Latina; The Beginning ➳Yuzuru Hanyu, Alex Shibutani [#1] | EN EDICIÓN, PRÓX.

Capítulo 61; Recuerdos.

—No, pero todo lo que está ocurriendo es absolutamente extraño—Respondí, mientras miraba a Yuzuru patinar junto a los chicos.

—¿Todavía sientes algo, por él?—Pregunta Aida.

—Es un gran chico, lo admiro pero nunca hemos hablado cómo tal por lo tanto, sólo cómo un ídolo—Respondí.—Me gustaría acercarme y hablar con él, pero de verdad, él siempre es tan callado conmigo

—Le gustas—Dice Aida, algo bromista.

—Deja de bromear, ni que fuese la única mujer en esta tierra—Digo seria.—Además, no estoy del todo emocionada con respecto a lo del amor ¿Sabes? Estoy aterrada

—¿Aterrada porqué estás siendo feliz? Kels debes aprovechar este momento, sé que Alex y tú siguen siendo amigos aunque él no te haya pedido noviazgo

—Porqué es muy rápido, simplemente por ello—Digo.—Además, ya nos hemos conocido poco a poco durante el día que fuimos juntos a comer por primera vez, la verdad, poco a poco me he dado cuenta del porqué Alex es totalmente diferente a los chicos que he conocido

—¿Sufrió bullying o algo así?—Pregunta Aida.

—Algo así, y peor—Respondí.

—¿Y haz vivido alguna experiencia desde pequeño realmente buena?—Pregunté, mientras tenía mi mirada fija en Alex.

—Sí, aunque fue realmente dura, cuándo comencé a patinar todo iba excelentemente bien hasta el primer día en que llegué a patinar en grandes escenarios, sufrí demasiado junto a Maia por el hecho de ser totalmente diferentes y claro anteriormente decían de que jamás íbamos a llegar a nada por el hecho de ser hermanos, al comienzo me fue realmente difícil, no pudimos soportar las críticas, y la única forma que teníamos cómo aliento era nuestros padres a distancia, pero decidimos transformar todas esas críticas cómo un motivo más, para luchar por nuestro sueño—Responde Alex, algo tenso, a lo que agarré su mano.—Por eso, soy totalmente distinto a los demás, nunca he tenido resentimiento alguno, y aún así me hayan juzgado mil veces nunca he dado la espalda a alguien

—Eres realmente fuerte, sabes yo también he pasado lo mismo, pero créeme que también decidí hacer lo mismo que tú Alex, Maia y tú son increíbles, y créeme que esas personas deben estar arrepentidas, aunque yo pasé esto y fue justamente con uno de mis amigos, y a pesar de todo, he estado allí para brindarle mi apoyo y sabes realmente eres un chico increíble, durante lo poco que te he conocido, me he dado cuenta de qué no eres igual a ese tipo de chicos materialistas, de verdad, la chica que tengas a tu lado debería ser feliz

—Estoy en shock—Dice Aida sorprendida.—¿De verdad ellos pasaron eso?

—Sí, pero a lo que quiero llegar es que de verdad, poco a poco, él se ha ido ganando mi confianza y ha llenado ese vacío—Digo.—Y es increíble, en la forma, cómo él me ha cambiado por completo

—Sí, realmente, eres totalmente diferente a la chica que eras antes, y créeme que me siento feliz de tenerte nuevamente de vuelta, de verdad jamás creí que cambiaras, extrañaba de menos verte sonreír y verte feliz, extrañaba demasiado esa felicidad que siempre llevabas y transmitías

—¿Extrañabas de menos, verme caer y reírme absolutamente sobre todo?—Digo, refiriéndome a aquellos momentos que pasábamos juntas hace más de 4 años.

—Absolutamente—Responde Aida, a lo que rodeé su brazo sobre su cuello.

—Realmente, mi vida sin ti, no tiene sentido—Digo graciosa, a lo qué Aida sonríe pero después su sonrisa se decayó por completo al ver a Shoma junto a Alina, agarrados de manos.

—¿Aida? ¿Estás así por...—Y no pude seguir, debido a que ella, me interrumpe.

—No estoy así por él, al fin del cabo nunca llegaré a su nivel, sólo mira a Alina, ella es totalmente diferente a mí, los dos aman el mismo deporte y ¡Ay debo estar confundida!—Dice Aida, para después correr e ir al baño de mujeres, a lo que la seguí.

—¿Porqué no admites que sientes algo por él?—Pregunté, mientras observaba a Aida verla por el espejo que se encontraba en frente mío.

—Porqué no sé que siento, Kels, me siento extraña, desde que lo veo, mi corazón no para de latir ¡Y no sabes cuánto odio eso!

—Te estás comenzando a enamorar, es normal

—¿Yo, enamorarme? ¡Ja que gracioso!—Dice Aida, a lo que negué mi cabeza.—¡Nunca pasará eso!

—O bueno, al menos que sufras problemas del corazón—Digo sarcástica, a lo que Aida me mira seria.

—¿Esto te parece gracioso, cierto?—Pregunta Aida, a lo que decidí sujetar su mano y sacarla del baño.

—No, no me parece gracioso, para nada querida amiga—Respondí, mientras caminaba para llevarla nuevamente a las gradas.