Alice bajó con pequeños saltitos por las escaleras.
Eso era algo que Jasper amaba de ella, el que el 99% de las veces fuera tan enérgica y feliz. Jasper había estado viviendo desde que se convirtió a través de los sentimientos de los demás, y ya había acumulado mucho dolor y sufrimiento ajeno, a parte del suyo propio, como para cargar con el de alguien más. Le hacía falta alguien como ella, alguien que no le aportara más dolor y que le diera alegría.
- Buenos días, Jass.
- Hola, Lice - sonrió, caminando hacia ella y besándola rápidamente.
- ¿ Dónde están todos ?
- Han ido a ver si averiguan algo.
- ¿ De lo de la carta de California ?
- Sí.
- ¿ La habeis dejado sola ? - preguntó preocupada.
- No, no. Está con Rosalie.
- No sé que es peor - bromeó.
Jasper la miró y los dos rieron.
- Anda, ven - dijo Alice arrastrándole hasta el sofá y haciendo que quedaran sentados lado a lado.
Jasper sonrió imperceptiblemente y pasó un brazo por sus hombros, acercándola a él.
- Es raro - soltó de repente.
Alice lo miró.
- ¿ El qué ?
- La tranquilidad.
La vampira sonrió y se volvió a apoyar en él.
- Lo sé - suspiró - Pero todo esto acabará pronto.
Jasper la miró fijamente.
- ¿ Lo has visto ?
Ella movió la cabeza de un lado a otro.
- No, Jass, pero confío en ello. Hay pocas probabilidades de que las cosas puedan salir mal, ¿ no ?
- No estoy seguro.
- Bueno, si siempre estamos con Karina a donde quiera que vaya, no creo que pase nada. Somos un clan poderoso para luchar contra un solo vampiro. Eso tiene que servir para algo.
- ¿ Y si no viene solo ?
Alice se separó unos centímetros y lo miró a los ojos. Jasper parecía preocupado, y lo entendía. Aquello no afectaba solo a Karina, sino a Carlisle, y por ende, a toda la familia. Además, con el tiempo, aquella chica se había vuelto su amiga.
- No lo creo - contestó finalmente - En cualquier caso, estaremos preparados. Seguro que ya estamos pisándole los talones.
- Eso es en parte lo que me preocupa. Nos está mandando cartas, Lice. Deja pistas, como lo de California. Es como si...
- Como si quisiera que le encontraramos, o que Kar supiera quien es antes de hacerlo - se adelantó Alice, y Jasper asintió levemente con la cabeza.
- ¿ Pero porqué ? - se preguntó el rubio - ¿ Por qué querría hacerle saber quien es ?
Ambos se quedaron pensando, con la mirada perdida en algún punto de la habitación.
Justo en aquel momento, Rosalie entró en la casa con un gran portazo que arrancó la puerta de sus bisagras.
- La han raptado.
Esas tres palabras hicieron que el mundo se detuviera.
Alice fue la primera en reaccionar.
- No, no la han raptado - contestó con los ojos nublados, dejando escapar el aire - Se ha ido.