Capítulo 57

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Harry Styles.

Los días en California estaban llegando a su fin. Mañana por la mañana debía abordar el vuelo que me llevara a Buenos Aires para continuar con la gira, lo cual me emocionaba mucho pero el tener que alejarme de Hannah, nuevamente, no dejaba de ponerme triste.

No obstante, estaba muy feliz de haber tomado estos días y pasarlos a su lado, los necesitábamos, lo necesitaba.

Claro que el encuentro con Kendall es algo que no hubiese querido que pasara, y que a pesar que la castaña no se notaba afectada en demasia, era algo que me dejaba un poco intranquilo.

Esta embarazada, joder, lo menos que quiere escuchar es la clase de comentarios que hizo la pelinegra.

Volviendo a recalcar, si, era cierto que no había pensado en hijos antes, pero era porque fácilmente no me sentía ni en el lugar ni con la persona correcta para sacar a relucir el tema. Y si, también estaba en el momento más importante de mi carrera pero ella no tiene una jodida idea de cuanto quiero a esta mujer que está con la mirada perdida en la ventana del auto, acariciando su barriga, donde por cierto, se encontraba mi hija y la jodida Kendall no sabe cuánto quiero a esa bebé.

En efecto su opinión me importa una mierda, pero tampoco es que disfrute que vaya por la vida expresándole a todo el mundo su inconformidad acerca de MI vida.

Agradecía el hecho que Khloe me había texteado el mismo día del incidente pidiendo disculpas por el comportamiento de su hermana. Era muy amable de su parte.

—Que frío hace.— el comentario de mi novia me saca finalmente del lío de pensamiento que se tenía mi cabeza. La miro estirando las mangas de su suéter para cubrirse las palmas y rio por lo bajo.

Le subo a la calefacción mientras sigo conduciendo.

Quería disfrutar cada segundo que me quedaba a su lado, así que hemos decido ir a Twins peak, el mirador favorito de Hannah, pero la noche estaba bastante fría así que no creía que tardaramos mucho afuera.

Me desvío a un Starbucks para comprar bebidas calientes ya que cuando estemos en el mirador recibiremos aun más pesado el frío que envolvía esta noche tan iluminada.

Una vez llegamos, estacione el auto y nos acercamos hasta el muro. Habían unas cuantas personas más pero todos estaban en su propios asuntos.

La vista que ofrecía el lugar era sin duda hermosa.

—Ya veo porque te gusta tanto este lugar.— sonrío viendo el horizonte.

—Solía venir mucho de pequeña. Había días en los que papá tenía que quedarse hasta noche en el trabajo, y a mamá no le gustaba que manejara tan noche, mucho menos cansado, entonces veníamos acá a hacer tiempo mientras el terminaba su turno.— explica tranquilamente

Sonrío.

Me hubiese encantado haber conocido a la mamá de mi castaña. Cada cosa que se me era contada de ella era un reflejo de lo que es Hannah en sí. Y sin duda hubiese sido agradable compartir con ella.

—Tú papá era afortunado de tenerlas a ambas.— digo antes de darle un pequeño sorbo a mi café. Ella sonrío cabizbaja, sin duda se sentía nostálgica. Sin embargo, luego de la operación había notado que el recordar a sus padres ya no era tan doloroso como antes.

Podía notar fácilmente lo aliviada que se sentía ahora de haber sobrevivido a ese horrible accidente. De que apesar de haber pasado siete años en oscuridad, la luz a final del túnel había valido la pena.

Sabía que ese tema había sido una constante lucha interna para ella, pasar años cuestionandose de que si en verdad había valido la pena haber sobrevivido si se encontraba en lo que ella se refería como una miseria, quedando ciega, sin sus padres, sintiéndose prácticamente sola.

BLIND⇝H.S |||Editando|||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora