Extra II

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Transcurrieron quince años, desde que un alma en pena fuese puesto bajo prisión por un acto descomunal hacía una inocente víctima.

Hoy luego de cumplir la mitad de su sentencia esa pobre alma volvería a pisar los suelos de las calles en donde creció, donde hirió, donde cometió tal crimen y donde conoció al amor de su vida. Y dónde lo perdió para no verlo jamás.

Se detuvo unos momentos en el marco del portón que dividía la libertad de la prisión. Ha pasado tanto tiempo desde que caminó por aquellas calles que le atemorizaba lo que afuera hubiera. No era el mismo de antes.

-Recuerda que debes ir al centro de la plaza para cumplir tu orden. -él chico asiente sin emitir palabra alguna- ¿Recuerdas cuál era?

-Ayudar en el servicio comunitario. -contestó sin emoción.

Yesung suspiró para luego hacer una seña de que abrieran el portón, dándole paso a su libertad.

-Te cuidas. -el contrario sonríe espontáneamente. Y él otro solo se relaja sin más que agregar.

Cruzó aquel obstáculo que le impedía anteriomente correr libremente, después de todo él se lo había buscado, ¿Por qué quejarse? Se sentía algo extraño al pisar esos suelos, no era lo mismo para nada igual. Sin embargo por primera vez sonreía feliz, ya nada le pesaba en sus hombros las cargas se habían esfumado, las culpas se disiparon, las mentiras quedaron atrás y ahora tocaba comenzar una nueva vida.

El portase bien fue lo que más le ayudo, las terapias poco a poco hicieron su parte. Al principio todo fue muy complicado por las reglas entre los presos, Seokjin sufrió las consecuencias y no fue para menos, el abuso hacía su cuerpo le dolió pensó en esa mujer y pudo comprenderla. Luego de aquel tormento se mantuvo firme, no se iba a las primeras, no quería ser aquel hombre otra vez se propuso a cambiar y lo había logrando.

-''Soy digno de ti, mamá.''

.--.

Se encontraba caminando a la plaza a paso lento, su sentencia incluía ayudar en el servicio comunitario, le habían informado que llegaba alguien que tendría una fiesta para firmar unos autógrafos entonces aprovecharon y lo enviaron. De igual forma no era nada importante para él.

Quién fuese la persona era lo que menos le interesaba, solo ayudaría para pagar lo restante y después irse lejos. Perderse en el mundo como siempre lo hizo para encontrarse dónde una vez se perdió.

A lo lejos captó a tres personas, sus ojos comenzaron a picar él no quería llorar no de nuevo, pero no lo pudo contener y corrió sin medir nada para abrazar al individuo que sus ojos habían capturado.

-Después de mucho tiempo, pensé que jamás los vería otra vez. -dicha aquellas palabras, la persona ajena miraba a su mujer sin entender. ¿Quién era ese hombre?

-Disculpe. -dijo alejándolo para verlo bien- ¡Pero...! -las palabras quedaron atoradas en su garganta, aquel sujeto no pudo deducir ni asimilar lo que sus ojos veían, su jefe estaba libre ¿Cuándo pasó?

Volvió a abrazarlo sollozando, la mujer que a un era ajena a la situación carraspeo su garganta para hacerse notar, merecía una explicación.

-Perdón preciosa. -aclaró su garganta- ¿No te acuerdas de él? -ella niega. Le era un desconocido, ¿Tanto cambió Seokjin en prisión? Él soltó una pequeña risa- Es mi jefe, Seokjin. -la mujer abrió los ojos como plato, en su expresión se podía apreciar que creía del todo aquello. ¿En verdad era él?

-Se-seokjin. -tartamudeó. El sonrió y la abrazó- ¿Cuándo?

-Hoy. -respondió- Felicidades por su hijo, ya es todo un pequeño hombre. -dijo acariciando la cabeza del niño a lo que reaccionó con una gentil sonrisa- Taehyung, veo que resultaste ser un buen padre.

Taehyung llamó a los demás chicos quienes llegaron enseguida, sus expresiones cambiaron drasticamente al ver a la persona que estaba al lado de la esposa del anterior. Las lágrimas no tardaron en hacerse notar; llorar ya era una costumbre. Pero por fin era por felicidad, no por angustia o por culpa.

-¡Jefe por fin salió! Ya podremos volver a salir y disfrutar. -comentó con una gran sonrisa el más joven y todos le miraron un tanto confundidos- Esperen, el pasado quedo atrás, ¿Bien? Me refiero a diversiones sanas. -rió por la expresión de sus amigos y las mujeres presentes.

-Jungkook me hiciste pensar lo que no era. -se quejo Namjoon y todos se carcajearon, ese era el objetivo principal porque este se ruborizó.

-Ya, dejen a mi esposo. -ordenó su mujer.

-¿Y si no qué? -retaron los demás. Ella solo los fulminó con la mirada y estos se miraron para asentir.

-Así me gusta. -sujetando el brazo de su amado.

-Felicidades por su matrimonio, lamento no haber estado presente ya saben. -buscando las palabras correctas, este reaccionó y palmeo su espalda tranquilizándolo. Solo sonrió, miró a Jungkook -Y tú, ¿Cómo va la relación con tu padre?

-Mejor ya tratamos un poco más, diría que las cosas mejoran de a poco. -Seokjin solo asintió sin decir algo más.

-Debo irme, tengo que cumplir con mi último pedido. -anunció, todos hicieron puchero sacandole una sonrisa al mayor. Después de despedirse se fue al centro para comenzar su labor.

.--.

Llevaba más de cinco horas bajo el sol recogiendo la basura del lugar y barriendo la zona, sin duda alguna estaba realmente agotado. Desde lejos pudo ver un chico que bajo de un auto acompañado por otro mucho más alto, él anterior parecía hablar con su chófer y entró en el hotel, en el que una vez estuvo aquella mujer que sin duda era su progenitora. Intentaba ignorar el hecho de querer mirar más allá porque le causaba intriga, ¿Sería ese chico quién firmaría los autógrafos? ¿Quién era, en primer lugar?

Alejó todo pensamiento de su cabeza necesitaba concentrarse para terminar rápido e irse a casa cuanto antes. Pasaron alrededor de dos horas más y por fin logró terminar, agotado por el exceso de trabajo, pero debía hacerlo. Cosa que cumplió sin quejarse porque a fin de cuentas no debía recibir ayuda, él solo debía limpiar esa zona y lo hizo.

Era libre.

Observó a las personas que se acercaban con intención de hablarle, se dio vuelta para ignorarlas pero una de ellas le sujeto el brazo rápidamente.

-Te necesitamos para ordenar el lugar, tendrás nuestra ayuda no estarás solo. -los miró algo incrédulo, más que una ayuda parecía que se lo estaban exigiendo y eso no le sentó muy bien, sin embargo pensó porqué no ser un poco más amigable. Suspiró para comenzar sin poner queja.

Ordenaron todo el lugar, colocaron las luces, centraron las mesas donde irían los libros que entregaría ya autografiados. No se dio cuenta que había anochecido hasta que minuciosamente detallo el cielo, aunque no se detuvo prosiguió hasta terminar colocando el micrófono y la música de ambiente.

Terminaron después de tres horas y Seokjin estaba exhausto se había sobre exigiendo mucho, suspiró feliz viendo todo terminado, las personas comenzaron a llegar e iba a irse cuando de pronto la gente que yacía presente le estaba impidiendo el paso por el lugar, no era por él que se estaban aglomerando allí sino por aquel famoso escritor que se hizo presente en el centro del lugar captando toda su atención.

Una vez las luces se encendieron dejando ver a la persona que estaba allí parada todo tomó sentido, su vista se nubló inmediatamente. No, no eran lágrimas que se aproximaban sino un malestar que lo invadió, tanteaba para encontrar un asiento libre y así lograr calmar sus nervios, al ver uno disponible no lo dudo. Él volvió, Hoseok estaba allí rodeado por estas personas y eso no lo hacía sentir muy cómodo.

Se sentía inferior.

Se quedo escuchando cada palabra que salía de su boca, los honores que recibía por parte de los jurados y los aplausos que obtuvo del público. Jung Hoseok había logrado su sueño.

-''Me siento orgulloso de ti.''
fueron sus pensamientos.

Apartó a la gente que lo rodeaba para darse paso y marcharse rápido no podía estar más tiempo en ese lugar, debió haberse ido antes cuando por fin lo pudo lograr miró las calles. Notó que no podía avanzar y se quedo allí, mirando a la nada. Luego de unas horas todos ya se estaban yendo a sus hogares, la fiesta había llegado a su fin.

Mientras la fiesta era realizada desde el escenario Hoseok pudo captar lo que nunca pensó volver a ver, esa persona estaba allí o solo era un espejimo de su mente jugándole mal, pudo continuar todo sin verse afectado por ese detalle pero no quería quedarse con la duda, quería saber si era verdad que estaba ahí mirándole.

Quería verlo después de mucho tiempo.

-''Increíble.''

Seokjin centró su vista en un punto fijo y escuchó aquella voz, esa voz por la que lloró en silencio en su celda, esa que extraño en sus momentos de soledad, la que una vez le hizo sacar más de una sonrisa, esa que borró de su rostro.

-¡Seokjin!

Giró sobre sus talones quedando frente a frente, ambos estaban nerviosos, ¿Como no? Ha pasado un largo tiempo desde la última vez que se vieron.

-Hoseok... -musito en respuesta.

Sus miradas se conectaron, sus labios temblaron cuánto se extrañaron. El amor seguía muy vivo y presente, era fácil notarlo.
No todo había cambiado.

-¿Cuándo? -preguntó su ex novio con la vista cristalizada, el otro entendía muy bien a que se refería.

-Hoy. -contestó restándole importancia al asunto. Aunque por dentro era lo contrario.

-Oh vaya... -fue interrumpido sin darse cuenta.

Aquel fue más rápido y sujeto su mano, lo guió a un lugar alejado de los restantes que quedaban, lo miró a los ojos cuando lo tuvo cerca y en frente, él tenía un plan en mente y quería llevarlo acabo, se lo había prometido desde que estuvo en aquella celda y ahora que tenía la oportunidad no la iba a desaprovechar, sino resultaba lo aceptaba pero al menos debía intentarlo y no quedarse con la duda.

Lo miró a los ojos para trasmitirle sus sentimientos por medio de ese acto, el contrario por alguna extraña razón se imaginaba lo que se avecinaba y aunque quería irse y no cometer el mismo error de nuevo, tenía que aceptar que las cosas no eran del todo de ese modo.

-Te pido que me des otra oportunidad juro que he cambiado, recibí ayuda especial. -decía explicando los hechos desde aquella vez en que él se fue, dejándolo solo hasta ahora.

Hoseok no sabía que hacer su vida en Estados Unidos fue una maravilla. Por otro lado jamás pudo enamorarse de alguien más, su corazón le pertenecía a ese chico parado frente a él, ¿Cómo confiar después de sus actos? Su mente lo detenía y su corazón lo empujaba. ¿Cuál sería la mejor decisión?

-Y-yo no sé que decir respecto a eso. -concluyó triste tratando de sonar lo más normal posible no siendo muy bueno en eso. Lo amaba, claro que era así pero él no lo valoró en su momento. ¿Cómo aseguraba que ahora lo haría?

Seokjin enfocó su vista en el suelo una vez bajo su cabeza, se sintió impotente de no poder cambiar el pasado. Cayó de rodillas al mismo, sujetando las caderas del contrario y apoyando su cabeza en su torso.

-Juro que cambie. -con las lágrimas empapando la ropa de su ex- Dame una última oportunidad te lo suplico. -sollozando fuerte, arrodillado frente a él. Hoseok le tomó el rostro entre sus manos e hizo que lo mirará. Sus rojos e hinchados ojos lastimaron su corazón- Si cometo el mismo error mándame al corredor de la muerte no me opondré, pero quiero esa oportunidad para enmendar el daño que te hice . -finalizó apartando las lágrimas con brusquedad.

No apartó su mirada de él, quería gritarle; ''No, vete a la mierda'', sin embargo eso rompería su alma sería una cruel mentira decir esas palabras. Ese hombre enamoró cada célula de su cuerpo a tal punto de jamás poder olvidarle. Él también lloraba en silencio cada noche, la necesidad de estar con él, su olor, su sonrisa, sus labios gruesos y su cuerpo. Él.

También le extrañó a la distancia.

El espacio que había entre ellos desapareció cuando Hoseok junto sus labios en un beso cargado de amor y a los dos los invadió la nostalgia del momento, le importaba poco quién los llegase a ver ellos se amaban, el mundo podía saberlo, los errores son parte del camino y todos merecen por ende una segunda oportunidad. Y eso nadie lo podía discutir. Si quince años no pudieron con ellos, menos personas intrusas o chismes de envidiosos.

-Solo una más, si me fallas. -mostrando su dedo indice- Con dolor te veré morir en aquella silla eléctrica. -fijo serio.

El mayor tragó seco pero asintió sin oponerse, una sonrisa apareció en los labios de Hoseok y los mismos volvieron a unirse de forma dulce con los de Seokjin. Sin duda aquel hombre había cambiado, ya no buscaba solo entrar en él ahora buscaba valorarlo, respetarlo y darle su espacio podía percibirlo sin equivocarse.

La familia de Hoseok asistió al evento y vieron aquella escena haciendo que ambos se sonrojarán. Primera vez que los descubrían en esa situación.

Aquellos nunca supieron ese secreto, no salió a la luz. Eran ajenos a la razón real de la partida de Hoseok y la desaparición de Seokjin, en cierta forma estaba todo bien así.

-Felicidades por su matrimonio. -gritó Seokjin con entusiasmo hacía la pareja.

-Gracias cuñado. -contestó un feliz Jimin, Yoongi solo sonrió en señal de agradecimiento.

Nadie presenció aquellas palabras dichas por los dos chicos para no crear problemas, decidieron que el secreto del porqué su separación quedaría entre ellos, era más sano de esa forma y así evitaban las preguntas que darían paso a muchos recuerdos que preferían dejar mejor en el pasado.

-¿Aceptas caminar conmigo hacía la felicidad? -preguntó un Seokjin sonriente, con un semblante diferente. Aquellas terapias le fueron de mucha ayuda, lo agradecía internamente.

Hoseok elevo la mirada hacía delante, pero evitó a toda costa mirar hacia atrás. Sacudió su cabeza evitando cometer aquel error.

-Acepto ir contigo hasta el fin del mundo. -contestó riendo por el hermoso momento dejando a la vista de su ahora nuevamente novio, su perfecta dentadura.

Sus manos se entrelazaron, sus miradas se conectaron para luego desviarla al frente de la carretera y juntos dieron el primer paso hacía su felicidad próxima.

Ya no hay temor, dolor, triste, depresión o lágrimas. Eso quedo atrás de una vez por todas, este era su nuevo comienzo juntos.

Por fin podían caminar tomados de la mano sin sentir culpa o ser reprochados por la sociedad, aún quedarían las cicatrices para algunos, pero ignorar sería lo mejor en este caso no muchos los entenderían.

Les había llegado su momento de brillar.

Y lo aprovecharían, juntos.

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Bueno he aquí el extra II, disfrutenlo
Errores decirme
¿Desorden? Ya listo <3

El epilogo para mañana, sin falta.

Los/as quiero, gracias por su apoyo.

Besos mis Porcornitos y Porcornitas <3 *korazonez*

Triste pero cierto.|| 2Seok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora