Hannah Smith.
Tener a Harry de vuelta a mi lado me hace muy feliz, cada momento a su lado sin duda era especial, pero tener encima la mirada de la dichosa Kendall Jenner definitivamente era un fastidio.
Sin embargo, no deje que su presencia me arruinara la salida. Estaba en Ghirardelli quitándome los grandes antojos de chocolate y tenía a mi lindo novio junto a mí, mirándome con esos ojos tan lindos que solo me demostraban amor y admiración, compartiendo conversaciones de interés para ambos.
Nuestra burbujita parecía no gustarle a la pelinegra porque había tratado de llamar la atención en repetidas ocasiones, la escuchaba reír con tanto dramatismo desde que nos sentamos en la mesa, lo cual era muy raro porque la mujer con la que estaba no reía, se miraba incómoda de hecho.
—Oh ¿sabes amor? Pronto se estrenará la segunda parte de Mamma mia, tenemos que verla.— asiento animadamente ya que ambos teníamos un gran gusto por ese película.
—¡Deberíamos de ver la primera otra vez!
—Cuando lleguemos al hotel nos acostaremos a ver películas, haremos maratón.— me rio de su entusiasmo y asiento repetidamente. Luego de unos segundos observa con insistencia el reloj.—El mesero ya se tardo en traer la cuenta.
—Esta bastante lleno, seguro esta ocupado.— digo sintiéndome un poco incomoda con el hecho que ya habían bastante personas en comparación al momento que habíamos entrado.
—Si, de hecho estoy notando muchos celulares en dirección a nosotros.— dice un poco disgustado.—Sabes, iré a pagar directamente.
—Okay amor, ve. Talvez así logramos salir antes.— se acerca para besarme la frente y yo sonrío por su acto.
—Ya regreso.— asiento y lo miro irse hasta la caja. Yo termino de comer lo último que tenía de brownie y luego bebo un poco de agua para no sentirme tan empalagada por todo el dulce que había comido.
Decidí no prestarle atención a lo que sea que estuviese pasando a mi alrededor porque sino sabia que la ansiedad iba a ganarme. Pero eso duro poco por el resonar de unos tacones en el suelo de hormigón pulido con tanta fuerza que me dio jaqueca.
Una figura alta y delgada hace presencia frente a mí. Tuve que alzar mi cabeza para poder ver finalmente el rostro maquillado que mostraba cero imperfecciones, de la responsable de darme dolor de cabeza en cuestión de segundos.
Oh, esta tratando de hacer una estúpida escena.
Suspiro pesadamente antes de hablar.
—¿Se le ofrece algo?— le pregunto manteniendo mi tono amable.
—¡Oh nada! solo pasaba a saludar, acabo de reconocer a Harry cuando se levanto...— ¿qué tan hipócrita podía ser?—¿Tú debes ser Hannah no?— sin ninguna expresión en mi rostro asiento.—Harry me hablado mucho de ti, mucho gusto.
Quería reírme. Estaba tratando de doblegar sus palabras y eso conmigo no iba a funcionar.
—Oh ¿eres amiga de Harry? ¿Cómo te llamas?— su falsa sonrisa se tuerce.
Punto para mí.
—Si, de hecho, soy muy amiga de él. Soy Kendall Jenner.
—¿Kendall? hmmm lo siento, nunca te ha mencionado.— no puede ocultarlo más y ríe con amargura.—Un gusto de todas formas.
—Interesante que no me haya mencionado, eso quiero decir que te ocultas cosas... De mujer a mujer, yo me preocuparía. Harry no es el hombre más fiel que digamos, te lo digo por experiencia.
