Leiva empezó a sonar en la radio
mientras que la “eme” se escapaba de sus labios.
Claramente mis dedos bailaron
al son de las notas y de tus parpados.
Me diste el cigarro
esperando a que le diera una calada.
El humo se quedó en mi garganta
con las ganas de solucionar el desgarro.
cuando se ponga el sol,
voy a destruirlo,
borrarme la señal
de tus colmillos.
Entonces te me acercaste
y me besaste,
acariciaste,
las marcas en mi cuello
que dejaste.
Supongo que en ese momento
tu susurro
me dio motivos
para estallar en risa.
Que decidí tirar el cigarro al suelo
y me acomodé en tu pecho
mientras que las sábanas
se enredaban.
Que el mundo es más bonito
sabiendo que moriré junto a ti.
Que todo se me queda más pequeñito
pensando que todo se va al venir.
Cuando se acabe este ron,
cuando cometa un crimen
cuando nos queme la ambición...
Entonces dijiste: ¿Que pasara, Leiva?
Y yo contesté: compraremos otro ron,
asesinaremos nuestra ambición
y no arderemos en dolor.
Me miraste unos segundos
sonreíste sin motivo alguno,
me acurrucaste en tu pecho
y dormimos, allí, juntos.
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Palabras
Ficção AdolescenteHistorias. Historias complejas a lo que yo he vivido, pero puede que tu hayas sufrido, valorado o odiado. Palabras. Palabras que me salen como un suspiro, y que decido compartir contigo, con tu alma rota, completa o sola. Agarra un café, buena músic...