Capítulo 3

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Su día libre

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Su día libre.

Rui casi no tenía días así, estaba tan inmersa en cumplir sus obligaciones que no tenía un tiempo para descansar correctamente. Tenía misiones que cumplir y eso debía de balancearlo con la escuela, Karlheinz solo había comentado que quería que tuvieran una experiencia única.

Lamentablemente pasaba más tiempo en el Makai que en el mundo humano así que las intenciones del rey se habían ido a la basura.

«Tsk lo único que quería ver era un tipo de drama escolar después de todo». Eso lo había descubierto por cierto chico que se le había confesado a ella y Kino se enteró formándole un problema, mientras ellos peleaban por ello Karlheinz miraba desde las sombras con una gran sonrisa emocionado. «Maldito».

—Hermana —los toques en la puerta la sacaron de sus recuerdos y tuvo que formar una sonrisa—, ¿puedo pasar?

—Claro.

Rui se tuvo que sentar correctamente en la cama y mientras Yui entraba no pudo evitar admirar la bonita habitación pintada en tonalidades azules.

—Que hermoso —comentó Yui dejando la bandeja cerca de Rui—. Ya que no bajaste a desayunar quise traerte algo. Son panqueques y un jugo de naranja.

—Muchas gracias, no era necesario.

—Bueno... yo.... sobre lo que dijiste ayer...

—Ohh —Rui la miró divertida para tomar un trozo de su comida—. Hablas sobre la boda, no deberías ponerte nerviosa es algo que estaba predestinado desde que llegaste, eres una "novia" después de todo.

—De sacrificio.

—Ellos no pueden matarte, es un trato que normalmente no se le da a las que vienen como un simple sacrificio.

Rui sabía de antemano que cada mujer que había pisado la mansión Sakamaki entraba como un simple alimento, la mayoría no sobrevivía, la pocas que habían tocado el corazón de los hermanos eran transformadas pero hasta el momento ninguna había sobrevivido al proceso y solo tres habían logrado escapar pero habían terminado muertas en "extrañas circunstancias".

La del clan gato solo había visto que las tres habían sido muchachas hermosas con algún futuro brillante pero lamentablemente habían terminado en el lugar equivocado.

—¡No quiero casarme!

—Es algo que no se puede evitar Yui, has conocido a todos los posibles candidatos alguien debería de haberte llamado la atención.

—Nadie —se negó la rubia al instante—, no quiero casarme con ninguno de ellos, no es que los odié simplemente..., no siento nada por nadie.

Rui se le quedó mirando.

¿Qué debía de hacer si Eva no sentía ningún sentimiento por nadie? Así no se podría escoger a Adán, aunque... ¿Eva sentía algún apego hacía Adán?

La diabólica hermana de YuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora