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[Horas antes]

- ¡Este es, este es el instrumento de Tyler!

Jenna pudo identificar el ukelele del castaño, recogiéndolo del piso y pasándoselo a una de sus viejas amigas.

- En serio, no entiendo nada de lo que está pasando - Replicó Valeria, cruzándose de brazos mientras veía a Verónica vigilar el probable paradero del hombre "misterioso".

- Ya te dije que me escapé de la mansión en donde me hospedaba, por esa misma razón, ahora me están buscando. ¿Tan difícil es entender eso?

- Uff, ya no te alteres. Pero es que desaparecer de un día para otro se nos hizo muy difícil evitar preocuparnos.

Entre ambas sigas discutían, Verónica alertaba en silencio que se acercaba alguien. Por lo tanto, rápidamente las tres se escondieron por la zona de las cabañas, tirándose al piso justo encima de la madera de la gran terraza.

- Es él, es el mismo muchacho que te llevaba en brazos, Jenna.

Valeria estaba muy segura de ello, por lo que, de repente, sintió como su cuerpo comenzaba a erizarse con tan sólo visualizar la intimidante mirada de ese hombre alto.

- ¡Mierda, se dirige hacia acá! - Se asustó la susodicha.

- Vengan, por acá - Señaló la rubia.
- Escondámonos entre los árboles del mirador.

Sugirió y las otras dos asistieron.
Cuidadosamente, las tres caminaron con pasos silenciosos, pero rápidos, hacia el lugar en que había ocurrido todo.

Jenna experimentó el arrepentimiento y la presión de la culpa al imaginarse aquella escena que cambió todo, que cambió el sentimiento directo de una relación muy poderosa y duradera.

Es horrible poder saber que tu arruinaste algo bonito sólo por la desesperación de poder ver otra ves ese alguien que te miraba distitno a como lo hacían otras personas, sin embargo, y como es obvio, es oficial que esa persona ya no te querrá por haberla dejado de un día para otro sin ninguna explicación. Escapar de las inseguridades de la vida y pensar que es mejor tomar un camino que sabes que te hará más daño de lo que te provoca la realidad de tus días.

Jenna no pudo contenerse en mirar el ukelele de Tyler y sentir las emociones que, algunas vez en su corta vida, había sentido por él. No debía amarlo, ella no debía dejar que sus impulsos controlen su cerebro.

Valeria, al ser la más escondida entre el gran tronco del árbol, le llamó mucho la atención de Jenna cuando contempló el instrumento.

¿Qué haría una chica como ella en este lugar?

¿Qué es lo que estaría buscando?

Esta tiene mucho interés en saber, por lo que no dudó en ir donde su mejor amiga para discutir sobre ello. Verónica está un poco lejos de ella, pero no se demoró mucho en ser precavida y esconderse junto a su acompañante detrás de un tronco.

- ¡Vero, te estoy diciendo que es muy raro!

- Por favor, no te pongas pendeja y cállate de una vez.

Y como siempre, Verónica debía de aguantarse las tontas explicaciones de su mejor amiga.

- Oye, ¿Y Jenna? - Se preguntó Valeria, mirando preocupadamente hacia donde, supuestamente, debía de estar Jenna.

- ¡Mierda, no está! - Las dos corrieron hacia el escondite de la rubia, pero, efectivamente, la de ojos azules no estaba.

- ¡La pura madre, se la llevaron!

Work Hard  [Joshler/Tysh]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora