Capítulo 21

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PoV Stiles

Miro sorprendido, y asqueado, al ciervo que se está cocinando en la barbacoa. Para ser sincero no me esperaba esto, sabía que algún grupo traería algo grande pero no pensé que SU grupo lo traería.

- Sigo sin entender como podéis haber sido vosotros los que cazara este animal.- Les digo mientras apoyo mi cabeza en el hombro de Peter. Derek encoge los hombros y acerca a Liam sentándole en sus piernas.

- Sabemos trabajar en equipo.- Dice mirando de reojo a Black este asiente con una sonrisa.

- Si, eso y que yo soy un buen cazador.- Dice mientras sonríe con arrogancia, Derek lo mira fijamente.

- ¿Perdona?- Le dice cruzando los brazos.- Te recuerdo que él que se lanzo encima fui yo.- Dice señalando al pobre animal que se está haciendo. Black levanta una ceja y imita la postura de su acompañante.

- Y sin mi seguirás enganchado al culo del animal.- Dice mirándolo con el ceño fruncido. Derek Resopla y se tensa más.

- Podía con él sin tu ayuda, señor soy mejor cazador.- Dice mientras se levanta obligando a Liam hacerlo con él.- Eres una persona horrible, solo estas aquí por Liam.- Dice con odio me levanto y lo miro furioso.

- ¡Derek!- Gritamos Liam y yo a la vez, Derek nos mira y se vuelve a sentar.- Ya vale, da igual quien haya hecho el que. Solo quería que os tratéis bien.- Les digo con voz cansada.- Se que no puedo hacer que os llevéis como dos amigos que se conocen de toda la vida, pero quiero que al menos pueda tener la seguridad de que si tenemos que luchar codo con codo no os vais a dejar llevar por vuestro odio.- Digo mientras los miro con pena, ellos bajan la cabeza avergonzados. Abro la boca y el timbre suena.- Empezar a comer, ahora venimos.- Les digo derrotado.

Me levanto y le ofrezco mi mano a Peter, él asiente y espera a que vuelva a ser humano. Suspiro y vamos a abrir la puerta. Miramos la pantalla y vemos a un hombre con varias personas más, suspiro y nos acercamos hacia la puerta metálica que separa el jardín con el resto de comunidad. Miro a Peter y asienta así que salimos al marco de la puerta y un grupo de cinco personas se nos quedan mirando.

- ¿Buenas noche, que desean?- Les digo con una sonrisa amable, el hombre que parece ser el cabecilla de todo se adelanta para hablar.

- Hola buenas noches, soy Raphael el presidente de la comunidad.- Dice extendiendo su mano, en su muñeca una pulsera plateada llama mi atención y se que la de Peter también. Acepto el apretón y hace que "Accidentalmente" la pulsera roce con mis dedos. Por suerte al no ser una criatura normal no tengo que temer por estas cosas.- Como le dije a su...- Dice mirando a Peter, yo asiento y sonrío.

- Mi novio.- Le digo haciendo que me mire sorprendido. Asiente un poco desconcertado y traga saliva.

- A su novio, nos han llegado chivatazos de que aquí residen personas sobrenaturales, y en este pueblo tenemos tolerancia cero con ellas.- Dice poniéndose más serio aun, se que los chicos están escuchando así que susurra para que solo me escuchen ellos.

- Estar preparados.- El hombre me mira esperando una respuesta así que aclaro la garganta y relajo un poco mi postura.- ¿Criaturas sobrenaturales dice?- Este asiente y tensa sus hombros.- ¿Que clase de criaturas?- Le pregunto curiosos, él mira a Peter y después me mira a mí.

- Hombres lobo.- Dice seguro, luego mira hacia una mujer que está detrás suyo y carraspea, esa mujer se me hace conocida.- Y una criaturas de ojos grises, como los suyos.- Me dice demasiado tenso, yo me tenso también y escucho las pisadas de los chicos.

- Alto.- Susurro casi inaudible y los pasos se detienen.- Mire señor mis ojos grises son un problema congénito, por culpa de ellos solo tengo un 10% de visión así que si ha venido a insultarme se pueden ir.- Les digo fingiendo indignación. Ellos me mira y sin previo avisa me echan un poquito de agua a la cara, cierro los ojos y me concentro por no cambiar de color. Al abrirlo veo como me miran serio .- Les pido amablemente que abandonen mi propiedad sin no llamaré a la policía.- Les digo furioso, ellos tiemblan y salen corriendo. Esta gente se están acercando mucho a nuestro secreto.

- Creo que lo que te han tirado era agua bendita.- Dice mientras me limpia con su mano libre, yo asiento y entramos cerrando la puerta detrás nuestro. Suspiro al ver a los chicos en la puerta de casa con los brazos cruzados.

- Quiero que vayáis con mucho cuidado, nos han puesto un ojo encima y no nos la van a quitar tan rápido.- Les digo serio, ellos asiente y suelto la mano de Pet.- Acabado de cenar, estaré en la piscina.- Les digo mientras bajo escuchando las preguntas que la hacen a Pet. Suspiro me lanzo de cabeza al agua sin importar que la ropa que llevo se rompa, estoy cansado y necesito desconectar.

Esto es malo, si ya nos tiene fichados no van a dejarnos hasta quemarnos vivos. Podría hablar con Chris, pero no creo que eso solucione nada. Se que en el caso de que ataquen será fácil defendernos, somos una manada con seis hombres lobos y un ninfo, ¿Eso está bien dicho? Bueno da igual yo no soy una tía así que se queda así, que controla el agua, podemos ganar ¿No?

La sonrisa de Peter desde el borde la piscina me hace subir hacia la superficie. Me siento a su lado y espero que mi cola desaparezca.

- ¿Estas bien?- Me pregunta mientras me pega más a él, yo niego y dejo salir un par de lágrimas.

- Tengo mucho miedo.- Le susurro escondiéndome en su pecho.- No quiero que nada malos os pase, a nadie.- Le digo mientras me siento en su regazo, él me abraza y apoya su cabeza encima de la mía.

- Nada malo va a pasar.- Susurra mientras se balancea un poco.

- Pet.- Le digo levantando mi cabeza y poniéndola a su altura, él me mira a los ojos y asiente, sus ojos azul grisáceo me trasmite la paz que necesito en estos momentos.- Hazme olvidar por favor...- Le susurro antes de empezar a besarle, él me coge y me llevaba a la cama sin romper el beso. Necesito esto.  De verdad lo necesito. Siento sus besos bajar por mi cuello y llegar a mi pecho. Su lengua en mis pezones hace que desconecte del todo y solo pudo gemir su nombre. Sigue bajando los besos hasta llegar a mi erección, esto es lo que me hace falta, su boca rodea la cabeza de mi miembro y me es imposible dejar la espalda pegada al colchón. Su boca recorre toda su longitud hasta que siento su nariz en la pelvis. Dios estos es la gloria. Enredo mis manos en su pelo y empiezo a marcarle el ritmo. Esto es lo que necesito, él es lo que necesito.

Desde las profundidades (Steter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora