Karina se caía del sueño en clase. Era horrible, intentar estar atenta al profesor y no poder evitar que los ojos se te cerraran involuntariamente una y otra vez.
Aquella noche había dormido fatal, y le estaba pasando factura ahora que era de día.
Había conseguido sobrevivir a la mañana gracias a Mike, que le había estado distrayendo para que no se quedara frita encima de la mesa. Sus notas estaban subiendo al fin, y no quería volver a bajar por una mala impresión.
Karina nunca se había preocupado mucho por sus notas - aunque siempre sacaba buenas calificaciones - pero tampoco quería que éstas fueran simplemente "pasables".
Para su buena suerte, después del receso no seguirían impartiéndose clases como cualquier día normal, sino que se jugaría un partido de volley contra otro instituto en el pabellón escolar, lo que sin duda la haría despertar de una buena vez.
Los alumnos que querían podían irse a sus casas, pero se les había recomendado ir para animar al equipo, y como Karina no tenía nada más importante que hacer - salvo dormir, y ya había mucha noche para eso - pensaba quedarse.
- ¿ Vas a ir ? - preguntó Alice, apareciendo a su lado como solo ella sabía hacerlo.
Karina la miró de reojo.
- ¿ Es que no puedes llegar como una persona normal ? - le reprochó, y ella se encogió de hombros - Un día vas a darme un ataque al corazón.
- Es que no soy normal - dijo simplemente. Karina sonrió - Bueno, ¿ vas o no ?
- No sé... - se hizo la indecisa y le sorprendió que con lo perspicaz que era, Alice no se diera cuenta.
- Anda, porfa - le dijo haciendo un puchero - Quiero ir a verlo, y Jasper me ha dejado sola.
- Iba a ir de todos modos, Alice, solo te estaba tomando el pelo.
La chica la miró sorprendida y le dió un golpetazo en el brazo. Karina frunció el ceño con la sonrisa aún puesta y se lo restregó para disminuir el escozor.
Para ser tan pequeña, Alice tenía bastante fuerza.
- Voy a vengarme, que lo sepas.
Karina sonrió ampliamente sin replicar.
Las dos chicas cogieron dos de los sitios altos en la parte central de las gradas, ni demasiado cerca ni demasiado lejos.
Los chicos del equipo estaban ya entrenando, aunque faltaban unos diez minutos para que comenzara el partido.
La pelinegra se distrajo viendo como los jugadores iban y venían, aunque su nueva amiga no parecía estar prestándoles mucha atención.
- Eh, Kar, Newton te está mirando - le avisó Alice.
Karina miró hacia la pista y le saludó rápidamente con un gesto de la mano, a la vez que Mike sonreía.
- ¿ Por eso estás aquí ?
Ella se encogió de hombros.
- Me pidió que viniera. Y siempre me han gustado los deportes.
Alice rió.
- Vale. Está coladito por ti.
- ¿ Pero qué dices ? - sonrió Karina - Estás loca.
- Créeme, lo está.
- ¿ Eres una celestina ?
- No, pero tengo ojos en la cara. Vamos, no para de mirarte - señaló con la cabeza, y Karina fijó la vista en la pista y comprobó que era cierto, sonrojándose levemente- ¿ Y ? ¿ Vas a hacer algo al respecto ?
- ¿ Algo como qué ? - preguntó alzando una ceja.
- Pues no sé, como salir con él.
Karina rió.
- No me interesa.
- ¿ Por qué no ? Es guapo, divertido, sabe estar.
- ¿ Saldrías con alguien solo porque es guapo, divertido y educado ?
- ¡ Pero qué más quieres ! - rió Alice, sacándole una sonrisa a Karina - Está bien, está bien. Lo dejaré correr.
Karina sonrió aliviada y volvió a recostarse en el asiento, para después observar cómo el equipo contrario entraba en el pabellón.
- Alice.
- ¿ Mm ?
- ¿ Jasper y tú... ?
Alice la miró.
- ¿ Que si lo hemos hecho ? ¿ Quieres algún consejo o qué ?
- ¡ No ! - rió ante su respuesta tan directa - ¡ Que si estais saliendo ! Además, yo no soy virgen.
- Eso si que no me lo esperaba. ¿ Me vas a contar detalles ?
Karina rodó los ojos, sabiendo que solo lo hacía para molestarla - o eso quiso pensar- y sonrió.
- No te desvíes del tema. Entonces, ¿ sois pareja ?
- Desde hace tiempo. ¿ Por qué ?
- No es... ¿ raro ? Digo, ¿ no sois como hermanos o algo ?
Alice rió.
- No eres la primera que lo piensa. Verás, Jasper y yo nos conocimos hace mucho. Las cosas se pusieron feas y encontramos a Carlisle. Ya salíamos juntos antes de entrar en la familia, así que para nosotros es completamente normal, y no somos los únicos. Rosalie y Emmet se gustaron casi desde que se vieron, por ejemplo.
- ¿ También son pareja ? - preguntó sorprendida.
- A veces llamamos a Carlisle el casamentero - bromeó, y Karina soltó una risa.
- ¿ Y él ? - preguntó por pura inercia - ¿ Está con alguien ?
Alice alzó una ceja.
Karina captó el porqué de su amplia sonrisa y negó con la cabeza.
- No le des la vuelta a la tortilla que te veo, Alice. Es simple curiosidad.
- Pero no tuviste curiosidad por saber si Edward tenía novia, ¿ no ? Yo no digo nada y lo digo todo.
Karina rodó los ojos y devolvió su atención a la pista, donde el partido estaba por comenzar, no sin antes darle un par de vueltas a aquello. ¿ Por qué no se le había ocurrido si Edward también tenía a alguien ? ¿ Por qué por él ?
- Ah, por cierto - dijo Alice, balón en el aire - La respuesta es no.
