Triste pero cierto.|| 2Seok.

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Los padres de dos jóvenes hermanos les comunicaron que se mudarían a Seoul, era la mejor opción, que en Busan ya no tenían nada que ofrecer y por ende un nuevo comienzo aquí sería lo mas indicado, tanto para ellos como para sus padres. Eso pensaban al menos.

Uno de ellos miraba por la ventana pensativo con toda la situación, no le molestaba pero estaba intrigado con llegar y hacer amigos, tener una buena relación con las personas que lo van a rodear de ahora en adelante. Suspiró mientras el otro lo miraba, al menos para el contrario todo resultaba nuevo, pero no lo comentaba.

-¿En qué piensas? -las palabras de su hermano menor lo sacaron de sus pensamientos, solo se limitó a mirarlo vagamente sin decir nada, hasta que su insistente mirada lo hace abrir la boca.

-Jimin, ¿Crees qué en serio esto sea lo mejor para todos? -formuló sabiendo que sus padres no escucharían, para ellos su trabajo era prioridad. Era esa la razón por la cual se mudaban, cambio laboral.

-A lo mejor aquí logremos lo que allá no.

Y con eso dio por finalizada la conversación.

-''Por lo menos estaré mas cerca de mi mejor amigo.''.
Fueron sus pensamientos.

-¡Papá! -lo llamó logrando captar su atención- ¿Podemos estacionarnos? Necesito hacer una necesidad urgente. -dicho esto su padre estacionó, le hizo señas de que fuera rápido que necesitaban llegar, viajar podía ser agotador.

Bajó del auto con suma tranquila para dirigirse a los baños del pequeño establecimiento, no duró mucho puesto tampoco quería hacer enojar a su padre, al salir captó a un chico que lo observaba con ojos penetrantes. Tenía el cabello de un color castaño oscuro y una pinta de no ser de muy buena reputación, hizo una pequeña reverencia y se fue sin esperar a que la devolviera, era la más sano a su parecer.

Abrió la puerta del auto para subirse y comodarse, el camino siguió igual de silencioso sin nada en particular. Murmullos escapaban de sus pequeños labios, el menor solo ansiaba poder llegar y descansar, lo necesitaba.

Transcurrieron dos horas desde ese momento cuando sintió las manos de su hermano en contacto con su piel, con la finalidad de despertarlo, lográndolo, al menos había descansado un poco aunque fuese incomodo el trayecto.

-Llegamos dormilón. -él contrario abrió sus ojos y bostezó. Se dedico a mirar todo el lugar mientras por otro lado sus padres estaban evaluando la casa que ahora habitarían, su madre les dedico una diminuta sonrisa que ellos entendieron bien.

Una vez dentro notaron lo hermoso que era su interior, una sala de estar muy bien decorada y amueblada pero no exagerada, lo normal. Una cocina grande con una preciosa isla de granito de concepto abierto. La planta superior no era lo que pensaron, al contrario, les resultó realmente bella y contaba con cuatro habitaciones, cada uno tendría su propia habitación; eso les gustaba a ambos chicos. Hoseok admiró el suyo quedando encantado de inmediato, no era mucho pero le trasmitía comodidad. Jimin detalló el que sería el suyo y lo adoro al instante, estaba contento.

Bajaron los escalones para llegar a la primera planta, observaron nuevamente la cocina. Se notaba que todo estaba recién remodelado, seguro obra de sus padres, pues al verla su madre sonrió con satisfacción.

El joven Hoseok notó que el patio trasero era cercado, por lo menos tendrían su privacidad.

Volvieron a la entrada principal.

-''Linda vista de la calle.''
Pensó para si mismo.

A lo lejos pudo divisar un grupo de chicos reunidos, eran cuatro para ser exacto y vestían muy bien. Supuso que son de dinero como también puede que les gustase presumir, se dedicó a cerrar la puerta y se propuso a ayudar con las cosas que trajeron de su antiguo hogar, algunos recuerdos quedaron allá mientras otras venían con ellos. Hay cosas que no se pueden deshechar.

-¿Qué te parece la nueva casa? -le preguntó directamente a su ayudante, él cual solo se daba el lujo de hablar por su celular, aunque en ciertas ocasiones su hermano tenía la curiosidad de saber con quién charlaba tanto.

-Es increíble, Hobi. -contesta con una alegre sonrisa, eso lo reconfortó. Pensó que mudarse para él sería fuerte, sin embargo lo estaba tomando mejor de lo que creyó.

-Me alivia saber eso Jiminie. -finalizó la conversación para terminar, aun faltaba mucho por hacer y en verdad anhelaba acabar, deseaba acostarse y dormir como oso al hibernar.

Continuaron arreglando todo cada uno haciendo su aporte, ordenaron por aquí y por allá en verdad fue un día bastante agotador para la familia Jung. ¿Quién iba a pensar que ordenar una casa completa era un trabajo fuerte y vaciarla tan fácil?

Al caer la noche ya habían dado por finalizado el trabajo. Y uno de ellos se encaminó a la ducha su cuerpo necesitaba refrescarse, sudar no era lo suyo. Pero llegó tarde.

-¡No tardes tanto Jimin! -gritó desde afuera.

-No te preocupes ya casi acabo. -fue lo que respondió, frunció su ceño recordando lo bien que lo conoce.

-''¿Por qué no me adelante primero?''.
Pensó para sus adentros tratando de no intentar derrumbar la puerta.

Al cabo de unos cuantos minutos largos y desesperantes por fin salió, los minutos se hicieron tan largos que solo pudo agradecer por lo bajo.

-''Ya casi acabo.'' -imitó su voz, sabía que eso lo hacía enfurecer. Él solo rodó los ojos y se fue a su habitación, tampoco quería discutir estupideces.

Hoseok entró al baño sin darle mas importancia a su actitud, sabía que no lo valía. Se sorprendió cuando detalló el interior admirando su toque esencial, contando con preciosos azulejos en las paredes y el piso, dos lavabos y cada uno su espejo.

-''Es genial.''
Susurro leve junto a una encantadora sonrisa.

Al culminar su ducha volvió a su habitación por fin tenía uno propio. Buscó algo cómodo que colocarse y así lanzarse a su cómoda cama, resultó ser suave emitiendo un olor a vainilla adictivo. Sacó su celular y le escribió a su mejor amigo, debía darle la noticia prontamente.

-Hola Yoonie, ¿A qué no adivinas? -envió esperando una respuesta por su parte, la felicidad era palpable en su rostro, notó el ''escribiendo'' y solo esperó.

-¿Qué cosa? -contestó el otro de forma simple, resultaba ser poco demostrativo pero eso le daba un toque especial, ellos se entendían bien.

Han sido amigos desde hace mucho tiempo y, aunque su manera de interactuar fue de manera casual, había dado inicio a una bella amistad que hasta ahora conservaban muy bien.

-Estoy en Seoul, nos mudamos hoy ¿No es genial? -comentó, esperando trasmitirle su felicidad a través de esas palabras.

-Me parece bien, ya por fin estaremos mas cerca ¿Éstas libre mañana? -preguntó esperando una respuesta positiva de su parte, esperaba ver a su amigo y a él.

Conocía muy bien aquel característico interés de su parte y el mensaje oculto entre las letras, cuando vivían en Busan y él solía visitarlos se la pasaba la mayor parte del tiempo charlando con su mejor amigo para luego dedicar toda su atención a su pequeño hermano, no era ajeno a eso.

-Sé que quieres decir con eso Yoongi. -fue directo al punto, le divertía molestarlo imaginando las cara que pondría.

Yoongi podía ser predecible como podría sorprenderte, no era para menos sinceramente.

-¿Acaso he hecho algo extraño para que pienses así de mi? -trato de mostrarse serio, aunque en el fondo creía entender por donde iba todo, tampoco era tonto pero no le admitiría nada, no estaba en su planes hacer eso.

-Yo mismo me entiendo y si estaré disponible, nos vemos mañana. -le respondió lo preguntado anteriomente para desviar el tema, tampoco quería decir más.

-Ok, me parece bien.

Y eso fue todo, no hubo más mensajes por parte de ninguno.

Arrojó su celular lejos de su cuerpo, no acostumbraba a dormir temprano pero con todo el esfuerzo que hizo durante el día en ordenar y bajar cajas pesadas, llevándolas de un lado a otro quedó claramente exhausto y sentía su cuerpo pesado, le hacía falta hacer ejercicio.

Dejó escapar un suspiro de sus labios al recordar su vida en Busan, si bien mudarse no le agobiaba le era extraño estar en un lugar y no conocer a nadie. Necesitaba socializar para no sentirse sofocado.

Tomó la decisión. Mañana saldría a conocer nuevas personas, era un nuevo comienzo, nuevas amistades, nueva vida. ¿Que podría salir mal? Solo quería dejar su huella, que la gente agradará de supersona y demostrar su simpatidez, no era complicado para él, hacer reír a todos y ayudarlas en lo que necesiten, esa era su intención.

Sintió la mirada de alguien a sus espaldas, giró lentamente para ver de qué o quién se trataba y pudo ver a su hermano recargado en la puerta de su habitación sin camisa, su cabello alborotado y unos jeans no tan ajustados.

-¿Necesitas algo? -preguntó sin moverse mucho de su lugar, lo miró equipado con su sábana y una almohada.

-No puedo dormir solo. -soltó agachando su cabeza, odia tener que demostrar su debilidad- No me acostumbro aun a esta casa.

-Lo entiendo bien, apenas llegamos hoy. -con su mano palmeó el espacio vació de su cama para que se acostará en ella, ya habían compartido cama juntos unas cuantas noches mas no harían la diferencia, de igual forma son buenos hermanos y se llevaban bien. Y como el mayor amaba estar para él y que le necesitase.

Él entendió el mensaje y se acostó a su lado, relajó su cuerpo en un intentó por no ser molesto para su hermano y durmiéndose de forma inmediata, este lo observó un par de minutos, sonriendo ante lo indefenso que se miraba.

-''¿Será que eres consciente de los sentimientos de Yoongi?... Quién sabe.''
suspiró leve, esperando que todo resultará bien para los dos.

El mayor observó una vez más la habitación que se le otorgo, amandola tanto de inmediato, una cama reconfortante, un escritorio mediano, su propio vestidor y una hermosa vista de la cuidad desde su ventana ¿Había algo mejor?

Tal vez no.

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Volví e.e' me habían olvidado cierto :'u, con este Fanfic espero me recuerden y le den mucho amor
Los mismo de siempre errores decirme
¿Se soluciono el problema?

Si no han leído mis otras historias, me gustaría que lo hicieras te gustarán
Besos

Mis Porcornitos y Porcornitas<3