Capítulo 48; Desastre.

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Y sí realmente no mentía en ello, respecto a mis sentimientos, siempre había sido muy buena respecto a ello, pero cuándo esa persona me había destrozado por completo todo cambió dejando atrás mi antigua "yo", por alguien totalmente rebelde, con un...

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Y sí realmente no mentía en ello, respecto a mis sentimientos, siempre había sido muy buena respecto a ello, pero cuándo esa persona me había destrozado por completo todo cambió dejando atrás mi antigua "yo", por alguien totalmente rebelde, con un corazón totalmente frío, se podría decir que sí, una total desconocida, en eso me convertí.

Y sí realmente no mentía en ello, respecto a mis sentimientos, siempre había sido muy buena respecto a ello, pero cuándo esa persona me había destrozado por completo todo cambió dejando atrás mi antigua "yo", por alguien totalmente rebelde, con un...

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—¿Mira este vestido, no te parece perfecto?—Dice Aida, mientras me mostraba un vestido azul, pegado al cuerpo pero demasiado largo ¿Cómo podía tener ese vestido horroroso, en mi armario?

—Parece de monja por Dios, es una cita, no una reunión en la iglesia—Dice Deniss, para después mostrarme un vestido negro, corto pero pegado el cuerpo.—Mira este, es perfecto

—Es lindo—Digo, para después agarrar el vestido y entrar al vestidor de mi habitación, y probármelo.

—¿Ya terminaste, Kels?—Pregunta Denisse.

—¿Qué tal?—Digo, al salir del vestidor de mi habitación.

—Sabía que te iba a quedar perfecto, quédate con el vestido—Responde Denisse.

—¿En serio?

—Si Kels de todas formas, te queda mil veces mejor que yo—Responde, para después señalar la silla que estaba al frente de mi espejo.—Siéntate, allí

—Está bien ¿No me harás algo....—Digo nerviosa, a lo que Denisse se enojó.

—Deja de desconfiar de tu amiga, Por Dios—Dice, a lo cierro mis ojos y comienza a maquillarme delicadamente.

—¡Oh Dios!—Dice Denisse.—Abre los ojos, y mírate

Al abrir los ojos, me volteo y me miro al espejo, y al verme quedo en shock ¿Qué había hecho conmigo?

—¡Oh mi Dios! ¡Te amo!—Digo contenta, al ver cómo me había dejado, a lo que ella ríe.—Me siento perfecta ¡Gracias, gracias!

—¿Quieres arreglarte el cabello?—Pregunta Aida.

—Prefiero dejarlo suelto—Respondí, a lo que me solté el gancho que llevaba puesto en el cabello, y agarrar un pequeño bolso y introducir en él, cosas importantes.

—Voy a llorar, has crecido demasiado—Dice Aida, para después llorar y abrazarme.

—Siempre serás nuestra bebé—Dice Denisse, para después abrazarme.

—Chicas, mi oxígeno—Digo, a lo que me sueltan.

—Hija, acabaron de venir por ti—Dice mi madre, pero al verme queda callada.

—¿Qué tal?—Digo, mientras subía ambas cejas, a lo que ríe.

—Más perfecta que nunca—Responde, a lo que una sonrisa aparece de parte de las chicas.

—Buen trabajo, chicas—Dice mi madre a lo que Denisse y Aida chocan sus manos, con una sonrisa victoriosa, aprovecho el poco tiempo que tenía y me despido de las chicas con un beso en la mejilla, para después bajar a las escaleras.

—Estoy nerviosa—Digo.

—Todo saldrá perfecto ¿Si?—Dice a lo que asentí mi cabeza, y me despido de ella para después irme de casa.

—Buenas noches, señorita Kelsey

—Buenas noches—Digo, para ver cómo después me abrían la puerta, a lo que me siento en uno de los asientos de atrás, minutos después noto cómo iba avanzando el carro, en velocidad media.

—Hemos llegado—Dice el chofer, a lo que salí del coche, sin antes agradecerle.

—Gracias—Digo, para después ir en camino al restaurante.

—Buenas noches ¿Señorita Kelsey?—Dice una señora de unos 56 años aproximadamente.

—Sí, así es, la misma—Digo cómo respuesta.

—Puede pasar—Dice, para después caminar y hacer una breve pausa—Aquí es

—Gracias—Digo, para sentarme en uno de los asientos que estaban disponibles, mientras esperaba el camarero se hizo presente.

—¿Desea algo para ordenar, señorita?

—No, gracias—Respondo, a lo que el camarero decide irse para después quedar nuevamente sola.

El aburrimiento me invadía, a lo que miré la hora en mi teléfono y sí ya llevaba aproximadamente cómo dos horas esperándolo ¿Cómo pasó todo tan rápido? Vuelvo a dejar mi teléfono en la mesa, para colocar mis codos en la mesa a lo que mi teléfono suena, esperando dicha respuesta pero no, no obtuve eso, sino que obtuve una imagen de él besándose con otra ¿Para eso, me necesitaba? ¿Realmente merecía esto? Eran tantas preguntas a lo que lágrimas salieron rápidamente de mis mejillas, a lo que salí del restaurante corriendo sin despedirme, me sentía tan herida que no quise hablar con nadie, estaba totalmente sola caminando en la carretera, esperando a que al menos llegara un carro, pero no fue así, comenzó a llover a lo que mi vestido y mi maquillaje terminaron totalmente hecho un desastre al igual que mi corazón y mis pensamientos en ese momento.

Latina; The Beginning ➳Yuzuru Hanyu, Alex Shibutani [#1] | EN EDICIÓN, PRÓX.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora