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''Corre, no te detengas aquí, sigue adelante y encuentra tu felicidad, yo no te la podré dar. No voltees por favor, no mires atrás, no tengo agallas para mirarte a la cara después de contarte mi secreto, solo recuerda que te amo. Por favor, vete lejos soy cobarde lo acepto.''

Seokjin se levantó de un fuerte impulso que logró marearlo tras ese sueño tan extraño, sujeto su cabeza para recuperar los sentidos. ¿Qué significaría ese momento tan horrible?

Decidió ignorar aquella mala pesadilla y se centró en ver que él chico con el que compartía su vida no estaba por ningún lado, se tomó el atrevimiento de asesorarse por todas partes, más, fue en vano no había rastro de él.

Seokjin desayunó una manzana que encontró en la nevera, para luego ir y darse una ducha rápida relajando sus músculos, luego vestirse con lo primero que vio y así dirigirse a su trabajo, si no se encontraba ahí no sabía que pasaría o pensaría después.

El joven caminó por las calles frías y no pudo evitar sentirse observado desde todos lados, a nadie le caía bien pero que podía hacer respecto a eso. Ellos tenían motivos para odiarle, sin embargo, se sintió realmente angustiado por no decir que mal.

Quiso ignorar todas las miradas más le fue imposible cuando una señora algo mayor se le cruzó en el camino, estaba decidido a esquivarla pero se rindió cuando la mujer no cedía, ella a pesar de su edad resultaba ser rápida.

-¿Le puedo ayudar en algo? -preguntó algo fastidiado.

Ella no dijo nada a su pregunta, solo se le quedo mirándome fijamente, tomó la decisión de retirarse pero lo detuvo con su bastón.

-No entiendo. -dijo frustrado- ¿Necesita algo?

-Perdón mi demora al responder jovencito. -dijo, su voz era tan apacible, le trasmitía calma- Me desconcierta de cierta forma que seas, ya sabes... Homosexual.

Bien esas palabras no se las esperaba, ¿Cómo ella sabía eso de él? Seokjin no solía ser muy demostrativo en la calle.

-Disculpe pero...

-No digas nada, sé que dirás. -le interrumpió- Vivo cerca de ustedes, pero... -le miró algo triste- Sé quien eres y me duele verte como si nada hubiera sucedido. -sus ojos se estaban cristalizando ella iba a llorar y Seokjin bien sabía a que se refería.

-Sé perfectamente de que me habla. -la cortó rápidamente- Yo sé que debo hacer y le prometo que en su momento haré de este lugar uno feliz con mi... Ausencia.

-¡No! -exclamó triste- Quiero que lo hagas ahora, no cuando se lo reveles a ese inocente chico, bien sabemos tú y yo que él se irá después de saber tu secreto. ¿Por qué ocultarlo más?

-Lo amo señora yo...

-¡Cállate Seokjin! -lo volvió a interrumpir- Tú no lo amas solo lo utilizas para tus placeres, si lo que dices fuera cierto no lo maltratarás. Él sale y todo el mundo se da cuenta de los golpes en su piel y el dolor que siente al caminar. -dijo molesta- ¿Eso es amar? Dímelo, porque violar no es querer. -gritó y le propino una bofetada, las personas a su alrededor hicieron caso omiso a la situación, decidieron no meterse igual no resolverían nada.

Se quejó del dolor que más bien era un ardor, la miró y en su rostro solo pudo ver el reflejo del dolor y la tristeza, entonces ¿Lo qué hacía estaba mal? Y si es así, ¿Por qué lo seguía haciendo? Sentía que se volvería loco de tanto pensar el porqué de cada cosa solo quería salir corriendo y gritar, pero sabía que eso no le daría la paz que buscaba, ni mucho meno las respuestas que tanto necesitaba encontrar.

-Con que eso siente él... -susurró totalmente sobrellevado.

-Y mucho más. -dijo ella en un susurro casi inaudible.

-¿Por qué lo de homosexual? -preguntó directamente, ignorando todo lo demás, de todas formas en nada bueno terminaría después al final.

Le daba igual estar en la calle de cierta forma ya estaba acostumbrado a ser discriminado por todo y nada a la misma vez, el mayor se lo buscó, pero su vida personal era cosa aparte. ¿Por qué se empeñaban en sacárselo en cara estando en público? ¿Acaso era un fetiche que les hacía sentir bien pero con la finalidad de humillarlo?

-Pues... Eres un chico bastante atractivo. -fijó- A pesar del error por el que aún no pagas. Ignorando eso y dejándolo de lado. -tomó su mano- Deberías estar con una chica, se ve mucho mejor y es sano.

-No me gustan las mujeres. -expresó frío.

-O es por...

-Una vez tuve novia. -le comentó recordando eso- No funcionó.

-¿Por qué?

-Una pareja no debe verse bien. -explicó- Deben amarse. -la miró de forma apacible- Y esta de mas decir que no la amaba porque nunca llegue a sentir aquello que se debe sentir por una chica. -confesó en un pequeño susurro- Me gustan los chicos, no dudo de mi en ningún momento, siempre gusté de los chicos.

-Entiendo. -su voz era mas pacifica- Independientemente si amarás a ese muchacho tan gentil y hermoso. -su vista viajó hacía un parque precioso situado frente a los dos- Y no lo tratarás tan mal, le podrías llegar a pedir matrimonio justo en ese bello lugar. -lo señaló.

Ella estaba en lo correcto si mejoraba podría llegar a casarse con él y juntos serían felices. Pero Seokjin lo hacía un sueño imposible de alcanzar, ¿Qué debería hacer? ¿Por dónde debía empezar?

.--.

Una vez se despedió de esa señora trató de despejar su mente, no fue en busca de Hoseok al contrario de todo empezaría a darle su espacio. En su lugar fue al lugar al que menos se imaginaría que iría, si quería comenzar a hacer las cosas bien allí debía empezar.

Después de varios minutos caminando llegó a esa casa, este sería su momento.

Seokjin se acercó y le dio dos golpes a la puerta, al instante la puerta se abrió dejando ver a la mujer que menos le quería en este mundo. bueno tiene razones, no la culpaba.

Su mirada era penetrante, oscura y algo intimidante. Aún así el mayor mantuvo su postura y se conservo inexpresivo.

-¿Se te ofrece algo Seokjin? -le preguntó con algo de molestia en su voz.

-Solo deseo hablar con usted. -su voz sonaba áspera.

-Pasa.

Ella se hizo a un lado dejándolo entrar en aquella hermosa casa, dónde hace unos pocos días vivió su chico, le hizo una seña para que se sentará a lo que él correspondió. Le ofreció café el cual Seokjin no acepto, después de todo ya se iría.

-¿Qué necesitas hablar conmigo? -se sentó frente a él joven, su aura trasmitía tranquilidad aunque igual no podía bajar su guardia, las mujeres resultaban ser muy impredecibles.

-Primero. -mostró un dedo suyo- Ni una palabra de esto a Hoseok, sé que frecuenta por estos lados para visitar a Jimin. -ella asintió y le cedió la palabra- Solo quiero decirle que me siento apenado por todo lo que a ocurrió en estos últimos meses. -soltó triste- Es mi culpa haberme enamorado de su hijo, entiendo que le han hablado de mi y que no tiene la mejor imagen. -tragó grueso- No son las mejores palabras que usted habría escuchado, pero solo le pido algo. -fijó su mirada en la suya- Cuando vea a su hijo abrácelo fuerte. -ella abrió su boca con aquella confesión sorprendida sin embargo él actuó más rápido- Espere, sé que se siente no tener amor maternal. Y no quiero que él pase por lo mismo, así que por favor si un día lo ve no le diga nada, solo abrácelo y hágalo sentir lo mejor del mundo. Se lo merece. -una lágrima resbalo por su mejilla, ella se acercó y la limpió. Fue la primera vez que él sintió el contacto de aquella bella mujer.

-Siento que eres sincero. -su voz era suave- Es cierto que de ti no me han hablado bien, aún así. -se sentó a su lado- Puedo ver en tu mirada que ese ser maligno te domina, no te diré que pasará de la noche a la mañana pero si pones de tu parte lograrás vencerlo. -miró a un punto desconocido- Aprecio que te preocupes por el bienestar de mi hijo, no te culpo de haberte enamorado, valoro que te tomarás el tiempo de venir hasta aquí y hablar conmigo, darme la cara. -las lágrimas se le querían salir, él no lo trataba bien- Y lamento lo de tu madre, cumpliré mi parte si tú me prometes cambiar un poco. -asintió y una mueca se formo en sus labios con las lagrimas queriendo salir.

Ella lo abrazó pero eso empeoro todo, no aguantó y sus lágrimas se apoderaron de su cara ganando la batalla. Ellas fueron mas fuertes y lograron que él llorará, lloró como nunca lo había hecho. Se sentía bien aunque no del todo.

-''Soy tan mala persona.''

.--.

Una vez se despidió de la madre de su novio se perdió en las calles y llegó a un lago cerca de allí, observó como el agua estaba serena, no había viento y todo estaba en completo silencio.

-Ni la naturaleza se alegra cuando llego. -susurró para si mismo, algo desanimado.

Sintió una persona rodear su cuerpo con sus brazos, se sobresaltó y se zafó al instante, giró sobre sus talones para mirar bien de quién se trataba y se relajó al notar que era Hoseok, ¿Cómo supo que estaba en ese lugar?

-Disculpa yo no quería...

-Tranquilo, llegar de repente no es buena idea. -su voz, le hacía olvidar sus males- ¿Como sabías que estaba aquí?

-Yo no lo sabía mis piernas me trajeron hasta aquí, fue cosa del destino... Supongo.

-Acércate.

Y así lo hizo, pudiendo oler su exquisito perfume a una distancia corta.

-¿Tienes algo?

-No digas nada, quédate en silencio junto a mi. Es todo lo que pido, por favor.

-Si así lo quieres, esta bien. -acercó sus labios a él y el otro los recibió con gusto. Y así iniciaron un hermoso beso cálido.

Ese lago fue testigo de los gemidos proveniente de ambos pares de labios, la naturaleza presencio la pasión que ambos ocultaban en el interior de sus cuerpos. A final de cuentas solo eran ellos dos, el resto no les importaba.

Fue la primera vez que ambos hicieron el amor, apasionadamente.
Como verdaderamente se hace.
Conocieron el cuerpo de otro de una forma diferente mucho más excitante y agradable.

Era su momento, solo de ellos.

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He aquí otro capítulo zukulentho 7w7r
Errores decirme
¿Desorden? Logrado :v

Nota: Se que duro para actualizar pero entiendan, el inter se me va mucho :c

Nota 2: Quiero avisar que se que dije que actualizaría diariamente, pero se va mucho la luz y me es difícil, espero entiendan.

Besos Porcornitos y Porcornitas <3

Triste pero cierto.|| 2Seok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora