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-¡Apurate, debemos ir al doctor! -gritó la mujer con la que Taehyung compartía su vida.

-Ya casi estoy listo, cariño. -gritó en respuesta, hoy sería el día en que sabrían el sexo de su futuro bebé. 

-Date prisa, no quiero llegar tarde.

-Ya estoy listo, vamos.

Subieron al auto ajustando sus cinturones, el hombre condujo con precaución para evitar algún accidente inoportuno, en ciertos momentos se distraía pensando en lo bella que se veía con su parriguita, por sobre todo ya deseaba que diera a luz. Habían cosas que eran mejor obviar en esos momentos.

Flashback

Exactamente eran las dos de la madruga, todos duermen en paz descansando el cuerpo después de un día fuerte en sus labores, mientras que en una casa la paciencia de una chica interrumpe los sueños de su pareja.

-TaeHyung-ah despierta.-mueve el cuerpo del chico que yace en lo más profundo de sus sueños- Despierta, es urgente. -insiste teniendo respuesta.

-Mmm, ¿Qué sucede? -dice adormilado.

-Despierta, es sobre el bebé. -menciona sin dejar de mover el cuerpo del joven- ¡TaeHyung-ah! -pero el individuo no hacía movimiento alguno- ¡DESPIERTA! -optó por gritar.

-¿Qué? ¿Me decías algo? -habla soñoliento e incorporándose de golpe, se mareó pero lo controlo.

-Te llevo despertando horas, si fuera a dar a luz me muero del dolor. -habló molesta.

-No exageres preciosa, yo estaría pendiente. -sin embargo la mirada de ella lo hacía dudar de sus propias palabras- Bueno, solo tardaría un poco en levantar. -dice nervioso.

-No tienes remedio, si fuera para tus tontos trabajos si estas al pendiente. -esconde su cara entre sus manos- Pero... Como soy yo, ni cuidado me pones. -solloza levemente.

-No llores, me pone mal. Lo siento estaba muy cansando. -la abraza tratando de calmarla- No pienses eso, a ti te debo la mayor de las atenciones. 

-¿Y por qué no me la das? -lo miró con sus ojos cristalizados.

-Entiende nena. -junta su cuerpo con el de ella- Estaba muy agotado por andar con los chicos, te prometo que...

-¿Dejaras ese trabajo y buscarás otro mejor? -se adelantó a decir ella esperanzada.

-Iba a decir que pasaría más tiempo contigo. -confesó con una media sonrisa.

-No tiene caso insistir. ¿Verdad? -él asintió y ella solo se aferró a su camisa derrotada.

-Solo puedo decir que llegará el momento en que lo dejaré, no se cuando, pero llegará. -ella no dijo nada más.

Tras haber pasado unos minutos él reaccionó, recordando y queriendo saber la razón por la cual ella lo despertó.

-¿Qué ibas a decirme referente al bebé?

-Cierto. -dijo recordando- Tengo un gran antojo de comer, el bebé lo pide y hay que cumplirlo. -ordena seriamente.

-¿Qué se te antoja? Para ir a cocinarlo. -dijo levantándose, pero ella fue más rápida en detenerlo.

-No amor, te equivocas. -moviendo su dedo índice en señal de ''No''.

-¿Qué quieres decir con eso? -ella solo sonrió con su victoria asegurada.

Y así fue como ella lo convenció de comer en su restaurante favorito a las dos de la madrugada. Él se quejaba de los antojos a esa hora, porque no fue solo una sino varias veces más, sinceramente una locura.

Fin del flashback

El camino se hizo un poco largo a su parecer, ya que durante el trayecto ninguno de los dos dijo una sola palabra, él estaba sumergido en sus pensamientos y a la joven la ansiedad de saber el sexo de su bebé la tenía consumida por completo, así que con sus mentes ocupadas estaban bien.

Una vez llegaron al hospital estacionaron el auto en su lugar correspondiente, la ayudó a bajar y juntos entraron para sentarse en la sala de espera hasta que fuese su turno.

El joven detalló todo el entorno detenidamente sin perderse ningún detalle, habían muchas mujeres esperando su turno para su consulta mensual, pero, notó claramente que casi todas venían solas. ¿Acaso eran solteras? O, ¿Aquellos hombres no tenían consideración por sus futuros hijos? De cualquier manera, se sintió algo mal por las damas.

Se imaginó por unos segundos a Nayeon sola en este pasillo, sentada viendo a la nada, debía ser triste para todas ellas.

Tomó su mano y le dio un casto beso que sorprendió a la chica más la misma no puso queja, le trasmitió su grata sinceridad de que siempre estaría a su lado sin importar nada, eso relajó a la joven.

.---.

-¿Me queda bien? 

-Te ves hermosa nena.

-Jungkook, no mienta. -dijo la novia del joven con un puchero en sus labios.

-Seré directo mi Wendy. -acercándose a ella- No miento cuando digo que te ves realmente hermosa. -enfatizó cada palabra- Pero, por otro lado... -adentrándola a el probador- Te ves jodidamente provocativa y eso no es bueno. -mordiendo su labio inferior.

-Eres todo un seductor cuando te calientas. -murmuró con voz sensual y una mirada traviesa, al chico que la devoraba con la mirada.

La sujetó por su cintura firmemente y la comenzó a besar suavemente sin apuros, mientras prenda por prenda iban desapareciendo del cuerpo de la chica.

Ese probador presencioó lo que aquellas personas afuera no podían ni imaginar, embestidas, nalgadas, gemidos, susurros, suplicas y de todo un poco. Lo que calentaba más a los chicos dentro.

Y pensar que la gente era ajena a las travesuras cometidas tras esa puerta.

.--.

-¿Nos iremos de viaje? -él chico asiente sin emitir palabra- Una cosa primero. ¿Por qué? ¿Y tus amigos? ¿Tu trabajo? ¿Tu...?

-Vamos a despejarnos un poco de lo cotidiano. -interrumpiéndola- ¿No te gustaría? Pasear, distraernos y hasta divertirnos un poco los dos solos.

-Es algo repentino Namjoon-ah. -dice no muy convencida, le miraba fijamente- ¿Hicieron algo malo?

-¡¿Qué?! Claro que no mujer, es más. -se acerca a ella- Es una sorpresa, yo sé que te gustará lo que preparé para ti en este hermoso viaje de una semana que compartiremos.

-Si lo pones así... Entonces, acepto. -dio un salto hasta besar los labios de su chico- Iré a nuestra habitación para alistar mi maleta.

-No te olvides de...

-Siempre llevo el arma conmigo Namjoon-ah. -le guiñó el ojo.

-Me parece muy bien cariño.

Un viaje que le daría la paz que ella buscaba, la necesitaba.

Aunque en repetidas ocasiones ella expresó odiar el trabajo con el cual estaba involucrado su chico, lo cierto era que después de aprender más sobre ese ambiente, comenzó a adorar el arma que él le otorgó.

El motivo no era para matar claro estaba, era para defensa propia en un caso necesario y de peligro, pero la hacía sentir poderosa y segura a la vez. Tal vez eso sentía Namjoon cuando se encontraba en una de sus misiones, lo cierto aquí era que ella le gustaba sentir que dominaba el mundo con solo sentir el frío metal en su mano, aunque muy dentro anhelaba que él dejará eso y volver a tener una vida normal. Ese si era un sueño que veía imposible, al menos por ahora.

Ella no quería cometer un error por más que adorará esa hermosa posesión, esa no era su vida y nunca lo sería.

Admitía la adrenalina que ella sentía cuando sacaba su arma al encontrarse en problemas le era muy satisfactorio. Y si su chico dijo que no irían a un lugar peligroso. Entonces, ¿A dónde se dirigían? Y más extraño aún, ¿A qué?

-Estoy lista amor. -anunció, él asintió. Y juntos salieron al aeropuerto para irse a Brasil. Tras unas largas horas de vuelo llegan a su destino.

Río de Janeiro.

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Bueno he aquí otro capítulo
Errores decirme sin pena
¿Desorden? Listo amores <3

Quise dar dos el mismo día, la luz falla mucho y ayer no pude.

Besos y abrazos mis Porcornitos y Porcornitas <3

Triste pero cierto.|| 2Seok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora