Palabras

Pide un deseo, que a alguien le dieron el último beso

Cuenta la leyenda de que cada vez que se da el ultimo beso, una estrella cae del cielo. Esa misma que me regalabas tu todos los días. Y que justamente un martes 13 se cayó. Supongo que ese era el peor día para que todo se acabase y el primer día en que me fume un cigarro sin ti. Pero la historia no solo cuenta eso. Porque también se dice, que cuando pasa esto, le estas dando la oportunidad a alguien para pedir un deseo y que lo cumpla. Supongo que porque todo lo malo tiene que tener algo de bueno. Aunque aquí estoy yo, cayendo desde un precipicio en el que el vacío de cada vez se me hace mas grande y en el que decidí saltar el día en que te fuiste, cuando en realidad lo que pensaba que hacia todo este tiempo era estar volando contigo. Lo jodido es que aun estoy cayendo, y sigo sin haber vuelto a tocar el suelo. Será porque esta vez, la ostia va a ser mas fuerte, pero te puedo asegurar que todo este dolor, me van aparecer caricias después de ti.

Lo que no entiendo es porque me sigue doliendo tanto recordarte, cuando lo único que te llevaste de mi, fue mi orgullo aquel mes de agosto, y que todos los domingos cuando estaba contigo, pensaba en otra persona. Que a fin de cuentas fue la única en este mundo, en que por una vez, me hizo volver masoquista. Y por eso te juro, que esta vez no volverá a pasar. Me es suficiente al tener el corazón hecho añicos y sin oportunidad de poder reconstruirlo por cortarme con algún trocito cada vez, mientras lo intento. Que sin ti, el mundo se me cae encima, sin saber hasta cuanto podre aguantar todo este peso que me ha hundido a no se cuantos kilómetros bajo tierra. Que por serte sincera, ya perdí la cuenta hace mucho tiempo. Y luego a fin de mes me doy cuenta de que, lo único a lo que he llegado ha sido a una superficie nueva. En la que se me hace demasiado difícil coger aire. Y me ahogo. Al igual que todos esos "te quiero" que se me quedaron en la punta de la lengua y que ahora, todas las noches, me desangran por dentro. Que fuiste tu, quien me acostumbraste todo este tiempo a sentir vacío, y es por eso que últimamente el vértigo se me hace estúpido sobre mi cuerpo. Y que si te digo la verdad no se si darte las gracias o meterte dos puñetazos.

Ahora solo falta esperar a que mi corazón se de cuenta de que tiene que dejar de amarte, cuando yo pensaba que no lo hacia. A desear que mi piel tenga alzheimer emocional todas las noches, para que deje de despertarme a las 3:05 de la madrugada donde el silencio esta demasiado alto y no me deja dormir. Esperar a que mis ojos reconozcan que no volverán a ver tu culo por mi pasillo.

Por eso he pensado en mudarme, en el edificio de la esquina, sexta planta, pasillo a la izquierda, puerta 13. Aquí te dejo la dirección por si algún día decides volver, aunque se que no lo harás. Pensarás que fui demasiado cabrona en elegir el piso 13, porque fue ese el día que te fuiste. Aunque si por alguna otra razón decides buscarme me encontraras todos los martes en el lugar de siempre, allí dónde nos sentábamos y me abrazabas clavándome tu mirada, y era cuando me daba cuenta de que eran tus brazos y tus ojos los que me hacían sentir mejor que en casa. Pero que mas da eso ahora. Porque me veras agarrada a una botella de vodka y a un par de cigarros, como los que me fumaba contigo y hacia de no atragantarme con el humo para que no me soltases un "eres tonta" de la boca. Porque supongo que me tendré que quitar esa puta adicción que tengo a ti de alguna forma. Aunque puede que sea idiota por intentarlo, lo de olvidarte, digo, porque créeme cuando te digo de que un clavo nunca saca a otro clavo.

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Este relato no es mio, es de una amiga que me ha apoyado a subir escribir a colgar en wattpad lo que mi cabeza guarda. Gracias a ella ya somos más de 1000 lectores y os doy las mil gracias por eso. Un abrazo enorme.

Cuando un texto sea de esta nueva participante en “Palabras”, podre el nombre: Little Bird.