Capítulo 55

2.2K 123 36
                                    

Harry Styles.

Cuando llegamos al hotel lo primero que hago es poner nuestras maletas a un lado de la cama. Miro a Hannah yéndose hasta el ventanal de la habitación para abrir las cortinas que cubrían la brillante noche.

Me acerco a ella, la abrazo por detrás y meto mi cabeza en su cuello para darles pequeños besos que la hacen reír.

—Ven, sentémonos acá.— la jalo conmigo hasta el asiento que esta justo a un lado de nosotros y que nos sigue dando vista a la iluminada cuidad.

La ayudo sentandose sobre mi regazo y pasa sus piernas por encima del apoya brazos del cómodo sofa. Vuelve su vista al ventanal y recuesta su cabeza en mi hombro.

—¿Te gusta ver la cuidad tan iluminada?— pregunto dejandole caricias sobre su brazo.

—¡Si! muchoo. Aunque me sigue abrumando algunas veces estar frente a tanta luz, no deja de fascinarme que puedo ser capaz de verlas nuevamante.

Esa sonrisa tan linda ha sido la recompensa a todo.

—Mira, desde aquí se puede ver el rótulo de Ghirardelli.— me señala las letras de la famosa chocolatería.—Tengo mucho de no ir ¿podemos ir uno de estos días, amor?.— levanta la cabeza y enrolla sus manos sobre mi cuello y me da pequeñas caricias en la parte trasera del cabello.

—Claro que podemos ir, Hann.— la tomo por la mejilla y la atraigo para darle un suave beso en sus labios.— Donde tú quieras.

—Deja de consentirme tanto que luego te dejaré en la calle.— bromea casi riéndose de sus propias palabras, las cuales me hacen reír.

—Es difícil no consentirte cuando me miras de esa forma.— me sostiene la mirada pero puedo notar el rubor creciendo en sus pómulos.—Bonita mía...

Corto la poco distancia que separaba nuestro rostos, capturos sus labios y son correspondidos de inmediato por los de ellas. El contacto es suave, ambos sabemos que queremos capturar cada emoción que nos invade cada vez que nuestros belfos se unen, el que nos estemos acariciando el uno al otro luego de un tiempo.

Oh Hannah, ¿qué me has hecho? ¿qué hiciste para que me sienta en una jodida nube cada que estoy a tu lado?

Soy un tonto enamorado.

Soy tan feliz, feliz de que todo lo que es ella forme parta de mí, de mi vida.

Es por ello que cuando estamos lejos se sentía como una tortura. Sabiendo como se siente tocar el cielo, cuando no tenía nada de eso solo vivía en el constante anhelo de querer volver a ese hermoso lugar llamado hogar.

—Te extrañé tanto.— me dice terminando la unión de nuestros labios en un ligero puchero.

—Tambien te extrañé, como nunca antes.— acaricio sus mejillas y dejo un pequeño beso en la punta de su nariz.—También extrañé a esta preciosura.— llevo mis manos a su abdomen.

—Estoy segura que tambien te extraño mucho.

—No puedo creer cuanto ha crecido.

—Te juro que siento que voy a estallar.— ríe mientras se sube la sudadera que llevaba puesta y así me deja acriciar su tersa piel.

—Tus pechos tambien van estallar.— hago el comentario con gracia y con una ceja alzada. Ríe por lo dicho pero rodea los ojos.

—Ya lo sé. Y pensar que se pondrán más grandes me aterra, los dolores de espalda estarán horribles.

—Pobre, mi niña. Pero estaré ahí para darte todos los masajes que necesites.

—Gracias, bonito.— esta vez es ella que deja un pequeño beso en mi nariz.

BLIND⇝H.S |||Editando|||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora