El fin de semana pasó y el martes a la tarde salimos hacia El Pato, una pequeña localidad cerca de la Ruta 2 en donde quedaba el country de los tíos de Lola. Nos habíamos dividido en dos autos para viajar cómodos y tranquilos. Papá me había prestado la camioneta para que llevemos todo lo que necesitábamos, por lo que además de las valijas de las chicas yo llevaba la comida que habíamos comprado en un mayorista. Mi bolso iba en el auto de Alan junto con el suyo y el de Seba. Conmigo viajaban Male y a Cami mientras que en el otro auto iban los chicos con Juli y Lola.
Las chicas iban hablando de las fotos que Cami le había sacado el martes a la noche a Male para su trabajo de fotografía. La negra decía que había aprobado y al profesor le habían encantado. Subió un álbum a facebook con las fotos y la verdad era que estaban geniales.
—¿En qué momento dejé que me convencieran para hacer el viaje sólo con ustedes dos?
Me quejé después de escucharlas chismear por medio camino mientras ingresaba a la estación de servicio a la altura de Wilde para cargar combustible, porque no lo había hecho antes de salir, y hacer parada técnica en los baños.
—En el momento que Male volvió y no te querés separar de ella. —La respuesta de Camila me hizo reír.— Pregunta: ¿también piensan dormir juntos estos días?
—No sería la primera vez. —Ante mi comentario la rubia rió y me pegó en el brazo antes de bajar del auto.
—Voy a comprar para comer y para tomar, ¿quieren algo? —Ofreció y le hicimos los pedidos.
—¿Así que durmieron juntos? —Me cuestionó Cami con tono sugestivo cuando volvió del baño y nos encontramos al costado del auto. Asentí pero me mantuve callado.— ¿Y me vas a decir que no te pasó nada durmiendo con ella? Ya no tienen seis años como para dormir juntos...
—No pasó absolutamente nada. Yo le pedí que se quede conmigo el día que llegó porque no quería estar solo después de tenerla conmigo toda la tarde, me hace bien su compañía.
—¿En algún momento vas a admitir lo enamorado que estás de ella?
—No estoy enamorado de ella, negra. No sé porqué todos insisten con eso. —Protesté.
—Porque no somos tarados y nos damos cuenta que la tratas distinto al resto de las mujeres, incluso diferente a nosotras que también somos tus amigas o a las chicas con las que salís.
—Eso es porque la conozco desde que tengo memoria y es mi mejor amiga desde ese momento.
Rodó los ojos.
—¿Me vas a negar que volvió mucho más potra?
—Malena siempre fue hermosa. —Sonreí.
—¿No te pasó nada cuando la volviste a ver?
—¿De qué hablan? —Preguntó la rubia llegando a nuestro lado, salvándome de responder. Los dos nos quedamos en silencio, mirándola.— ¿Interrumpí algo?
—No, estáb...
—¡Jodeme! —Me interrumpió con un grito que llamó la atención de una familia que pasaba cerca nuestro.— ¿Ustedes dos están en algo?
Cami y yo estallamos en carcajadas.
—Ya deberías saber que me gustan los chicos más grandes, amiga. —Le dijo divertida la negra.
—¿Vos queres que Alan me mate? —Me horroricé. Él nunca perdonaría a que uno de sus amigos esté con su hermana.
—Y... —Insinuó y las dos rieron pero a mí no me causó gracia.— Es broma, boludo. —Aclaró antes de darme un beso en la mejilla y abrir la puerta de la camioneta.— ¿Vamos?

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El poder de un beso
Romantik|| It's the first kiss, it's flawless, really something, it's fearless ||