Capítulo 33

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Hannah Smith.

Desde que había sucedido nuestra primera vez juntos nos habíamos puesto demasiado activos en ese aspecto, a tal punto de sentirme cómoda al estar encima de él sin perjuicio alguno.

Sus manos me sujetaban con fuerza por las caderas, para que en cada vaivén que daba de arriba hacia abajo me sintiese segura al hacerlo.

—Lo estás haciendo perfecto, amor.— suelta mi novio con la voz tan grave que es capaz de lograr erizarme la piel.

Sus manos se ajustan un poco más para que la caída en él sea con fuerza, logrando que ambos jadeáramos ante lo placentero que resultaba el contacto.

Era increíble para mi llegar a sentir todo esto, esas emociones que sobrepasan y nublan todos mi sentidos.

Todo esto era nuevo para mi, el deseo de mi cuerpo por estar con él, la reacción de mi cuerpo al estar con él y mi ser entero entregándose a él.

Me avergonzaba hasta cierto punto experimentar todo esas cosas pero al hacerlo junto a él, que no hacía más que hacerme sentir cómoda con cada una de sus acciones y palabras, todo esa vergüenza que solía existir, desaparecía.

El control que estaba llevando desaparece cuando mis espalda pega contra el colchón y mis manos son sujetadas a los costados de mi cabeza.

—Me vuelves locos de todas las maneras posible, Hann.— aquel susurro contra mis labios es respondido por mi parte con un gemido al sentir como entra en mi con una fuerte estocada.—Me encantas tanto.— con mi lengua contorneo sus labios para luego sujetar con delicadeza su belfo para empezar a besarnos mientras sus estocadas se volvían cada vez más seguidas.

Los gemidos y jadeos de ambos acabaron en la boca del contrario, y lo frecuente de aquello solo indicaba la llegada de ambos al mismísimo paraíso.

—Te amo.— dice una vez logramos recuperar la respiración. Siento su sonrisa antes que dejase un pequeño beso en la punta de mi nariz.

—Yo a ti.— enrollo mis brazos por su cuello y encuentro la manera de besar su mejilla.

—Iré al baño a sacarme el preservativo.— me avisa soltándose suavemente de mi agarre y dejando un corto beso en mi labios. Yo asiento y busco el borde de la sábana para poder abrigarme.

Me sentía bastante agotada y en realidad era mala idea haber hecho esto cuando en un par de horas teníamos que estar alistándonos para irnos al aeropuerto.

Dos semanas en Los Angeles se habían ido volando, pero tal como lo había pensado, la estadía en dicha ciudad si cambio muchas cosas.

La primera era respecto a Samantha... por fin se fue de nuestro lado. Sin embargo, lo que conllevó a que eso pasara me seguía mortificando un poco.

Mentía si decía que sus palabras no me quedaron haciendo mucho eco, inclusive sentía mi corazón oprimirse cada que recordaba sus menospreciables palabras hacia mí.

Pero la vida sigue ¿no? Y no tenía de otra que retener ese mal sabor.

Harry me lo dijo, no tenía porque guardar esas palabras, y trabajo en ello, pero es entendible que me sintiera dando vueltas aún en ese momento... lo superaría.

Y lo segundo se resumía en un noticia que movió mi existencia misma.

Harry me leyó los mensajes con su hermana luego de que pasara horas dando vueltas de un lado a otro poniéndome nerviosa al no saber que es lo que pasaba.

¿Una posibilidad para recuperar la vista? Parte de mi decía que eso era imposible y que no me ilusionara, pero la otra decía que me emocionara y tuviera fe en aquello.

BLIND⇝H.S |||Editando|||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora