Obsesionado< Harry Styles ft Liam Payne y _____>(TERMINADA)

Adiós#

Adiós

Mi mirada desconsolada se postraba contra mi pequeño harry. Ese niño con ojos acaramelados que mantenía mi alma viva. Sentía que moriría, se me había ocurrido escaparme y llevarmelo nuevamente lejos, pero era imposible, la presencia atronadora de hazza se mantenía presente a cada momento, es mas cuando tenía que salir siempre llamaba a un prestigiado guardaespaldas que se mantenía intacto en la entrada.

-Mami, quiero ir al parque-dirigí una mano a su pequeña cabezita y lo acaricié cautelosamente-¿podemos?

Lo miré sin decir palabra alguna, tan solo habían pasado dos días desde la pelea de su padre y ...Liam.

-No, harry .Esta lloviendo-su mirada penetrante se clavó en la mía, el percibía mi tristeza, aunque no lo decía. Todo ese dolor era imposible remplazarlo con cualquier cosa y mas si esa perturbadora idea de Harry de que se llevaran a mi hijo sin reclamo alguno seguía en pie.

-Esta bien mami. Pero no estes triste ¿vale?-Lo miré aún más apenada. Sus ojitos mostraban preocupación y una mezcla de asombro. Ese pequeño niño era mi vida completa, si me lo arrebataban todo se iría al cuerno ¿Por qué mierda Harry tenía que ser tan egoísta?

-Ve a acostarte. Es hora de la siesta.-El pequeño obedeció y desapareció en la penumbra de la casa. Fue entonces cuando me encogí en mi misma y me derrumbé internamente, mis ojos aguados desprendieron grandes fogones de tristeza, era mi pequeño, no quería que me lo arrebatarán y mucho menos un hombre que hacía con las mujeres lo que le daba la gana¿ese ejemplo quería para mi hijo? .Entonces fue cuando recordé aquellas palabras que siempre me repetía mi padre "Un hijo es lo más valioso que tiene un padre, es algo que hay que cuidar con tu propia vida".

Mis ojos no cesaron el llanto, solo podía pensar en hacer lo que fuera por salvar a mi hijo y eso llevaría grandes consecuencias, pero si tenía que proteger a mi hijo, lo haría con mi vida.

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-Creí que estabas dormida-espetó Harry mientras se recostaba a mi lado, mi ímpia mirada apuntaba dictactorialmente contra el techo dando vueltas.

-He hablado hoy con el abogado-dije sin oprisión. –Liam puede quitármelo sin problemas debido a que ha pasado mucho tiempo desde la violación y tenía que haber sido denunciada en el momento.

Harry se amoldó en la cama y se aclaró la garganta.

-Dejalo ya. El ganará, solo puedes resignarte a verle algunas veces por semana.-Sus palabras me inyectaron internamente, desde que supó que Harry no era su hijo había cambiado totalmente a un ser frío y distante en cuanto a mi pequeño.

-Eres un idiota, es mi hijo, no dejaré que me alejen de él asi como asi-Harry tomó bruscamente de mi cuerpo y lo acomodo de lado para poder conectar nuestras miradas.

-¿Y que piensas hacer? No puedes dejar que el no lo vea, es su padre. Tiene muchas influencias y dinero. Ganará fácilmente.

-Pense que tu también, pero ya veo que tan solo eres un cobarde.

Harry no hizó caso de mis últimas palabras y solo se digno a mirar hacía las sabanas alcoba que sostenían nuestros cuerpos.

-Haré lo que sea por mi hijo. Te guste o no.-su distante cariño quisó asomarse con una caricia, pero la rechazé sin resentimiento.-No lo intentes, ya no puedo disfrutar de ti y menos sabiendo que eres un maldito cobarde.

Los siguientes días Harry y yo estuvimos bastante distantes, el siempre buscaba la forma de que me acercará pero yo siempre acababa rechazándolo, significatoriamente no lo había dejado de amar pero su comportamiento dejaba mucho que desear, no era capaz de comprender como había cambiado tanto el amor que sentía por mi hijo antes al que sentía en ese momento. Era un inmaduro y un bipolar de mierda. Si no quería a mi hijo, tampoco me tendría a mi.

Llegó ese día tan esperado, el día en que Liam y la trabajadora social irían a por Harry, estaba relamente desesperada, me carcomía el alma saber que me iban a separar de él, pero tenía que llegar a un acuerdo con Liam, haría lo que fuera por el, me lo juré a mi misma y también a mi padre.

Me encontraba sentada en la sala de estar, mis uñas raidas aun mordisqueadas se depositaban en mi boca, las rodillas me temblaban y por mis ojos se asomaban grandes ojeras. No había pegado ojo en toda la noche y tampoco había preparado a Harry para su ida por que simplemente no estaba dispuesta a que sucediera.

Me sobresalté cuando el timbre sonó, me acerqué lentamente a la ventana y ví a la figura de Liam y una mujer de aspecto vulnerante pero bien vestida.

Mi cuerpo dió grandes zancadas y decidida me planté en la puerta, pero antes de que pudiera abrir, Harry me sobresaltó.

-¿lista?-eché un respingo impaciente y abrí lentamente la puerta.

-Hola, señorita Collins, ya sabe a que hemos venido, no queremos que la ida sea traumatica, por lo que es mejor que se mantenga tranquila frente al pequeño ¿entendido?-Miré con odio a esa jodida mujer que mostraba indiferencia, como si eso le pasara todos los días, claro ese era su maldito trabajo.

-No se preocupe por eso, pero antes me gustaría hablar a solas con ...Liam-dije titubeante, Harry mostró sorpresa ante mi petición, a lo cuál Liam sonrió e hizo una seña de que aceptaba esa charla.

Nos alejamos unos metros de la casa, debía impugnarle mis propósitos a Liam, no quería que se llevará a mi hijo.

-Dime preciosa ¿Qué quieres?-sus palabras me asquearon, no me había olvidado aún de sus peculiar forma de tratarme.

-Quiero que me digas que quieres a cambio de devolverme a mi hijo-sus cara de interés se asomó de inmediato, marcando un grado de duda en su mirada-Pero rápido, tiene que ser ahora.-impusé.

-¿De verdad me lo estas pidiendo?-sus palabras con tonito arrogante aparecieron de nuevo-esto es magnífico.

-¡Quieres dejar de jugar¡ Se trata de mi hijo-dije furiosa, mientras daba un leve empujón en su pecho, el tomó mi brazo bruscamente.

-Nuestro hijo-su tono era expectante, no me gustaba como lo había dicho y menos con esa mirada perturbadora que salpicaba triunfo.-Sabes ya se que quiero.

-Que, dilo ya-dije impaciente. Me llevé una mano a la cabeza esperando su propuesta.

-Casate conmigo-mi cuerpo se tensó, no podía casi respirar, no podía haber nada peor que eso.

-¿Cómo?-miré hacía la entrada donde se encontraba la señora del seguro social y Harry charlando.

-Acepta y podrás estar con tu hijo todo lo que quieras-bajé la mirada, tendría que renunciar a Harry o a mi hijo, estaba realmente abstracta y mis nervios habían aumentado exageradamente. Me quedé pensativa por unos segundos y no respondí. El tomo mi barbilla haciendo que lo mirara a los ojos.

-Es la única salida-la forma en que lo decía me sacaba de quicio pero sabía que era la única forma de tener a mi hijo cerca. Lo sentía en el alma pero tenía que renunciar a Hazza.

-Acepto-dije con resignación.

"Adiós" titubeo mi mente, como si ya me estuviera despidiendo de Harry.