追加

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Su corto cabello rubio se balanceaba con cada movimiento que hacía, sus ojos rosados seguían el brillante objeto afilado que sin dudarlo se acercaba a ella de manera peligrosa aunque con la gran agilidad que tenía era fácil esquivar el arma.

«Se me hace tarde».

Agarró con firmeza la daga entre sus manos y arremetió contra el vampiro que la entrenaba logrando hacerle un corte.

Dejo que las características de su clan salieran a la luz y se movió rápidamente a su alrededor buscando un punto débil en su maestro, una vez lo encontró sus ojos brillaron y se acercó velozmente dando un fuerte golpe en el brazo del hombre y pateo sin dudar su mano provocando que el arma de su contrincante saliera volando para finalmente dirigir su arma hacia él apuntando la punta contra el cuello del vampiro.

El hombre bajo ella sonrió y sin dudarlo aceptó la derrota.

—Supongo que esta lista para ir a misiones menores señorita Rui.

La rubia se levantó e instantáneamente ayudó al hombre pero al escuchar ese comentario lo miro fijamente.

—¿Usted cree? —preguntó insegura de si eso era cierto—. Su majestad comentó que lo mejor era extender mi entrenamiento para mejores resultados; ha puesto tanto empeño en mi que no quiero decepcionado y no quiero cometer ni un solo error.

El vampiro asintió.

—Hablaré de tus mejoras con su majestad —se sacudió su uniforme con una leve sonrisa—. Por el momento debería ir a sus clases de etiqueta.

La rubia asintió e hizo una gran reverencia signo de la diferencia de status entre su maestro y ella, una vez recibió la indicación de que podía levantar la cabeza se alejó del campo viendo a otros vampiros los cuales entrenaban para la protección del castillo pasó de largo sin mirarlos de más aunque si logro escuchar como murmuraban sobre ella.

Del favoritismo y lo importante que se volvería.

«Que predecibles».

Salió corriendo alejándose de ahí para llegar a su habitación.

Se tuvo que cambiar de ropa de la de entrenamiento a un vestido casual para las clases de etiqueta, se admiró en el espejo de cuerpo completo y esbozó una sonrisa.

Caminó tranquilamente por los pasillos, derecha y a paso firme, saludando a los sirvientes y a uno que otro noble con el cual se cruzaba en el pasillo pero no se detuvo sus pasos a conversar con nadie y contaba los minutos para llegar de una vez a la habitación en donde recibía sus clases de etiqueta.

—Por favor Kino-sama debe de ser más cuidadoso con sus palabras, esto no es el Reino de los ghoul.

—Lo que tu digas Yuri.

La diabólica hermana de YuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora