— Crees que deba comprarle un anillo de compromiso.
— ¿De qué mierda hablas Axel? —preguntó Alistair.
— De si debería comprarle un anillo de compromiso a Cordelia y pedir que nos casáramos de una forma más romántica.
— No. Claro que no—dijo su amigo apenas aquella idea salió de su boca—. ¿Estás loco? ¿Acaso le has dicho que la amas? No, ¿verdad?
Axel solo pudo asentir ante aquello.
— Entonces primero dile que la amas y luego ve a un psiquiatra, porque en verdad no puedes pedir matrimonio de una forma más romántica sin decir el motivo.
— Quizá tengas razón.
— Quizás, no. La tengo.
Chasqueó la lengua y fulmino a su amigo con la mirada. El rubio tenía razón, pero jamás iba admitirlo en voz alta. Debía hallar la forma de decirle a su esposa que la amaba. De todas formas, iba a conseguir el anillo de compromiso. Pero la duda de si Cordelia sentía lo mismo por él lo asalto. ¿Y si ella no lo amaba? ¿Entonces qué demonios iba a hacer con el anillo y su corazón roto? Soltó un gruñido, maldita incertidumbre.
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AMOR DE CONVIVENCIA.
RomanceEl licor recorriendo el torrente sanguíneo más un hombre apuesto e irresistible, el ambiente de un club. Trae como consecuencias muchas cosas. Advertencia: esta puede ser la típica historia de amor y por lo tanto no está excepta de clichés.