Capítulo 2; Algo Especial.

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📍Aeropuerto Internacional De Beijing

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📍Aeropuerto Internacional De Beijing

11:33 pm.

Un día después de la inauguración de los Juegos Olímpicos Beijing 2022.

Después de tantas horas de aquel largo vuelo con escalas, habíamos llegado al aeropuerto, por lo tanto estaba cansada.

—Han sido más de 10 horas en ese avión, jamás creí que terminaríamos de llegar—Dice mi mejor amiga Aida, sosteniendo sus valijas de ruedas, deslizándola por todo el suelo.

—Esto parece una locura—Digo mientras oía a varias chicas gritar y con carteles.—Supongo que debe ser que algún deportista está por venir

—¡Deberíamos ver!—Dice Aida emocionada agarrándome del brazo para llevarme a aquella parte la cuál estaba llena de fanáticas, hasta que decide soltarme del brazo al sentir cómo gritan aún más fuerte.—Vámonos

—Que raro, se supone que a esta hora nadie tenga ganas de venir al aeropuerto—Digo mientras caminaba y al mismo tiempo agarraba mis valijas, saliendo del aeropuerto en busca de un taxi.

—La gente es extraña, querida amiga—Dice Aida colocando sus brazos sobre mi hombro, totalmente cansada.

—Necesito un taxi—Digo acercándome a uno de los trabajadores en el aeropuerto, pero al parecer este, no me comprendía.—Lo siento, no hablo chino, pero si el español y el inglés

—¿Necesitas un taxi?—Pregunta aquel hombre totalmente desconocido, en español, a lo que asentí cómo respuesta.

—Sí, por favor—Respondí, cansada.

—Ese es su carro, puede entrar—Nos avisa aquel sujeto señalando un carro de color amarillo, a lo que hice una breve reverencia para agarrar mis valijas, las cuáles fueron sujetadas por el taxista para después llevarlas por la parte de detrás y guárdalas en el baúl, así cómo con las valijas de Aida, al terminar entré al coche y observé cómo el conductor manejaba.

—¿A que hotel o sitio irán?—Pregunta el taxista estadounidense, al volante.

—Al hotel Windsor—Respondí, para después caer dormida en los brazos de mi mejor amiga.

Al llegar al hotel.

—Creí, que no te levantarías—Dice Aida graciosa mientras agarraba sus valijas.

—Gracias—Digo agarrando mis valijas, las cuáles el taxista me había entregado.—Debemos entrar antes de tiempo

Al llegar a recepción, inmediatamente pedí mis llaves.

—¿Kelsey Morgan?—Pregunta Mi Rae.

—Sí, así es—Respondí.

—Espero que disfrute su estadía—Dice Mi Rae mientras me extendía las llaves de mi habitación sin antes darme las indicaciones para llegar a mi habitación.—Por cierto, eres una afortunada, todos estaban anhelando su habitación señorita

—¿En serio?—Pregunta Aida impresionada.

—Increíble—Afirmé.—Pero podría decirnos que tiene de especial

—Si cierto

—Pronto lo sabrán y no me refiero exactamente a la habitación

[..]

—Algo tiene que tener la habitación—Dice Aida intentando abrir la puerta.

—Que raro ¿no?

—Es preciosa—Decimos Aida y yo, al unísono.

—Cierra la puerta ¡Por fin hemos llegado!—Digo, a lo que dejo mis valijas a un lado de mi cama, para después tirarme en ella.

—Tengo hambre ¿Vamos por algo de comida?—Dice Aida, y volteo para verla.

—Yo también, está bien—Digo, a lo que me levanto y agarro un gorro de lana negro para colocármelo en la cabeza.

—Estás más gótica que nunca, mujer—Dice Aida, mientras se cambiaba de ropa.

—Lo sé, bueno iré a buscar que podemos comer en el restaurante de arriba y te escribo por si algo sucede ¿Te parece?—Digo, a lo que Aida asiente su cabeza y aprovecho para dejarla sola e ir en busca de comida, al cerrar la puerta había alguien cerca de mi habitación que también se encontraba vestido completamente de negro, su silueta por detrás se me hacía demasiado familiar pero al antes voltearse preferí seguir con mi camino e ir por las escaleras, al subir al otro piso, caminé en busca de ir al restaurante pero no lo hallaba estaba totalmente perdida, a lo que caminé cómo 3 veces recorriendo el pasillo completamente corriendo, pero al cansarme agarré un poco de aire y seguí caminando hasta que me crucé con aquel sujeto que iba totalmente vestido con el mismo color que llevaba puesto en mi vestimenta, cosa que ignoré y preferí seguir con mi camino, hasta encontrar el pequeño restaurante del hotel.

"Ya estoy subiendo, espérame—Aida."

Al ver el mensaje, guardé mi teléfono en mi bolsillo, a lo que después Aida aparece corriendo.

—Ya llegué ¿Demoré mucho?—Dice exhausta, a lo que la agarré del brazo.

—No, vamos a comer, muero de hambre—Digo.

—Está bien—Dice, para después agarrar un plato y observar la variedad de comida que había.

Latina; The Beginning ➳Yuzuru Hanyu, Alex Shibutani [#1] | EN EDICIÓN, PRÓX.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora