sus dedos, cuando ya están un poco húmedos los meto en mi boca y los humedezco con mucho más furor. Él saca sus dedos y deja un casto beso en mis labios. Siento como el primero comienza a entrar y me tenso un poco, pero rápidamente me relajo, gracias a la práctica y a los besos que Black están dejando por mi cuello. Siento otro y me es imposible retener un gemido.

- Hazlo ya.- Le digo agarrando sus brazos, él frunce el ceño y se levanta un poco para mirarme.

- Falta un dedo aun, no te quiero hacer daño.- Me dice dejando un beso en mi frente. Yo niego y muevo mi cadera buscando fricción con sus dedos.

- Hazlo.- Le digo y él saca sus dedos, agarra mi cintura y yo enredo mis piernas en su cintura. La cabeza entra y un gemido de molestia sale de mi boca, pero lo miro mientras le doy permiso para continuar. Él un poco inseguro la mete despacio mientras deja otra vez beso por mi cuello y pecho. Cuando su pelvis toca con mi culo se detiene y me mira a los ojos, yo asiento y él empieza con unas suaves estocadas. Mis manos se cierran con fuerza en sus brazos cuando siento su erección da justamente en mi próstata. Él al notarlo sonríe y aumenta la fuerza y la rapidez de las estocadas. Lo mejor de hacerlo con un hombre lobo es la resistencia y la fuerza que tienen y eso es una maravilla. Los gemidos salen si pudor de mi boca cuando su miembro da justamente ahí, siento como mi vientre se tensa y abro los ojos para mirarle.- Marcam-eh Black.- Él me mira sorprendido y  inseguro.- Se que quiere-es hacerlo así que hazlo.- Le digo mientras siento como me queda muy poco para correrme. Él acerca mi muñeca a su boca y empieza a lamer y dejar besos ahí.- Black.- Gimo mientras me corro, siento como su miembro se hincha y se corre mientras muerde mi muñeca. Un jadeo sale de mi boca cuando siento los dientes de lobo separarse de mi muñeca. Sale de mí consiguiendo otro jadeo y se tumba a mi lado. Yo me apoyo en su pecho y él sonríe mientras acaricia mi espalda.

- Siento si te he hecho daño.- Me susurra cuando mi respiración ya ha vuelto a la normalidad. Yo levanto un poco mi cabeza y beso su boca.

- No me has hecho daño.- Le digo separándome de su boca, él vuelve a sonreír y nos quedamos en la cama mientras escuchamos el llanto característicos de estos días.

Unos golpes en la puerta nos hacen sonreír y abrir los ojos. La voz molesta de mi hijo se escucha desde el otro lado.

- ¡Salir ahora mismo haceros cargo de lo que habéis provocado!- Grita recibiendo una risa sale de mi boca y me levanto. Me giro hacia Black y dejo un casto beso en su boca.

- Descansa.- Le digo mientras me visto y me acerco al baño a vendarme la herida de la muñeca. Sonrío mientras acaricio el vendaje, ya es oficial. Suspiro mientras salgo y vuelvo a sonreír al ver que Black se ha quedado dormido. Lo tapo con la manta y salgo hacer mi labor de abuelo. 

Desde las profundidades (Steter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora