Un pequeño brindis

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Brindemos.

Brindemos por esos besos

en el cuello,

que estremecen cada centímetros

de tu cuerpo.

Brindemos.

Brindemos por esos largos viajes

sin coche y sin pasaje,

que te dan libertad

y una razón para perderte.

Brindemos.

Brindemos por esas tardes de domingo

junto a la chimenea de invierno,

el café en tu mano

y el favorito de tus libros.

Brindemos.

Brindemos por ese álbum

lleno de recuerdos,

de los cuales volar era sueño

y rendirse era imposible.

Brindemos.

Brindemos por los viernes 13

y por el día de los inocentes

que guardan anécdotas,

risas y lágrimas.

Brindemos.

Brindemos por esos amigos

con los que putadas hemos echo

y aún a esta edad

no maduraremos.

Brindemos.

Brindemos por esos cigarros

que te acompañan las mañanas

de jueves y martes

de un largo noviembre.

Brindemos.

Brindemos por las cartas

que nunca has enviado

por miedo a que te rechazara

y quedarte fastidiado.

Brindemos.

Brindemos por los tacones

que agarramos en las manos

por celebrar tanta fiesta

y beber tantos tragos.

Brindemos.

Brindemos por esos chupitos

compartidos con extraños

con los que siempre acabas enamorado.

Brindemos.

Brindemos por los condones,

largas noches de hacer el amor,

orgasmos y sudor.

Brindemos.

Brindemos por las estrellas,

la luna y la tierra,

la brisa de primavera

y los susurros por la mañana.

Brindemos.

Brindemos todos.

Solo hagamoslo.

PalabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora