Triste pero cierto.|| 2Seok.

18

Una mujer lloraba de manera fuerte que logró irrumpir los profundos sueños de su pequeño niño, preocupando a éste por ese extraño comportamiento, nunca en su corta vida la había oído de esa forma alarmante, talló sus ojitos luego de que su siesta fue interrumpida.

Él niño algo adormilado se levantó y camino en dirección al lugar donde provenía el llanto, necesitaba saber que ocurría, pensaba lo peor, ¿Una enfermedad? ¿Una caída? Todo era posible.

Tanteo hasta que dio con su madre llorando, él estaba totalmente desorientado y se acercó a ella preocupado de su estado, no le gustaba el estado que ella presentaba.

-¿Mamá te ocurre algo? -preguntó una vez estuvo a su lado.

-¡¿Qué pregunta es esa?! -gritó sin previo aviso- La culpa la tiene tu padre. -la ira de aquella mujer no se podía igualar a ninguna otra, pero el niño era ajeno a ese sentimiendo- Nos invita a todos lados y nunca viene...

-Pero puede ser que... -lo interrumpió, el niño estaba asustado a ese punto.

-Cállate y escúchame. -sentenció, el pequeño niño asintió temiendo ante ese comportamiento- ¿Sabes el por qué nunca cumple su palabra? -el niño no dijo nada se quedo callado dejándola continuar- Te pregunté, ¿SABES EL POR QUÉ NUNCA CUMPLE SU PALABRA? -gritó nuevamente, asustando más a su hijo.

-¿Por-por qué? -tartamudeó temeroso.

-Muy bien así me gusta. -se sentó y prendió un cigarro- Tu padre tiene a otra mujer aparte de mi, cuando dije que iba a salir fue para ir hablar con él. -relató, su semblante era indescriptible- Una vez llegué se estaba besando con ella y... Haciendo otras cosas que no puedes saber por ahora. -inhaló y exhaló el humo por su boca esparciéndolo en el aire.

-No fumes mamá no me gusta. -dijo preocupado por el estado de su madre.

-¿Te pedí permiso? -él niño negó bajando la cabeza para ocultar las lágrimas que se aproximaban, eso fue duro de escuchar. No merecía ese trato.

-Perdón mamá , solo me preocupaba no lo hago más. -su voz temblaba- Y con respecto a papá, lamento lo sucedido pero no...

-¿Qué vas a decir? -el estado de su madre era neutro- ¿Qué no nos separemos? -el niño afirma con un movimiento de cabeza- Pero si ya le dije que se largará el muy desgraciado, aquí no debe nada.

-Pero una razón debe haber mamá.

-¡No la hay Seokjin! -ella se levantó y tomó el cinturón que usaba.

Nadie se lo veía venir, no se lo podían ni imaginar pero ese cinturón impactó fuerte en la espalda del pequeño niño, provocando que un grito ahogado saliera de su boca, ¿Por qué?

-No vayas a llorar, aguanta bebé. -pronunció con lastima.

Otra vez le dio en el mismo lugar provocando más dolor del que tenía, cerró sus ojos imaginando que aquello era una pesadilla y no era cierto. Una vez más impactó, seguida de otras, cada una con más fuerza que la anterior y eso era lamentable de presenciar. Solo era un niño preocupado por su madre y así lo trataba, no era justo.

-Eres una desgracia, ¿Sabes? -soltó con repugnancia- Tu padre me prometió una vida feliz a cambio de un hijo y por esa razón te tuve, pero ahora mira. -soltó una breve risa que le estremeció- No tengo marido ni nada y todo es tu culpa, sin ti estábamos mejor.

Lágrimas, solo eso, lágrimas. El dolor de aquel pequeño niño era terrible y son esas las palabras que como hijo nadie quiere escuchar de sus padres.

-Para mamá yo estaré contigo, siempre. -ese niño gritaba, pero no era por los golpes sino por las palabras que expulsaba aquella mujer, la cual tenía una ira descomunal.

-Yo no te quiero, te aborrezco como hijo. -otro impacto- Me trajiste desgracias, para mañana te vas de esta casa, no quiero volver a verte Seokjin. -gritaba histérica.

De un momento a otro la agonía de ese niño se vio salvada por la empleada que escuchó los gritos, corrió a ver porque tanto alboroto y en eso se tomó el atrevimiento de arrebatarle el cinturón a la mujer, evitando que aquel inocente niño ajeno al tema de la vida de una pareja hubiera resultado más herido de lo que estaba.

-Señora... ¡Pare! -le ordenó en un tono fuerte.

-Lárgate tu también, no quiero ver a nadie aquí en mi casa. -ella no dudó en hacer lo que se le ordenaba, tomó sus cosas y saco al niño consigo de la casa para llevarlo al hospital, necesitaba atención urgente.

Una vez ahí la enfermera le explicó que los golpes con aquel cinturón no fueron tan graves, pero si algo tortuosos. La empleada fue a la estación de policía y explicó los acontecimientos, ellos fueron y se encontraron con una escena sorprendente, los muebles rasgados, las paredes manchadas de pintura, las mesas destruidas todo era un caos. La buscaron y estaba en el baño, la esposaron , al llegar ella pago una fianza y se fue del país dejando a su hijo a la intemperie. Ya nada le interesaba.

Aquel chico quedo a cargo de la empleada, pero el cariño de sus padres era lo que él más necesitaba.

Su padre se fugó con su amante sin decir a dónde. Sin embargo siempre le pasaba dinero, aunque ese niño no quería eso. Él quería el amor de los dos seremos que le dieron la vida y seguir viviendo con ellos.

Pero ya no quedaba nada más, solo continuar. Solo, sin padres con quienes contar, si se ponía a pensar las veces que le dijeron que padres son únicos y jamás fallarían, por sobre todo madre. Ahora ella se había marchado, ¿No se suponía que ella nunca lo abandonaría? ¿Qué fue diferente está vez? ¿Por qué ella le falló? ¿O fue él?

Aquel niño se encontraba sentado en el patio de su nuevo hogar, pensando en todo lo que había sucedido anteriormente sin llegar a nada. Esa sería la cicatriz que nunca se le borraría ni olvidaría. Aún le dolía como había reaccionado su madre ante su prepcupación por ella, entre sus pensamientos se encontraba una pregunta rodando a su alrededor que no se iba. ¿En serio era su culpa el que su padre corriera a los brazos de otra mujer?

La respuesta era no, pero él es un niño no lo entendería por los momentos.

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Otro fragmento de la vida pasada de Seokjin
Errores decirme
¿Desorden? Listo. :3

Besos mis Porcornitos y Porcornitas <3