Triste pero cierto.|| 2Seok.

Final.

El sol apuntaba en lo más alto dando a entender que hoy sería un día caluroso, Hoseok había despertado hasta hace unos momentos y se propuso a recoger sus cosas mientras Seokjin yacía dormido todavía, su secreto le había asustado temiendo por su vida luego de pensar que en innumerables ocasiones pudo haber acabado con él, no sabía bien que lo impulsó a hacerlo con él esa noche. Quería creer que era el hecho de que sería la última vez que sus cuerpos se volverían uno, él debió ponerle fin desde antes pero simplemente no pudo. No quiso y ni quería escuchar el por qué violó y mató a esa pobre mujer, prefiero ser totalmente ajeno a ese tema y por eso mientras él en sus sueños descansaba tomó sus prendas, sus escasas cosas ya que la mayoría se las daño en sus ataque de ira, sujetó sus zapatos e hizo su maleta para salir por aquella puerta, por la que una vez entró para ser maltratado... Y amado de alguna manera, raramente pero amado a fin de cuentas. Sin embargo no todo era solo culpa de Seokjin aceptaba que también la suya por no gritar ''Se acabó, ya no puedo más'' cuando tuvo la oportunidad de hacerlo en muchas ocaciones.

Lo más triste de todo era renunciar a su trabajo, ese que consiguió y dónde fue feliz, disfrutando de lo que gustaba tanto y ahora debiendo marcharse.

Cerró la puerta con sumo cuidado de no despertarlo era lo que menos deseaba ahora, dejó una nota a su lado, puede que la guardará como recuerdo o puede que la botará, no importaba realmente cual fuera su elección de igual modo él dijo que respetaría su decisión, con leer esa carta lo haría si su palabra era sincera, seguro se molestaría pero no vendría a golpearlo, vio sinceridad en sus ojos y no creía que se echará para atrás. Después de mucho aún confiaba en él.

Decidió ir a casa, debía despedirse por lo menos de su familia más no les diría nunca que su novio lo golpeaba, eso se quedaría entre los dos, seguiría mintiendo solo porque él era el único capaz de enmendar los errores que cometió a lo largo de esos meses, además de que no quería que nadie le dijera que hacer o que fueran y lo lastimaran, porque al final a ese hombre lo amaba intensamente aunque quisiera callarlo lo quería. Una vez abordara el avión que lo esperaba para marchase a Estados Unidos haría realidad uno de sus sueños más anhelado y era el de ser un escritor profesional, solo entonces, pudiese ser que volviera.

Estuvó en casa un largo tiempo, le hicieron muchas preguntas con respecto a Seokjin las cuales contestó como si fuesen algo todavía. Concluyó todo con una despedida porque su vuelo saldría pronto. No podía perder más tiempo, su sueño estaba a solo horas.

-Adiós mamá. -la abrazo sollozando bajo, miró a Jimin a unos metros suyo- Cuídate pequeño, y suerte en su matrimonio. -él contrario bufó, pero le correspondió el abrazo y juntos lloraron. Los extrañaría- Hasta pronto gran amigo, cuídalo. -señaló a su hermano menor, esté asintió y se dieron un fuerte abrazo- Por último pero no menos importante, adiós papá. -él le correspondió y sollozo en silencio- Estaré en contacto con ustedes, volveré para visitarlos no se olviden de mi. -finalizó mientras todos limpiaban sus lágrimas y se fue para construir su camino, hacer de su vida algo de lo que su familia estuviera orgullosa y sanar sus heridas que todavía no cicatrizaban, no la superficiales sino las de alma y su corazón

Llegó al aeropuerto justo a tiempo porque de inmediato escuchó decir que su vuelo partiría pronto, no dudo en correr para no perderlo. Ingresó y se sentó cerca de la ventana para mirar por ella. En eso el avión despegó hacia su destino, las lágrimas volvieron a salir sin su consentimiento, adiós Corea del Sur.

-''Adiós Seokjin, Te amo.''

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Al cabo de dos horas despertó Seokjin por los rayos que atravesaban su ventana, se sobresaltó al no sentir a Hoseok a su lado y rápido se levantó para buscarlo en la cocina, la sala, el patio, los cuartos y nada, no había rastro de él en ningún lado. Regresó a la habitación y en la mesita que estaba junto a su cama encontró una nota escrita por él mismo, su bella caligrafía. No esperó más tiempo y la abrió para ver que decía en ella.

Para ti, mi Seokjin:

''Llegué a este lugar sin saber que en el conocería a la persona que cambiaría mi vida, no del modo que yo hubiese querido pero en sus momentos también me saco muchas sonrisas, me daba caricias en toda mi piel y cuando se lo proponía me hacía el amor de una forma jamás conocida para mi, gracias por ello. Sin embargo te dejo este recuerdo de mi parte por si me llegas a extrañar, no te diré a donde me fui y tampoco le preguntes a mi familia, ni te acerques a ella por tu bien, voy a mentir y diré que lo nuestro sigue solo porque no quiero que te hagan daño, me dolería a pesar de todo eres parte de mi. Sigue tu vida, vence lo que te agobia, ignora aquello que te atormenta. Y por sobre todo busca ayuda profesional, la necesitas urgente.

¿Te cuento algo? Bien, léelo. Yo sabía que desde un principio eras peligroso, me hablaron de que ocultabas algo oscuro, me dijeron muchas veces que no andabas en buenos pasos. ¿Lo peor? Yo lo sabía y no me importo continuar a tu lado, me advirtieron muchas veces que eras tóxico para mi y continué sin escuchar a nadie.

Que gran error de mi parte.

Me lastimaste muchas veces, aún así estuve para ti y me reprimí  toda mi frustración al tratar de cambiar algo que no tenía remedio, ¿valió la pena? La verdad no, pero ya no queda nada más solo continuar mi vida, pero, empezando desde el principio.

Es mi momento, lo merezco.

Sin ti, y sin ayuda de las personas que me rodean, esta es mi hora. Este es mi problema yo solo me involucré en esto, pero a pesar de los males que me atormentaban por tus maltratos, seguí a tu lado porque me enamoré de ese chico malo. Que muy en el fondo sé que hay un hombre con buenos sentimientos pero tienes miedo de admitirlo. ¡Cobarde!

Repito, no me busques no me vas a encontrar. Sigue tu vida Seokjin, te amo.