Capítulo 22

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«Cuidarme».

Aquella simple palabra se le quedó en la mente, normalmente era ella la que cuidaba de los demás. Rui debía de asegurar su propia seguridad pero siempre anteponía a los demás por encima de ella ya que ese era su trabajo.

Pocos preguntaban por su bienestar y casi nadie cuidaba de ella, que alguien quisiera cuidar de ella le traía cierta alegría.

Caminó con su maleta disfrutando aquel sentimiento pero fue detenida por Raito y se alertó al verlo tan sonriente con un brillo que le daba mala espina a la rubia.

—¿Ocurre algo, su alteza?

—Nada en particular, solo sentí un extraño olor de ti... en realidad se sienten más pero uno es muy notorio.

—No se de lo que habla.

—¿Tu amante es un Mukami?

Se mantuvo en silencio no queriendo negar el hecho ni mucho menos afirmarlo para no generarse más problemas, dio un paso al costado y siguió su caminó ignorando totalmente al chico aunque parecía querer decirle algo más lo ignoró.

Antes de poner un solo pie en la mansión aliso las arrugas de su ropa lo más que pudo y arregló su cabello.

Cambió la expresión neutral de su rostro por una radiante sonrisa, ingresó al lugar y antes de caminar directo a su habitación paso por la sala notando algo diferente ahí.

«Yui».

No pudo evitar pensar en el nombre de la rubia que estaba sentada en el sillón con las piernas cruzadas, la espalda rígida y con una ropa muy diferente a la usual, esta nueva vestimenta consistia en un vestido de falda corta que le llegaba hasta las rodillas color rojo vino con tacones bajos en color negro. «¿Qué rayos?».

Dejo su maleta aun lado para acercarse lentamente hacia la chica que giró enseguida su cabeza al notarla, se levantó y fue corriendo hacia ella a gran rapidez. De la sorpresa Rui apenas logró esquivarla pero por su baja guardia se logró un corte en la mejilla.

—Que lenta hermanita —la voz de la chica era burlona y sus ojos eran fijos como los de un halcón en su presa.

—Estas actuando extraño Yui-chan.

—Solo pensaba eliminarte para que me dejes en paz, es molesto tener a Lilith rondando por ahí. No obtaculices el plan.

—¿Qué dices?

La diabólica hermana de YuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora