-Buenos días, llevaré este libro. -dijo una joven chica, mostrando el mismo.
-Buena elección, un momento jovencita. -el chico agarró el libro para ponerle la etiqueta y entregárselo- Aquí tiene, disfrútelo. -dijo con una sonrisa.
-Muchas gracias chico, hasta pronto. -se despidió de igual forma con una sonrisa bonita.
-Tratas a las personas tan bien. -escuchó la voz de su jefa, giró su rostro para observarla- Eso es ser una gran persona.
-Es mi deber y mi forma de ser. -mostró una sonrisa gentil, ella se la devolvió y se marchó para dejarlo en su labor.
Hoseok continuó con su trabajo hasta que me llegó la hora de retirarse, estaba agotado de cierta manera y solo estiró sus brazos para relajar un poco sus músculos.
-Cariño quiero saber algo. -menciona su jefa, solo se dio la vuelta y se acercó a ella para que prosiguiera.
-¿Qué le puedo ofrecer? -preguntó algo confundido por su actitud.
-¿Aún vives con Seokjin? -le preguntó directamente, el joven asintió sin entender nada- Me alegro, tal vez tú podrás lo que aquellos no pudieron. -finalizó para irse dejándolo con la duda, ¿Por qué hacían eso con él?
-No entiendo que me quiere decir. -murmuró un tanto cansado de lo mismo, sin embargo ella solo le dedicó una sonrisa. Comprendió que debía esperar hasta que Seokjin se tomará la descencia de contarle y mantener la esperanza de que lo sabría todo en su momento justo, encontraría una solución y serían felices, al menos ese era su plan.
En el camino iba pensando que significaba todo lo que le dijo, sin embargo su mente solo se volvió un ocho al no comprender bien que sucedía.
A lo último decidió ir a su casa, visitaría a su hermano ya que se enteró que sus padre no estarían. Si, como ven, las cosas se salieron de control cuando se enteraron de todo y le advirtieron que no lo querían ver allí. Una pequeña decepción.
Flashback-¡¿Qué significa esto Hoseok?! -gritó la madre del joven alarmada. En ese instante él se encontraba jugando videojuegos con su hermano menor cuando escucho su voz, le sorprendió.
-¿A qué viene tanto grito mamá? -preguntó el más alto un tanto despreocupado, eso cambió inmediatamente al sentir la fuerte tensión del momento y el semblante escalofriante que emanaba el aura de su madre.
-¿Cómo es posible Hoseok? -dijo completamente histerica, sobre todo triste- ¿Tan mal te hemos tratado? Dime hijo. ¿Qué he echo mal para que tu cometas esta locura? -su voz se iba apagando, el dolor en el pecho de aquella mujer era desgarrador.
-Sigo sin entender porque tanto alboroto. -extrañado de la situación- ¿Qué hice ahora?
-¿Y todavía lo preguntas? -le propino una bofetada- ¿Por qué tanto descaro?-No entiendo absolutamente nada. ¿Podrías ser más clara? -comentó el joven, sobando la zona afectada por el impacto del momento.
-¿Cómo es posible que te involucres que ese tal Seokjin? Un delincuente buscado por la policía. -soltó sin escrúpulos- ¿Te eduque de esa forma? -preguntó con clara molestia- No verdad. -su voz contenía toda su ira, estaba claro que ella hervía de la rabia- ¿Qué de bueno sacarás de todo esto? ¿A eso quieres llegar? Ser un delincuente, robar, matar y posiblemente llegar a violar. ¿Quieres estar en prisión hoseok? -le preguntó enumerando cada posible escenario el temor crecía, el joven se mantuvo todo el tiempo en el mismo lugar. Sin moverse ni un centímetro, su aura trasmitía miedo, sin embargo era su hijo mayor quién estaba incolucado en esto, su hermano escuchaba todo desde la sala fuerte y claro. Él no dijo ni reveló nada. Entonces, ¿Quién fue?
-Yo lo amo. -fue todo lo que aquel joven dijo sin expresión alguna en su cara, aunque quisiera no era un secreto que pudiese esconder toda la vida, se iban a enterar tarde o temprano.- Lo siento, al parecer me fije en el chico menos indicado.
-Pero... ¿Qué dices? ¿Te estás escuchando hijo mío? -su madre estaba desesperada al borde del llanto, esto no era lo que ella planeaba para su hijo mayor. Esperaba algo mejor, una buena persona que fuera merecedora de la atención y amor por parte de su hijo, no esto.
-Lo amo mamá. -gritó con las lágrimas a flor de piel- Lo conocí, quise alejarme en cuanto tuve la oportunidad, lo intenté mamá yo lo hice sin embargo, no sé que pasó conmigo. -decía con la voz rota- Algo me impulsó a quererlo y lo hice, ¿Escuchas bien? Él me buscó, fue correspondido por mi y nos queremos...
-¡Cállate! -sentenció la mujer, interrumpiendo las palabras de su hijo- Si no te alejas de él en este momento, entonces sera mejor que te largues de esta casa. -fijó con dolor en su voz. A pesar de todo ella lo amaba, era el mayor de sus hijos. Por ende le dolía lo que le pedía- No quiero tener en casa a un delincuente, yo no críe ninguno.
-¡Pero mamá! Date la oportunidad de conocerlo bien, verás que no te arrepentirás ¿Por qué llegar tan lejos? -comentó con un dolor punzante en su pecho, la vida podía ser muy injusta.
-Ya dije lo que debía decir, tú decides. -dijo de forma fría, pero con mucho dolor a la vez- Tienes la palabra final Hoseok.
Eso se sintió como un disparo al corazón a sangre fría. Las palabras dicha por aquella dolida mujer tocaron lo más profundo del joven chico, quién tardó mucho en asimilarlo todo. Su hermano lloraba silenciosamente mordiendo su labio para callar sus sollozos porque muy en el fondo él sabía bien cual sería la decisión de su hermano, tal vez, solo quizás si se hubiera metido en aquella fuerte discusión el resultado fuese otro, muy por el contrario él se quedo sentado escuchando cada palabra sin ser participe de lo que ocurría en aquel lugar. A final de cuentas no era su batalla por mucho que le doliera.
Lo siguiente que hizo fue correr al lugar donde estaban su hermano mayor y su madre, para llevarse la grata sorpresa de que aquellos dos estaban muy unidos en un gran abrazo reconfortante. Eso lo hizo sonreír al instante y darle la mínima esperanza de que este no se iría y que había tomó la decisión correcta.
Más su deseo se volvió un mundo de pura oscuridad al notar las lágrimas de dolor en aquellos pares de ojos, entendió que se equivocó y que su hermano se marcharía. Las esperanzas terminarón por desvanecerse en el aire.
Después de ese gran abrazo, la madre se fue a su habitación para no presenciar la partida del mayor de sus hijos, esa no era la forma en que ella hubiera querido ver a su Hoseok irse de casa. Una buena pareja, metas en la mente y un futuro prometedor, no esa vida. Ella aceptaba la homosexualidad de sus dos hijos, siempre los quiso por encima de todo y nunca los dejo. Ni el dinero que poseían sería mas valioso que sus dos chicos siendo felices, aunque no fueran lo que el mundo esperaba, esa mujer amaba sinceramente a sus dos hombres y los defendía de quién fuera.
La sociedad no la haría cambiar de parecer por sus hijos amar a otro ser humano, ellos son su vida. Les dio la oportunidad de vivir y tuvo el milagro de tenerlos en su vientre y eso ya era un logro del que estaba muy orgullosa.
Muy en el fondo ella estaba dolida, comprendió el abrazo de su ser amado y se fue sin decir nada porque notó el capricho de éste y prefirió llorar a solas, ella lo ama y aunque esas palabras y esa bofetada que le dio fueron producto del dolor que sentía estaba arrepentida, en parte prefirió que él se diera cuenta por si mismo de su error. Igual ella lo esperaría con los brazos abiertos, muy feliz. No lo odia eso jamás, pero entiende que su hijo ya esta grande y que él debe cometer sus propios errores para forjar su camino. Deberá aprender de ellos o sino puede caer en un abismo sin salida, ella no estará para toda la vida.
Fin del flashbackAprovechó que no estaban sus padres para ir a ver a su pequeño hermano. tenía dos días que no lo visitaba y ya le hacía falta, la compañía entre ambos siempre fue la mejor, tenían la mejor conexión.
Y si, dos días era mucho para él.
Una vez llegó a su antiguo hogar camino a la puerta principal y tocó, esperaba le atendieran rápido, odiaba esperar. Ese lugar ya no era su hogar, por más doloroso que fuera. Pensaba mientras miraba todo.
-¡Llegaste! -expresó feliz el pelinegro, los dos se abrazaron como nunca en la vida lo hicieron, ni pequeños hicieron algo similar. Ya se veía la falta que le hacía ese chico tonto, era reciproco.
-Perdón por los otros días pequeño. -acarició su cabeza, como si de un niño se tratase.
-No lo soy, tendré dieciocho años muy pronto. -formó un pequeño puchero en sus labios, a lo cual su hermano soltó una leve risa. Todo en él inspiraba ternura.
-Perdón nuevamente, ''Hombre''. -dijo enfatizando aquella palabra con burla.
Jimin rió y le dio pasó para que ingresará a la casa, compartieron un gran rato juntos, le comentó que mamá y papá andaban en un viaje de negocios. Le contó también las travesuras que hacía con Yoongi y que habían tomado la decisión vivir juntos en un pequeño departamento, que se encontraba en casa para cuidarla por la ausencia de sus padres como su madre se lo había ordenado.
Al mayor le hacía feliz que hubieran formalizado su relación, que su hermano aún continuará sus estudios. Esperaba logrará mucho en la vida, tenía la certeza de que para él no sería igual, los altibos lo perseguían y los problemas cada vez eran más. Pero se mantenía firme y muy positivo con el pensamiento vivo de convertirse en un gran escritor futuramente.
-''Ojalá Seokjin y yo fuéramos iguales a ellos, muy por el contrario nada es lo que parece ser, que lamentable. Lo siento hermanito''
-¿Cómo vas con tu novio? -bien esa pregunta no se la esperaba, él lo odiaba.
-Bien, compartimos mucho. -respondió sin vacilar y mostrándose relajado, era lo menos que podía hacer.
-¿Te trata bien? -esto ya parecía un interrogatorio, y eso no le agradaba mucho. Ocultaba cosas.
-Pues si, no discutimos mucho y mayormente nos la pasamos viendo películas. Lo normal, supongo.
Aquello no convenvía mucho, pero tampoco quería dar tantos detalles, hay cosas que es mejor no saber.
-¿Te ha golpeado? -frunció su ceño ante esa pregunta negando, ¿Acaso sabía Jimin más de lo que él creía?
-No. -respondió al instante- Son chupones y marcas de placer, no sabía que me gustaba el sexo salvaje hasta que una noche me deje llevar por él, fue mágico ese momento.
-Bien. -vaciló un rato, no tragándose del todo el cuento- Una última pregunta. -le hizo una seña para que prosiguiera con toda la confianza del mundo- ¿Por qué me mientes?
-No miento solo te digo...
-¡No lo es Hoseok! -lo interrumpió levantando la voz- La gente lo comenta, mejor dicho lo escuchan. ¿Crees que no me duele saber que te maltrata? -bien, esto se estaba saliendo de control y si no hacía algo pronto acabaría muy mal.
-Entiendo lo siento, ¿Si? Solo fue una vez. Si la gente dijo de más no es cierto. Solo pasó esa única vez y tampoco fue a mayores.
-¿No mientes?
-¿Tengo cara de mentir? -mostró una de sus características sonrisas.
-Te voy a creer, pero que no me entere de nada más. No me quedaré quieto.
-Tenlo por seguro. -le aseguró, odiaba mentirle pero era necesario en este caso, lo abrazó y besó su frente para tranquilizarlo, lográndolo.
Momentos después se despidió y se fue a su nuevo hogar, para estar junto a su novio Seokjin.
En el camino Hoseok no dejaba de pensar en el interrogatorio, pensando como hacer a futuro si todo llegaba más lejos, le había mentido y le dolía si recibía maltrato. Cada vez que Seokjin se molesta pagaba la ira con su novio, le gritaba y le insultaba cuando se enfada, eso no era sano y el más bajo lo sabía.
Pero él a un luchaba por cambiar a esa bestia, tenía la esperanza de que lo lograría. No quería rendirse tan pronto, podía luchar un poco más.
-''Solo necesito tiempo, un poco más.''
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Bueno aquí tienen otra obra mía :3Errores decirme
¿Desorden? Listo Bv
Que fuerte momento, lastima en la vida real nada es así
Hasta la próxima mis Porcornitos y Porcornitas *korazonez* <3
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Triste pero cierto.|| 2Seok.
Hayran KurguPareja principal: 2seok Pareja secundaria: Yoonmin NO ACEPTO COPIAS, ADAPTACIONES NI NADA DE ESTE TRABAJO, SIN ANTES COMUNICARME SOBRE ESO, QUIEREN USARLA O ALGO CONSÚLTENLO CONMIGO, LO ADMITO SOY ALGO ESTRICTA EN ESTA PARTE PERO SI ME LO HACEN SABE...