CAPÍTULO 44

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Como imaginar que algún día ese hombre vendría a buscarme, a querer conocerme después de haberme abandonado cuando ni siquiera había visto mi rostro. Él no era nadie para mi, nunca sería nadie.

- ¿Estas mejor? - Asentí con la cabeza, YoonGi solo me vio con cierta tristeza. - ¿Quién era él? -

- No lo sé YoonGi.. - Respondí con mala gana.

- Tranquila, esta bien no hay problema. - Acarició mi hombro.

Me fui a casa después de eso, no estaba de humor para nada, tenía grabada la cara de aquel hombre y eso hacía que mi sangre hirviese. Mamá, ¿por qué quería ocultarme la identidad de ese hombre?, todo fue peor, como un bandazo de agua fría.

Los sentimientos encontrados me destrozaban, mi rostro, mis ojos eran idénticos a los de él. Mi corazón se estrujaba pensando qué hubiese sido de mi vida si yo hubiese tenido un padre. Quizá JiMin no se hubiese burlado de mi, tal vez me hubiese valorado un poco más. O tal vez ahora era una idiota pensando en JiMin y buscando una justificación a las cosas que hice en el pasado.

Aún pensaba en él.

Quizá nunca me hubiese fijado en él.

La mañana siguiente sentía una ansiedad muy grande, debía hacer algo. Algo que despejase mi mente, que nublara literalmente mi mente para dejar de pensar.
Asi que sin pedir permiso tomé las llaves del auto y fui sola hacia la playa, no sabía la razón pero lo hice, mis ojos ardían por alguna extraña razón, yo.. quería llorar.

Estuve frente al mar por varias horas, fumando uno que otro cigarro y cuando sentía que era demasiado aburrido escuchar las olas golpear la arena fui a dejar el auto a un centro comercial no muy lejos de ahí.

Cuatro de la tarde. Estaba lejos de casa.

Sentada a un lado de la pileta, distraía mi mente viendo como las personas caminaban sin razón aparente. La ansiedad seguía en mi cuerpo y aún me quedaba una cajetilla de veinte cigarrillos. Mi solución ése momento fue fumármelos uno por uno hasta que mi cabeza empezara a doler y mi vista quedase nublada. Miraba a la gente con lo ojos alicaídos hasta que se hizo un pequeño tumulto de personas muy cerca de mi.

La escena más asquerosa que pude presenciar en ese momento. Un hombre de rodillas sosteniendo un anillo dorado frente a una chica con una gran vergüenza cargada en los hombros.

¿Qué hacía yo ahí? Viendo esa basura.

Quiero que estes conmigo, nunca te dañaría mi amor.

Volví a pensar en JiMin, después de que aquel hombre le dijera esas palabras a esa mujer. Un nudo en mi garganta se formó dejándome respirar por un instante. Acto seguido bufé y sonreí. Mentira, todo era mentira.

Mire como la mujer aceptaba el anillo con lágrimas, encendí otro cigarrillo. Y así hasta que esos dos desaparecieron de mi vista. Eran unos bastardos ventilando su vida amorosa.

Sin pensarlo acabé la cajetilla entera en un abrir y cerrar de ojos. Mi cabeza empezó a doler pero eso no bastaba, quería más. Tal vez algo dentro de mi pedía a gritos perder los estribos. No hubo otra cosa y busqué la primera tienda de convivencia. La falda que llevaba y mis panties negros llamaban la atención de algunos hombres que observaban detenidamente mis delgadas piernas. Pero yo ignoraba el hecho, no me importaba en realidad si esos hombres me miraban o si mis pasos eran lentos y poco firmes. Apenas entre a la tienda me fui al area de bebidas donde divise algunas botellas que traían vodka y algún tipo de jugo sabor manzana. Sonreí como idiota al recordar los tantos jugos que Jimin me había regalado, cogí cuatro botellas, y realmente parecían inofensivas.

Teach Me   ↠ Park JiMin ↞ BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora