Todo por tu amor ~||ADJ#2||~ ©

El vestido

Capítulo exclusivo de todo por tu amor, disfrutenloooo :*
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—Yo creo que mejor me voy.

—No es mi intención incomodarte— me doy la media vuelta— espera, llévate el vestido.

La ignoro y sigo caminando. ¿Por qué no puedo perdonarla?, ¿por qué no puedo verla como mi madre?. Sigo caminando y llego con Charlotte.

—¿Qué mierda Bree? Estas toda palida.

—Yo... Nada, ¿ya tienen más vestidos?.

Sus ojos se iluminan y se que si. Me pruebo todos los vestidos y no, después de aquel que vi, ninguno puede gustarme ya, pero no puedo ir ahí otra vez arriesgandome a tenerla que enfrentar nuevamente.

—Por favor— bufa Charlotte en las afueras del vestidor— es la futura esposa de Tyler O'Conell, ¿no crees que merece más luz, más extravagancia?.

—Se que le gustará, daselo, por favor.

—Déjelo ahí, ya veré si se lo doy.

Me asomo y veo a una trabajadora de espaldas, a ella de espaldas. Miro a Charlotte y después al vestido que esta a su lado, es el mismo que me gusto.

—Ni lo pienses, tu mereces más que este vestido— dice la trabajadora.

—Les recuerdo que es mi boda, mi vestido, y mi elección, agradezco su ayuda, pero ninguno de los vestidos anteriores es de mi agrado, o de mi voto, así que— salgo y tomo el vestido junto con un velo y una corona de flores que aparentemente vienen con este— apreciaria que ahora me dejen escojer a mi.

Me quito el vestido que antes traía puesto y observo aquel que tanto me gusta. Temo que no me quedé bien, y que me vea en la necesidad de dejarlo.
Suelto mi cabello y me pongo el vestido, un largo velo con aplicaciones sencillas en los bordes lo acompañan, al igual que una bonita corona de flores, me pongo el velo y lo sujeto de la corona, me observo al espejo y no puedo creer que aquella frente al espejo sea yo, esto, simplemente es como lo imaginé. Las ganas de llorar llegan a mi, esto es simplemente mágico.

Salgo del vestidor y no sólo Charlotte o la trabajadora me observan atonitas, sino, también las demás novias y sus acompañantes.

Me veo al espejo en todos los ángulos que me son posibles y si, este es mi vestido.

—Bree tu... Te ves perfecta— suelta Charlotte con lágrimas en los ojos— es simplemente, a tu medida.

—Me encanta— le digo aún observandome al espejo, imaginandome en este vestido, camino al altar.

Me percato de la mirada de alguien, y por medio del espejo la noto, es ella, me esta observando con felicidad y seguridad, como si supiera que así me vería en este vestido.

<<Este es un nuevo comienzo Bree, permite que ella hablé contigo, tiene que tener una buena explicación, al fin y al cabo, es tu madre>>.

Levanto el vestido y corro hacía ella.

—Gracias— la abrazo y después de que ella procese el abrazo, me envuelve en sus brazos. Luego de unos segundos, siento su pecho subir y bajar y varios sollozos escapan de sus labios, me separo de ella y la observo limpiar sus lágrimas— ¿estás bien?.

Pregunto y ella me observa aún llorando.

—Es que, no creí que esto pasaría, que me abrazarias, y que me tocara verte en este bello vestido, a punto de ir al altar.

—Las cosas pasan por algo, creo.

—Mi pequeña, cuanto te extrañé, soñé tantas veces contigo, con tus hermanos, y en como sería el momento en el que los volvería a ver.

<<No te sigas haciendo la dura Bree, dilo, sólo te lastimas más>>

Trago mi orgullo y hablo.

—Yo.... También te extrañé mamá— la abrazo con fuerza y no puedo retener las lágrimas. Sentir el cálido abrazo de una madre, es algo tan significativo, especial. Siempre me imagine como sería tenerla entre mis brazos, sin embargo, nada se compara a la gloria que ahora siento.

—Te daré las explicaciones que necesites, y te escucharé por horas si así lo quieres.

Aciento entre lágrimas.

—Quiero escucharte mamá, ¿puedes hoy?.

Revisa su reloj de mano y me observa con una sonrisa.

—Mi turno termina en diez minutos.

—Perfecto, sirve que me quito el vestido y vamos a un café que conozco por aquí cerca.

—Ya tenemos un plan.

Me doy la medía vuelta para correr al vestidor sin embargo me retracto y la observo.

—Susi— la llamo— ¿cómo sabías que todo esto que ahora llevo puesto me encantaría?.

—Mi niña— se acerca a mi y toca mi mejilla con una cálida mirada— te crié nueve meses en mi vientre, no vi tus primeros pasos o tus primeras palabras, pero como tu madre, algo dentro de mi me hizo saber que esto te encantaría, pues cuando lo vi, tu escensia misma se reflejaba y con ello, no podía dejar de imaginarte a ti en este hermoso vestido, haciéndote lucir tan tu, tan perfecta...