"¡Buenos días, princesa!""¡Buenos días!"
Albert se inclinó y besó la frente de Candy antes de tomar a Alex entre sus brazos.
"¿Y cómo amaneció el principito hoy?" – preguntó jovialmente.
"¡Maravillosamente! ¿No lo ves?"
Alex parecía sonreírle a Albert y estiraba sus manitas hacia la cabeza del hombre.
"¿Qué hace?"
"Creo que quiere halarte los cabellos. Siempre está enredando sus manitas en el mío" – dijo sonriendo.
"¿Me estás confundiendo con mamita?" – preguntó Albert sacudiendo su larga cabellera sobre el rostro del bebé.
Alex logró tomar un puñado de cabello en su puño y haló hacia él, un quejido escapando de los labios del rubio.
"¡Que fuerza tiene este niño!" – se quejó mientras Candy desenredaba las manos de Alex.
"Es un niño muy saludable" – sonrió ella.
"Como su padre" – al darse cuenta de sus palabras, Albert miró a Candy con gesto de culpabilidad – "Me refería a mí, princesa."
"¿A ti?"
"Podría pasar por nuestro hijo ¿no crees? Sus ojos son azules como el mío y ambos somos de tez clara."
"¿Y cómo explicaremos el cabello oscuro?"
"Más podría parecer hijo mío" – interrumpió Stear, entrando al comedor – "¿No creen?"
Albert y Candy se miraron. Inconscientemente, Stear arrugó la frente. No le agradaba para nada la familiaridad que se había desarrollado entre Candy y su tutor.
"¿Cómo estás, Candy?" – Se inclinó a besar su mejilla – "¿Te dejó dormir, Alex?"
"Dormí como una reina" – dijo tomando al bebé entre sus brazos – "se portó como un ángel."
"Te ves como tal" – dijo Stear galantemente.
"¿Tan temprano y tan meloso?"
Los tres se volvieron hacia Archibald que estaba recostado en el marco de la puerta bebiendo café.
"Buenos días, Archi. ¿Por qué no pasas y nos acompañas como el caballero que eres?" – le recriminó Stear.
"Tengo una resaca ¡tremenda!" – se quejó acercándose a ellos.
"Llegaste bastante tarde" – le dijo Albert – "¿Mucha fiesta?"
"Cuando me comprometí con Annie no tenía ni la menor idea que le gustaba tanto la vida social" – contestó depositando la taza sobre la mesa – "¿Lo sabías tú, Candy?"
"Annie ha cambiado mucho desde que te conoció, Archi" – le recriminó ella.
"¿Me estás acusando de algo, querida?" – alzó una ceja, intrigado.
El joven se inclinó junto a Candy para tomar a Alex entre sus brazos.
"Hueles a cigarro…y a whisky" – dijo ella arrugando la nariz.
"Llegué demasiado tarde como para ducharme"- contestó alzando a Alex- "Mejor será que se acostumbre. Seguro que su padre huele así" – repuso sin pensar.
"¡Archibald!" – exclamó Stear molesto.
"Lo siento pero sólo digo la verdad" – dijo devolviendo a Alex a su madre.
"Me imagino que irás a la oficina" – dijo Albert con seriedad.
"Jamás he faltado…sólo llegaré un poco más tarde."
ESTÁS LEYENDO
Corazones en juego
FanfictionEsta historia no es mia es de la autora MS Grandchester A mi en lo personal me fascino.