BLIND⇝H.S |||Editando|||

Capítulo 11

Harry Styles.

Había pasado un mes desde que miré a Hannah por última vez.

Si, un mes.

La última noche que estuve con ella, compartí una cena demasiado agradable junto a sus tíos. Tuvo mucha suerte de que ellos hayan pedido su custodia, su matrimonio esta lleno de esfuerzo, apoyo y amor, era lo mejor para la castaña, especialmente en medio de las tragedias que le tocó vivir.

Aprendí mucho más de ella, en el como se desenvuelve en su hogar, como es capaz de realizar acciones que para su condición es meramente dificultoso. Y a pesar de atravesar una que otra dificultad en el proceso de hacer actividades cotidianas, era simplemente digno de admirar porque llegar al punto en el que ella es capaz de hacer tantas cosas a pesar de esa incapacidad se debe a tantos años de práctica y a que se tuvo que acoplar, de manera obligatoria, a su nueva vida.

Despedirme no fue tan fácil como creía. Al segundo que estuve de vuelta en la camioneta sentía la necesidad de tenerla cerca.

Camino a Los Angeles estuve pensando que lo que sentía hacia ella era un capricho, talvez alguna especie de calentura, o no algo tan lejano como la compasión, pero ahora, luego de todos este tiempo, sé que eso no era más que un pretexto para engañarme a mí mismo y alejarme de ella, por miedo arriesgarme a un asunto incierto.

En cuanto recibí el primer mensaje de su parte, el cual era una nota de voz, ese pensamiento se esfumo totalmente.

Me siento atraído hacia esa chica y no lo puedo evitar por más que no quisiera.

Cuatro semanas habían pasado y el famoso descanso de la banda había comenzado.

Luego de San Francisco tuvimos dos conciertos seguidos en L.A, después vinimos en un vuelo directo a Londres, donde dimos los dos últimos conciertos de la gira y una presentación en The X Factor, dando así el fin a One direction. Por más que quisiéramos entre los cuatros retrasar aquel tema, muy dentro estábamos consciente que habíamos dado un fin, que talvez, en un futuro se podría revivir, pero que no sería un futuro cercano y mucho menos en sentido extenso.

Dolía demasiado darle cierre a lo que nos hizo triunfar, y aunque pasamos por malos momentos los buenos resaltaban más. Pero cuando algo llega a su fin no hay forma que uno pueda luchar contra lo inevitable.

Cuatros semanas en las que aquel dolor no se hizo tan fuerte sino fuese porque la pequeña castaña se había adueñado de mis notificaciones. Mensaje de voz tras extensas llamadas telefónicas.

Mi distracción total.

Escuchar su voz era un martirio por dos razones, la primera porque me hacía extrañarla, y la segunda porque por muy retorcido que sea, su voz me prendía de sobremanera. No sabría explicar como aquella dulce y suave voz lograba hacer que mi piel ardiera.

Hace una semana que estaba en casa de mamá y en una semana era mi cumpleaños y así mismo el cumpleaños de Hannah.

Mi plan es ir a verla.

Me importa una mierda mi cumpleaños, pero si algo quisiéra de regalo es poder verla. Añoraba por volver a rodear su pequeño cuerpo sobre el mío. Necesitaba hacer algo porque la cantidad de sentimientos que despertaba en mí y los continuos anhelos a su persona era la clara idea de cuánto gustaba de ella, pero siempre he tenido la idea de que con un beso se da la verdadera respuesta a todo.

Si, pensaba besarla.

—¿Adivinen quién se cortara el cabello?— dice mamá mientras comíamos.

—¿Tú?— cuestiono.