Todo por tu amor ~||ADJ#2||~ ©

Boda de Charlotte

6 meses, 6 jodidos meses tardo Charlotte en preparar su boda, los mismos que Ares y Mei tardaron en aprender a gatear, bajar y subir escaleras y perderse por la casa.

-¡Tyler!- grito euforica- ¡Tyler ayúdame a encontrar a Ares!.

-¡Estoy buscando a Mei!- lo escucho gritar desde abajo.

Nerviosa y desesperada corro de un lado a otro en busca de mis dos pequeños.

Escucho unos pequeños gateos y se quien es; Ares.

Cautelosa entró al cuarto de huéspedes de la planta alta y escucho el grito emocionado de Are cuando me ve.

-Te encontré monstruo en pañales- me agachó para tomarlo y cuando estoy por levantarme con el entre mis brazos, piso mi vestido cayendo con él encima. Ares rie y finjo molestia por su burla, lo cual ocasiona que se ría más fuerte- Me las pagarás Ares O'Conell.

Salgo de la habitación para introducirme en la de los pequeños y terminar de arreglar a Ares.

-Encontré a Mei- entra Tyler con Mei riendo en su hombro. La deja en la cuna y se tira sobre la mecedora exhausto.

-Oh no cariño- lo señaló con el talco para bebés en mis manos- tu terminas a Ares y yo a Mei.

-Tuve que recorrer todos los jardines para encontrarla- protesta.

-Tu querías pequeños, ahora atiendelos.

-Pero no unos tan travies...

Una flatulencia suena y a los pocos segundos una estruendosa risa proveniente de Ares resuena por toda la habitación haciéndonos reír a todos, menos a Tyler quien lo observa aterrado.

-Buena suerte- le doy un pañal a Tyler y visto a Mei mientras río por las caras que Tyler hace al cambiar a Ares quien no se deja sólo para reírse de su papá y verle sufrir.

-Hijos tuyos tenían que ser- reclama Tyler ayudándome a bajar del auto en pleno bosque, lugar donde será la boda de Charlotte.

-Los cuales tendrás que cuidar- le entregó a ambos pequeños.- ya vuelvo, iré con Charlotte.

Estoy por dar el segundo paso cuando Tyler me toma de la cintura y me estampa contra su cuerpo. Lo observo atónita por lo bien que huele y lo guapo que se ve hoy más que otros días.

-Te ves preciosa- me planta un beso corto en los labios- ahora ve y se la madrina más jodidamente sexy y preciosa que una novia pueda tener.

Me da una nalgada mientras ríe para luego entrar a la cabaña donde está Charlotte.

-Bree, Bree- corre hacia mi Charlotte, tan deprisa que no me deja verle bien. La abrazo con fuerza y siento como se destensa cuando hago esto.

-Te ves wow- la separo de mi para examinar lo bien que se ve su cuerpo en ese vestido con horma en cola de sirena y un precioso escote en la espalda.
Su chino cabello esta agarrado en un alborotado chongo, el cual tiene una peineta con flores y joyas que le quedan muy bien.

-Te necesito tanto- traga grueso.

-Perdón, Ares y Mei son- suspiro recordando lo de hace unas horas- cosa difícil.

-Tus hijos tenías que ser- la fulmino con la mirada y se tira a reír nerviosa para luego observarme sería y preocupada- estoy muy nerviosa Bree, hay mucha gente ahí afuera.

Detengo a Charlotte antes de llegar a un colapso nervioso.

-Todo va a estar bien- inicia a calmarse- hoy es tu día, y nada puede arruinaron ¿okey?, una no se casa dos veces con el amor de su vida.

-Y ella tiene toda la razon- la madre de Charlotte hace acto de presencia, viendose hermosa en un vestido azul marino, largo.

-Así que ve- tomo su ramo y el mío, para luego entregárselo- y se la novia más linda que esa multitud verá en su vida.

Su labio inicia a temblar y mis ojos a picar. Hace años si, imaginé a Charlotte casándose con tal vez un modelo, y yo sufriendo por estar soltera, sin embargo todo cambió, y verla así, a punto de caminar al altar, no sólo me hace recordar lo rápido que pasó el tiempo, sino, lo rápido que todo pasa.

-Te quiero mucho Bree- confiesa

-Y yo a ti Charlotte- esbozó una sonrisa honesta, intentando ocultar la melancolía que siento al verla así. Sin embargo esta no es mayor que mi alegría.

-No puedo creer que hace un par de años éramos adolescentes con ingestas alcohólicas y problemas depresivos, y hoy, tu tienes una familia preciosa, y yo estoy por formar la mía.

-Son las cosas del destino- le acomodo el velo y su cabello- ni yo podía creerlo.

-Chicas, lamentó interrumpirlas- ambas observamos a la madre de Charlotte- pero ya es hora.

Asentimos y nos acomodarmos en nuestros respectivos lugares, veo como el abuelo de Charlotte la chulea antes de acomodarse para entregarla en el altar, pues su padre no pudo ni siquiera quererle, de todo lo que se perdió.

Las madrina inician a avanzar y por alguna extraña razón me siento nerviosa, todo se parece tanto a aquel día, cuando mi chico me esperaba ansioso en el altar, mientras se ponía rojo y sus ganas de llorar evidentes.

Camino hacia el altar y me topo con muchos ojos, hasta que veo los suyos quien me observa de arriba abajo con desdén, lujuria y amor.

"Me encantas"

Masculla con los labios y le sonrió colorandome.

Veo también a mi padre, mi madre y hermanos, aparentemente ambos ya con pareja.

Llegó al altar y desde ahí observo a Charlotte venir y causar intriga por lo bien que se ve.

Me observa tranquila y esbozó una sonrisa para calmarla. Dirijo mis ojos a Klay quien limpia sus lágrimas sin pena alguna. Si, Charlotte está y estará en buenas manos.

Luego de la ceremonia, felicitar a los novios y cenar, el vals se ha llegado.

Me pongo de pie para ver mejor a Charlotte cuando siento a alguien tirar de mi.

-¿A dónde vamos Tyler?- le preguntó confundida hasta que llegamos a un rincón.

-Nunca es tarde para bailar una segunda canción.

Le sonrió llena de cosquilleos en mi estómago. Si, Tyler y yo hemos tenido discusiones, y problemas, pero son situaciones que se solucionan, situaciones que nos unen más a pesar de las tonterías que decimos.
Tyler me toma de la cintura y con su mano libre toma la mía para unirlas y llevarlas a nuestro costado un tanto elevadas, pasó mi mano libre por sus hombros y así, iniciamos a bailar al son de la canción. Lo observo a los ojos y me pierdo en sus auras azules, tan brillantes y únicas. Tan resaltantes del resto.
Me roba un par de continuos besos para después dejar mis labios y observarme enamorado.

-Te amo tanto Bree, tanto que duele- musita con dulzura haciéndome temblar de la ternura- te amo tanto que podría hacer cualquier cosa para verte bien, a costa de todo.

Suelto su mano y con ambas manos rodeo su cuello, él  por su parte de toma de la cintura y me pega más a él.

-¿A pesar de todos mis corajes?- pregunto sobando su rubio y suave cabello.

-A pesar de todo- tira de la comisura de sus labios y no aguanto más las ganas de besarlo.

Me recargo en su pecho y cierro mis ojos para escuchar como su acelerado corazón bombea. Undiendome en él, en su aroma, en su respiración. En todo lo que lo conforma y me hace amarlo cada vez más.

-Te amo más grandulon, mucho más- digo a lo bajo lo suficiente para que él me escuche, y se que me ha escuchado cuando me preciona más a él, como si el miedo a alejarnos, aumentará...