Sus manos acariciaban su vientre abultado mientras sus ojos miraban la comida que Katlyn acaba de poner frente a ella. Arrugó la nariz, negó con la cabeza y alejó el plato. La rubia alzó una ceja ante aquella acción por parte de Cordelia.
— Pensé que el periodo de las náuseas ya había pasado.
— No es eso—dijo—. Solo no tengo hambre y estaba pensado en otra cosa.
— ¿Qué cosa? —se sentó frente a la pelinegra.
— Mis sentimientos—suspiró—. ¿Crees que deba decirle a Axel que lo amo? —ladeó el rostro.
— Pues uno de los dos debe dar el primer paso—se encogió de hombros.
— ¿Qué quieres decir? —Cordelia alzó una ceja.
— Oh, nada—sonrió de lado—. Si quieres decírselo adelante, dejaré la cena para que puedan confesarse sus sentimientos
— Que amable de tu parte—dijo con sarcasmo.
— Es mi don—respondió—. Anda, ve a ponerte algo bonito para conquistar a tu esposo.
— Lo más bonito que me sirve ahora es lo que traigo puesto—bufó.
— Bueno, así está bien—le guiñó el ojo y volvió a la cocina.
∞
Cuando llegó a su casa las luces estaban leves, no había rastros de Cordelia en la sala así que se preocupo un poco. La busco primero en la habitación de ambos antes de hallarla en la cocina frente un par de velas y lo que parecía un platillo exquisito. Claro detalle de Katlyn.
— ¿Qué significa todo esto, querida?
— Ven, siéntate—pidió—. Tengo algo que decirte—le sonrió con cariño.
— Esta bien—y sin preguntar se sentó frente a su esposa—. ¿Qué quieres decirme?
Sus ojos verdes conectaron con los grises del hombre. Extendió una mano para tomar la de Axel.
— Yo—tomó aire y humedeció sus labios con su lengua—, veras...esto que quiero decirte es muy importante. Quizá no sientas lo mismo y te rías, pero quiero decirlo.
— Entonces adelante—dio un leve apretón a la mano de Cordelia—. Dilo, prometo no reírme.
Cordelia asintió ante esto. Con más confianza abrió los labios para decir lo que tenía planeado. Tragó saliva por su seca garganta.
— Te amo—soltó de golpe y con los hombros tensos esperó a que Axel dijera algo.
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AMOR DE CONVIVENCIA.
RomantizmEl licor recorriendo el torrente sanguíneo más un hombre apuesto e irresistible, el ambiente de un club. Trae como consecuencias muchas cosas. Advertencia: esta puede ser la típica historia de amor y por lo tanto no está excepta de clichés.