Edward, Rosalie y Emmet volvieron al pueblo dos días después, y sin noticias esclarecedoras.Tanto Mia Clarkson como Mason Lockwood seguían siendo humanos, y aunque no habían encontrado a Merilyn Patterson, habían averiguado que la chica se encontraba en Rusia, demasiado lejos como para dejar las cartas con tanta frecuencia.
- Así que solo quedan Severaite y Mark - concluyó Rosalie dejándose caer en el sofá, mirándolos a todos.
Emmet agarró la lista y la miró.
- Bueno, parece que esto se solucionará pronto.
- ¿ Entonces no habeis encontrado a esos dos ? - preguntó Carlisle.
Emmet negó con la cabeza.
- Severaite se ha mudado y no sabemos a donde, y el tal Mark es como si hubiera desaparecido del mapa.
Carlisle se removió inquieto en el sofá. Karina tomó su mano y la acarició suavemente, tranquilizándolo.
- Estaré bien - susurró en su oído, aunque todos los presentes lo escucharon por descontado.
Carlisle asintió y suspiró.
- ¿ Qué tal si les envías un mensaje ? - propuso Jasper.
- No, de ninguna manera - respondió Carlisle enseguida, cortante.
Edward miró a su hermano.
- Es buena idea, en realidad - lo apoyó, ante la mirada fulminante de su padre adoptivo - Solo preguntarles cómo les va y donde están, no que se vean, ¿ no ?
Los demás se miraron entre ellos, sopesando la opción.
- Lo haré - dijo Karina sacando el teléfono, y Carlisle suspiró resignado - total, no perdemos nada.
La chica abrió su whatsApp por primera vez en meses e ignorando la enorme cantidad de mensajes, buscó sus contactos y escribió un corto y aparentemente desinteresado mensaje.
- Listo.
Los Cullen asintieron.
Después de aquello se dispersaron, y Karina y Carlisle salieron de la casa en dirección al bosque para dar un paseo.- ¿ Estás bien ?
- ¿ Por qué ? ¿ Por M ?
Carlisle asintió.
- Bueno, apenas llevas un par de semanas enterada de este mundo y ya hay un vampiro psicópata que te persigue. No debe ser fácil asumir todo esto, ¿ no ?
Karina sonrió y agarró su mano mientras seguían caminando.
- Puedo con ello - dijo mirando hacia arriba - Tú lo haces todo mucho más fácil.
Ambos se detuvieron entonces mirándose con intensidad. Carlisle la tomó suavemente de la cintura, levantándola y sosteniéndola con cuidado, besándola con una sonrisa que Karina correspondió de inmediato.
La chica se perdió en sus labios, hundiendo sus dedos en la suavidad de su cabello. Un remolino de sensaciones se movió en su interior.
De pronto, una brisa la envolvió y supo que Carlisle había utilizado su velocidad vampírica aún con los ojos cerrados, notando la superficie de un árbol en su espalda.
Karina echó la cabeza hacia atrás con un pequeño suspiro cuando sintió sus labios deslizarse hacia su cuello, y puso todo su empeño en retener un gemido que amenazaba con salir.
Todo lo que él hacía era sencillamente perfecto y abrumador.Karina levantó su rostro y lo besó con hambre, tirando de su labio inferior con un suave mordisco cuando se separaron.
Carlisle gruñó casi imperceptiblemente, pero esta vez no se alejó.Ambos se miraron en silencio durante unos segundos, Karina recuperando la respiración y Carlisle pensando en cómo aquella chica ponía su mundo controlado patas arriba.
- Por cierto, tengo que contarte algo - murmuró Karina, una vez hubo recuperado el aliento. Carlisle la miró con curiosidad- Mi padre quiere que vengas a cenar mañana a casa.
Carlisle la dejó de nuevo en la silla y la miró sorprendido.
- ¿ Le has hablado de mi ?
Karina se mordió el labio y rió.
- No exactamente.
Él la miró suspicaz.
- ¿ Entonces ?
- Digamos, y solo digamos, que creyó que estaba saliendo con Jasper, y cuando le dije que no, supo que igualmente había otro chico. Así que me dijo que lo trajera mañana en la cena, cuando él me presente también a su novia.
Carlisle la miró brevemente sonriendo.
- Me temo que quedará decepcionado.
- Decepcionado seguro que no, ¿ sorprendido ? Eso sí - rió.
- ¿ Lo aceptará ?
- ¿ Por qué no ? Solo tienes 23 años, en teoría.
- Lo sé, pero es distinto. Si tú tuviera una vida hecha, vale, pero acabas de salir del instituto y estás saliendo con un hombre cinco años mayor que tú, doctorado en medicina y con un pequeño ejército de hijos adoptivos.
Karina rió a carcajada limpia ante aquello, arrancándole una risa también al vampiro.
- Mi madre se llevaba con él siete años, y además, tú me haces feliz. Lo entenderá, no te preocupes.
Carlisle asintió, y ambos regresaron a la casa.
Nada más aparecer, Alice se avalanzó sobre ellos y abrazó a Karina con fuerza.
- ¿ Lice ? - preguntó ella confundida, aunque devolviendo el abrazo.
- ¿ Qué has visto ? - preguntó Carlisle preocupado, intuyendo la situación.
- A ella convertida en vampiro, viviendo con nosotros - respondió con los ojos brillando de emoción y tranquilizando a Carlisle, antes de abrazarla de nuevo - Oh, estoy tan contenta de que vayas a ser de la familia...
Karina rió levemente y pasó la mano por su espalda.
- Gracias, Lice.
- Sin embargo, hay un problema - dijo Edward, saliendo del edificio - convertirte supone facilitarle el trabajo a M para llevarte a los vulturis.
Emmet, Rosalie, y Jasper salieron de la casa al escuchar la conversación y se reunieron junto a ellos, mirándose decididos entre sí.
- Entonces habrá que matarlo.