Capítulo 8

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Cuando vio la mansión a lo lejos más animada empezó a caminar por el bosque con una brillante sonrisa verdadera que había sido sacada por Azusa, ¡aquel chico le había agradado! Lástima que trataría de no volverse a encontrar con él

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Cuando vio la mansión a lo lejos más animada empezó a caminar por el bosque con una brillante sonrisa verdadera que había sido sacada por Azusa, ¡aquel chico le había agradado! Lástima que trataría de no volverse a encontrar con él.

Al entrar al jardín vio a su hermana que miraba una rosa con tristeza.

Rui pensaba regresar y tomar otro caminó pero en ese momento aún seguía con sus sentimientos tambaleantes así que con pena se acercó a ella para posar su mano en el hombro de Yui que enseguida se giró a verla.

—Nee~ Yui —la llamó suavemente para ver como las lágrimas comenzaban a desbordarse por aquellas orbes rosadas—, ¿qué ha ocurrido?

—Hermana Rui —su voz sonaba rota, y eso suavizó aún más el corazón de la nombrada—, ¿por qué terminamos aquí?

Rui en ese momento se perdió en sus pensamientos, no le agradaba del todo trabajar para Karlheinz y había odiado su vivencia con Seiji, la chica de cabellera rubia oscura estaba seguro que en otras condiciones Yui le habría agradado pero ese destino era el que les había tocado y ya no había forma de retroceder el reloj del tiempo para solucionar todos los problemas por los que habían pasado.

Paso sus brazos por los hombros de Yui y la apretó contra ella para apoyar su cabeza en el de la mayor.

Ambas detestaban el destino que les había tocado. Rui ser utilizada como una herramienta para beneficio del reh vampiro y Yui el ser una novia de sacrificio, sus destinos estaban pactados y lo odiaban.

Las rubias querían cambiar eso pero no podría ser sin importar cuanto sus corazones lo anhelaran.

Yui se convertiría en una reina y Rui viviría una libertad sin serlo en verdad, lo más probable sería observada por Karlheinz para toda la vida.

—Seamos libres en nuestros sueños, ¿qué dices Yui-chan?

La mencionada asintió levemente para limpiarse las lágrimas con las mangas de su suéter rosado.

Habían hecho eso una vez al tener aquel juramento de sangre, podían estar en el mismo sueño, en realidad fue Yui la que había pedido a Rui que durmieran juntas después de que no se habían visto por bastante tiempo, culpa de Seiji, la rubia menor curiosa de los sueños de la mayor quiso adentrarse y grande fue su sorpresa para encontrarse en un hermoso árbol, estaban juntas con las manos unidas y como si supieran en donde estaban se sonrieron para ver el precioso atardecer subiéndose a una de las ramas.

—Esta vez lleguemos a lo más alto del árbol, Yui.

—Tendrás que ayudarme.

—Siempre lo hago —comentó divertida  jalandola para ingresar a la gran mansión—, no te preocupes esta vez no dejaré que caigas por nada.

—Pude atrapar la rama antes de caer —se quejó al ver la sonrisa divertida de su hermana menor—, no te burles.

—No lo haré.

La diabólica hermana de YuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora