Harry Styles.
Despertar al lado de Hannah era de mis cosas favoritas.
Esta abrazada a mi cintura con su pierna encima de las mías y su rostro puesto sobre mi pecho. Muevo un poco mi cabeza para poder verla mejor y quedarme embobado una vez más por ella.
Estoy enamorado, y no me importaba repetirlo una vez más.
Su belleza seguía pareciéndome irreal y aquello me tenía cautivado, no me cansaba de quedar así de tonto por apreciar lo linda que era hasta durmiendo.
Acomodo los cabellos que tapaban un poco su rostro y sonreí al ver sus labios abultados y su entrecejo fruncido.
Indescriptiblemente hermosa. Y no solo físicamente, porque si bien me desvivía por su belleza, lo que me tenía atrapado a ella era su forma de ser, todas esas cosas que juntas la hacían ser ella.
Muy enamorado me encontraba y estaba feliz de que así fuera.
Acaricio su mejilla y suspiro al recordar la situación de ayer con Samantha.
Esto no podía seguir, y fue gran error mío dejar que llegara a este punto donde a final de cuenta nos hizo discutir por asuntos en los que ella no tenía porque meterse. No debí dejar que siguiera con nosotros desde que la observo de aquella manera debido a nuestra primera vez juntos, ella lo supo y le molestó y no fui capaz ver eso como una señal de alerta.
Pero ya las cosas habían pasados y mi deber estaba en cortar todo eso antes que llegue a más. Ni siquiera me quería detener a pensar el porqué de sus intenciones, pero ya era un hecho para mi, que estaba siendo recelosa con Hannah y eso era algo que no iba a permitir.
Suficiente tenía con que afuera tuviera a muchas personas literalmente detestando nuestra relación.
Talvez era porque no le prestaba mucha atención y porque no me gustaba hablar de ello, pero en lo que respecta mi relación ante los medios y demás... era al parecer un tema de mucho interés.
Incluso me he encontrado con personas que me han hecho comentarios ya sean directos o indirectos de mi relación, por el mismo morbo o incluso disgusto. Cosas acerca de como ellos creían que funcionaba nuestra relación, o si el estar con ella era por lastima o inclusive que si estaba consciente de que no éramos compatibles y solo me estoy dando un carga, y muchísimas cosas más que solo iban en caída hacia lo insólito.
Me disgustaba, pero no iba gastar ni mi tiempo ni esfuerzo en tratar de explicarles nada cuando los ignorantes y morbosos eran ellos.
Yo estaba claro de mis sentimientos, no tenía dudas ni miedo de expresar lo que sentía por ella. Se sentía correcto y recíproco.
—Buenos días, bonita mía.— digo en un pequeño susurro cuando la mano de Hannah va directo a su cara para restregarse los ojos. Una pequeña sonrisita sale de sus labios y se esconde en mi pecho volviendo abrazar mi cintura
—Buenos días.— meto mi mano debajo de la sábana que nos cubría para dar pequeñas caricias en su espalda descubierta.
A pesar del mal rato con Samantha, nuestro día no acabo para nada mal. La acompañé a que pasara más tiempo en la piscina, cenamos, platicamos mucho y luego terminamos dándonos amor, como solo ambos podíamos hacerlo. Fue totalmente increíble.
Amaba cada momento con ella, pero cuando podía sentirla de esa forma, era como tocar el mismísimo cielo.
—¿Dormiste bien?.— asiente y deja un pequeño beso sobre mi pecho.
—Siempre que estoy contigo lo hago.— saco una pequeña risa ante su respuesta casi inaudible.
—Si no dejas de ser tan tierna tendré que comerme a besos esa carita tan linda que tienes.
