Harry Styles.
El teléfono de Hannah comienza a sonar cuando estábamos preparandonos para irnos a casa de mamá.
*Llamada entrante de 4 1 5 6 3 7 0 8 2 7*
La voz robótica del celular envuelve nuestro espacio.
Yo dejé lo que estaba haciendo para ver a Hannah que estaba sentada en la cama con el ceño fruncido. Toma el celular y dice un pequeño "contestar" seguido se lleva el aparato a su oreja.
—¿Si?... ¿Quién habla?... Oh, Thom.
¿Por qué la estaba llamando?
Ese chico no me daba nada de confianza...
—Si, estoy en Londres... Uhmm si, gracias... Gracias.... Será en otra ocasión voy de salida... No hay problema.... Nos vemos.— ella bloquea el celular y lo vuelve a poner en la cama, cerca de ella. Sus facciones eran tensas y creo que me estaba buscando de cierta forma.—¿Harry?
—¿Si?.
—Yo, lo siento, al parecer mi tía le dio el número.— habla mientras juega con sus manos.
—No te preocupes.— si les soy honesto, sentía un poco de celos, lo que era estúpido, pero aún así el sentimiento de molestia ante la existencia del pelinegro estaba.—¿Solías pasar mucho tiempo con él?— decido indagar en el tema.
—Si, mucho.— dice bastante bajo.—Llegaba por las tardes, no siempre pero...
—¿Qué hacían?— tenía demasiada curiosidad ante la relación que los dos llevaban.
—Muchas cosas en realidad. Me ayudaba a distraerme con cualquier actividad que se le ocurriera; jugar a las adivinanzas, tocar el piano, leerme libros... en ese tipo de cosas se basaban sus llegadas.— lo poco que había visto, lo poco que sabía, se podía notar el interés de él hacia ella... Hannah es condenamente hermosa y no dudaría que gustará de la castaña.
—¿Entonces se podría decir que son cercanos?– agarro mi bolso y lo pongo en la entrada junto a la maleta de Hannah, así regresando a su lado nuevamente.
—Si... algo así.
—¿Se conocen desde hace tiempo?
—Lo conozco desde que tengo memoria, pues siempre ha sido vecino de mis tíos, pero hasta que fui a vivir con ellos se acercó a mí.
—Ohhh, entiendo. Es bueno saber que tenías alguien que te hiciera compañía...— acaricio levantemte su pierna antes de levantarme nuevamente.— Bueno bajaré las maletas. Ya regreso– me voy a la puerta, agarrando los bolsos para ir a la planta baja.
Era tan absurdo el sentimiento que tenía plantado en el pecho; celos.
En estos casos mi madre me diría "Eres Harry Styles, cariño", y un demonio. Con Hannah no lo veo así. Mi apariencia y posición no eran nada en ventajas para con ella y que el pelinegro haya compartido tanto con ella, simplemente me ponía celoso.
Y repito, es absurdo porque ni siquiera existía personalmente en la vida de ella en esos momentos.
Salí de la casa hacia el auto y subí las maletas al valijero. Una vez las cosas dentro volví por donde vine.
—¿Por qué le diste mi número a Thomas?... No debiste, tía... Luego no va dejar de llamarme sabes cómo es...— logro escuchar a medida que voy llegando a la habitación y cuando estoy dentro de esta la castaña se inmuta al sentir mi presencia.—Hablamos luego– bloquea el celular.— Lo siento si te molesto que Thom llamará yo no tenía idea.— se levanta de la cama y estira sus brazos para que la alcanzará