Sintió culpa. Podía ver las ojeras que había debajo de los ojos de Axel. Esa mañana había despertado temprano y se estaba dando el gusto de ver a su esposo durmiendo. Era guapo. Se pego un poco mas al pecho de este y volvió a dormirse.
∞
El sonido del teléfono lo despertó. Miro a Cordelia, seguía profundamente dormida. Se levanto con lentitud para evitar despertarla y salió del cuarto.
— ¿Hola? —descolgó el teléfono.
— Buenos días—saludo la voz de un hombre al otro lado—¿La residencia de la señorita Allen?
— Si—dijo—¿Quién la necesita?
— Le habla el jefe de recursos humanos de Publicité—dijo el hombre— podría pasármela, por favor.
— La señorita Allen, no se encuentra en este momento—dijo.
— Bueno—respondió—. Sería tan amable de comunicarle que consiguió el empleo.
— Claro.
— Gracias, señor—y colgaron.
Axel puso el teléfono en la base y volvió al cuarto. Cordelia estaba sentada sobre la cama y miraba por la ventana. Se acerco despacio y se sentó junto a ella.
— ¿Qué miras? —pregunto.
— Los pájaros—dijo—me gustaría ser uno.
— ¿Para sentirte libre?
— No—vio como sonreía.
— ¿Entonces?
— Viajar gratis—respondió.
— ¿Viajar gratis? —se rio.
Cordelia también se rio. Ese siempre había sido su sueño, pero nunca pensó que sonaría tan estúpido dicho en voz alta. Tal vez debería cambiar de sueño.
— Eso es único—dijo Axel.
Tú eres única, pensó.
— ¿No te molesta?
— ¿Mmm? —la miro—¿Qué?
— Que no te haya dicho que estaba buscando un empleo.
— No realmente—dijo—, es tu vida, pero espero que no te sobreesfuerces.
— Tranquilo—sonrió—, no lo hare.
— Vamos a la cocina—dijo Axel—. Te enseñare a cocinar, ya que es mi día libre.
— Gracias—sonrió—. Axel.
— ¿Dime?
— Lo siento.
— ¿Por?
— Lo que ha pasado últimamente—dijo.
— Cordelia, soy tu esposo es mi deber estar contigo en las buenas y en las malas.
Cordelia sonrió.
— Debo agradecerles a tus padres por haberte criado así.
— Si bueno—rasco su nuca—, algún día.
— Vamos—dijo—. Prometiste que me enseñarías a cocinar.
Cordelia se levanto de la cama y salió del cuarto. Axel la siguió poco después.
Media hora mas tarde la cocina era un caos y un asco.
— No voy a volver a tocar una olla jamás en mi vida—dijo Cordelia.
— Me alegra oír eso—dijo Axel quien se gano una mirada asesina por parte de Cordelia.
— Idiota.
Axel rio. Cordelia se apoyo en el y miro el desastre que era la cocina. Bufo, tendrían una linda tarde limpiándola.
∞
Axel reía ante los intentos de Cordelia de no quedarse dormida durante la película que veían en ese momento. Al final no logro hacerlo y se quedo dormida sobre su hombro. Axel sonrió. Cogió a Cordelia en brazos y la llevo a su habitación. La deposito en la cama, pero esta se despertó y lo cogió del brazo.
— Duerme conmigo—pidió
Axel asintió y se acomodo junto a esta.
— Gracias.
— No hay de que—la abrazo. Cordelia quedo dormida al instante.
Fue la primera noche desde que se había visto con sus padres que no tenía pesadillas.
∞
El sol le dio en los ojos. Abrió primero uno y sonrió al ver que Axel seguía su lado. Se pego mas al pecho de este y volvió a dormirse. Se sentía tan segura entre sus brazos.
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AMOR DE CONVIVENCIA.
RomanceEl licor recorriendo el torrente sanguíneo más un hombre apuesto e irresistible, el ambiente de un club. Trae como consecuencias muchas cosas. Advertencia: esta puede ser la típica historia de amor y por lo tanto no está excepta de clichés.