El reencuentro

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-Woow, yo- me examina- woow.

Yo de lo contrario no puedo ni moverme. No puedo creer que lo he vuelto a ver, que lo encontré. Tyler, te encontré.

Quiero lanzarme a sus brazos y abrazarlo con tanta fuerza, pero algo en mi dice que no es lo correcto.

-Ty... Tyler, tu estás.....

-Lo sé, aparentemente ser adulto si te cambia- ¿Eso fue ofenza o cumplido?.- no fue para ofender, es que, de verdad cambiaste mucho, digo, cambiamos.

-Ho no, los tacones son los que aumentan mi estatura, sigo siendo pequeña.

Ambos reimos y joder. Te extrañe Tyler, no tienes idea de cuanto. A pesar de los años sigues siendo el mismo, con esa hermosa sonrisa y esa sonora risa.

La melancolía se asienta en mi estómago y ruego por que me abrace, o haga algo. No me digas que me olvidaste Tyler, por favor, no cuanto te sigo amando, no cuando aún lato aceleradamente por ti.

-Y....- observa a nuestro alrededor-¿trajiste a tu hijo?.

Me observa esperando una respuesta y luego recuerdo que estamos afuera de un colegio infantil.

-No, no, no- niego repetidas veces.

-¿No?- frunce sus cejas

-Traje a mi pequeño primo a su primer día de clases, sus padres falleceron hace un par de meses y la custodia del pequeño quedo en manos de una de sus tías maternas, sin embargo ella tiene muchas ocupaciones y me pide ayuda para cuidar de Max.

-¿Quién lo pensaría?, Bree de niñera- dice en un tono burlón y lo fulmino con la mirada.

-En mi defenza, soy buena en lo que hago.

-Bueno yo cre.....

-Cariño- alguien a nuestras espaldas nos interrumpe y ambos giramos para bien de quien se trata.

Una mujer joven y muy delgada esta frente a nosotros, luciendo un vestido rojo entallado y unos altos tacones que hacen un buen contraste con su cabello rubio atado en una coleta alta, y su blanca piel.

Estoy por preguntarle a Tyler si la conoce, pero mi pregunta es resuelta cuando lo veo ir a ella para luego ofrecerle su mano y traerla acá.

-Te dije que no tardarás- reclama la rubia a Tyler.

-Lo lamento, amor- ¿amor?, ¿Tyler la llamó amor?- pero me encontre con una persona que hace mucho no veía, ven, te presentaré.

Es inevitable no sentirme mal al caer en cuenta de quien es ella. Ella es su actual pareja, ahora entiendo por que no hubo entusiasmo al verme, ni ganas de abrazarme cuando se topo conmigo. Él esta enamorado de alguien más, y ese alguien no soy yo.

Si me hubiesen advertido que cuando me volvería a topar con el amor de mi vida, sería de esta forma, me hubiese esperado más tiempo a que pasará por un lado, o detrás mío, sin compartir palabras, o miradas, simplemente sin saber que es él quien acaba de pasar por mi lado. Realmente prefiero eso a toparmelo de esta manera tan embarazosa y dolorosa.

-Tamara, ella es Bree- nos presenta- Bree, ella es Tamara.

-Es un gusto- digo con una sonrisa que no se de donde saqué, o como la forme.

-Igualmente- responde incrédula.

Pero eso no es lo que me importa, lo que me duele e interesa, es saber si ellos dos están comprometidos. Sin embargo decido tragar grueso y callar, no quiero más golpes bajos.

<<Si ya estuviste un par de años sin Tyler, que ahora no puedas hacerlo>>.

Intentó convencerme, pero por más que lo intente, no deja de doler.

-¿Bree?, ¿Bree todo en orden?- salgo de mis pensamientos para toparme con los azules ojos de Tyler observandome señudo.

-Si- respondo luego de tragar el nudo en mi garganta- recordaba que tengo unas cosas muy urgentes por hacer.

-Fue un gusto, querida- se despide llena de superioridad de mi la tal Tamara. Gracias por correrme.

-Igualmente- respondo y me dedico a observar a Tyler, a sus facciones y sus resplandecientes ojos y aquel brillo tan característico de estos. Te extrañe Tyler- fue un gusto volverte a ver Tyler.

-Si, yo....- intenta responder pero después calla- cuidate Bree.

Le doy una sonrisa fugaz y me doy la media vuelta, para seguir con mi camino.

Que manera de comenzar la mañana.
***********
Paso de empresa en empresa dejando solicitudes, pero siempre escucho lo mismo; Por el momento no necesitamos de personal.

Cansada de buscar, me paro frente a la última empresa que esta en mi lista, y rezó para que esta sea diferente.
Entro al edificio y veo lo que antes, personas en trajes, escaleras, ventanas, elevadores etc..... Lo único distinto es que este lugar no es una empresa dónde la administración de negocios sea el tema principal sino, una editorial. Y pensar que tantos años de carrera podrían terminar aquí.

Me acomodo la ropa y me acerco a la recepción.

-Hola, muy buenos días, ¿puedo ayudarte en algo?- pregunta la chica detrás del escritorio.

-Hola, mmmm, si, vengo a buscar empleo.- le entrego la solicitud y ella la observa rápidamente.

-Lo lamento señorita Danver, pero en este momento no estam- el teléfono suena y la interrumpe, observa el número y responde al instante- ¿aló?, si, si, okey, en un momento llega señor.

-¿Entonces?- muerdo mi labio nerviosa.

-Estas de suerte, la secretaría del jefe renuncio esta mañana, y estan buscando una nueva- ¿secretaría, del jefe?- te esperan en el último piso.

-Gracias- tomo mis documentos y me adentro en el elevador. No es el trabajo de mis sueños, pero por lo menos el abuelo no tendrá que mandarme más dinero para mis gastos si es que no la cago hoy.

Estoy por llegar al último piso, y aprovecho para acomodar mis prendas y cabello.

-Sólo llegas, respondes sus preguntas, y listo, ¿qué tan difícil debe ser?- la campanita del elevador suena, y salgo.

El lugar esta reluciente, todo tiene marmol, madera y cuero, luciendo tan elegante y más con sus grandes ventanales y el juego de colores fríos en los muebles.

-¿Señorita Danver?- me sobresalto y observo en dirección proveniente de mi nombre.

-Si, si- estiro mi mano y la chica sólo la examina, sin embargo no la toma haciendo que me retracte y la devuelva a su lugar.

-El señor Mitcher le espera.

-Si, ammmm, gracias- sin saber a donde ir giro a mi izquierda e inició a caminar.

-Señorita Danver.- me detengo y observo a la chica.

-¿Si?

-Es por acá- señala a la derecha y me devuelvo.

Sin más demora, me paro frente a la oficina y luego de tomar una larga respiración, abro la gran puerta y asomo mi cabeza. Me cuesta acostumbrarme a la luz que entra por los grandes ventanales, pero cuando lo logro, veo a un hombre alto y formido darme la espalda.

-Adelante- ordena y tímidamente paso.

-Buenos días señor, perdón por la demora, yo sólo....

-¿Es hermosa no?- me interrumpe.

-¿Disculpe?

-La vista, es hermosa desde aquí.

-S.... Si, si, claro- no lo contradigas Bree, solo asiente.

Se gira para observarme y Santa mierda la que me trajo. Me observa de pies a cabeza y una sonrisa ladeada se forma en sus labios

-Hola, señorita Danver......

Todo por tu amor ~||ADJ#2||~ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora