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Me saque súper de onda con lo que me dijo Nicolás y como soy toda una lista solo le di la pulsera y me eche a correr. Ya en mi casa me daba de topes por haber hecho eso. Quiero hablarle y pedirle perdón pero él me gana y me habla primero.

—¿Te enojaste? —Pregunto algo preocupado.

—Para nada, tenía... prisa.

Otro silencio. Me pongo a toser.

—Vamos a cenar. ¿Sí? Yo invito. La verdad no quise incomodarte Marion, era broma.

Pues esa broma sonó muy real, me insinuó que lo besara y obvio no lo iba a hacer. No me gusta.

—No te preocupes, en serio. Y sí, vamos a cenar para acabar de festejar tu cumple.

De repente cuando ya todo iba mejorando me llega una idea loca a la cabeza y pienso que me invito a cenar para que me declare su amor, una cita. Me entra miedo. La neta no sería su novia, creo que no me atrae.

—¿Oye nos puede acompañar una amiga? —digo. Si llevo una amiga conmigo va ser difícil que se me declare ¿no? Y más si ella no me deja sola en ningún momento.

—¿Una amiga?— Pregunta desilusionado. 

—Es que es mi mejor amiga y ahorita está pasando por algo difícil y no la puedo estar dejando sola.

—A... pues sí. Hoy te veo, a las ocho—contesto algo serio.

—Bien, gracias.

                        *  *  *

—¿Y tu amiga? —Pregunta Nicolás con la esperanza de que no pudiera venir.

—Le surgió un inconveniente, va a llegar un poco tarde.

Nicolás sonrió satisfactoriamente y me dio el brazo para caminar. Nos fuimos a sentar hasta el fondo del restaurant y pedimos solo refrescos. Charlamos y charlamos, siempre evitaba los puntos cursis.

—¿Te digo algo?

—Sí —conteste temerosa.

Aquí viene Marion, aquí viene.

—No quiero que voltees pero la chica que esta alado de nosotros me encanta.

Siento un piquete en la panza. ¿A mí que me importa? Yo pensando otras cosas...

—¿Por qué no puedo verla?

—Porque si la ves ella se va a dar cuenta y va a huir como siempre.

Antes de que pudiera decirle otra palabra apareció Majo con un vestido pegadito y un escote muy bien pronunciado. Estaba en otra fiesta y la hice venir hasta acá, es mi mejor amiga me tiene que apoyar en este tipo de situaciones. Nicolás no puede evitar verla y sonreírle. Otro piquete.

—Majo él es Nicolás. Nicolás ella es María José, mi mejor amiga.

De inmediato Nicolás me volteo a ver desconcertado. Con cara de: "¿por qué trajiste a esta? No luce nada triste". Yo lo único que hago es sonreírle.

—Hola, mucho gusto —Nicolás se paro del asiento y le dio la mano para saludarla. A Nicolás no le gusta saludar de beso y eso me gusta.

—Hola, gusto en conocerte.

Se miran y a mí se me hace una eternidad. ¿Qué les pasa?

—Oigan, estoy aquí —alce las manos para que me vieran.

Los dos se sonrieron, Nicolás le ayudo a sentarse, cosa que no hizo conmigo, y de inmediato empezaron a hablar sobre mí. ¿Qué carajo?

—Marion me ha hablado mucho de ti —mintió María José. Casi nunca le hablo de él —. Y tiene razón, estas guapísimo—otra vez mintió. ¿Que haga con mentirle? Coquetearle nada mas.

Ese comentario hace que me salga de mis casillas. Nicolás ríe de nuevo y yo me pongo tan roja que necesito que me echen un balde de agua fría.

—¿En serio? Jamás hubiera pensado que Marion dijera eso de mí.

—Yo no dije eso Majo —contesto enojada, ya harta.

—Tranquila Marion, tu amiga hizo un pequeña broma —se atrevió a decir Nicolás.

¿La está defendiendo? Majo aprovecha el momento para tomarle la mano.

—Yo digo que ya sean novios, hacen una pareja estupenda—dice Majo algo coqueta y sé que lo dijo para saber si a mí me gustaba, al ver que no reaccione ante esa petición supo que no me gustaba.

Nicolás se queda callado.

—No, no a mi no me gusta. Me cae bien solo como a amigo.

Pareció que ese comentario le hubiera afectado tanto como a mí me afecto que David se hubiera ido. Quiero corregir lo que dije pero Majo ya no me deja.

—Hacen una linda pareja, lucen encantadores —digo —. A parte no le vendría mal una novia como regalo de cumpleaños.

¿Qué carajos estoy haciendo? ¿Por qué les digo esto?

—Nooo —dice Majo con una sonrisita —. ¿Es tu cumpleaños?

—Sí —Nicolás me ve con cara de sálvame pero yo solo le sonrió.

Entonces Majo se para del asiento y jala a Nicolás. Otro piquete. No me agrada que lo toque.

—¿Qué haces Majo? ¿A dónde lo llevas?

—A una fiesta, por su cumpleaños, hay que festejarlo ¿no?

—Ya lo está festejando —digo.

—Esto es aburrido, mejor hay que ir a una fiesta.

Esta vez siento mil piquetes en la panza, no, diez mil piquetes pero de coraje.

—Pues yo me quedo. A parte a Nicolás no le gustan las fiestas ¿verdad? —Me dirijo a él.

Majo lo voltea a ver. Él se queda callado. ¿Por qué no dice que se quiere quedar aquí conmigo? ¿Por qué me está fulminando con la mirada? ¿Por qué se ve enojado?

—Vamos — dijo Nicolás mientras tomaba su saco y la mano de Majo. Me quedo boca abierta. ¿Qué le sucede?

La vista se me nubla y termino pidiendo la cuenta. Cuando por fin se fueron me quedo pensando en porque hizo eso ¿para darme celos? Pues lo logro y según a mi no me gusta.

Antes de salir del restaurant volteo al supuesto lugar donde se encontraba la chica que según a Nicolás le encantaba. ¿Lo que vi? Me vi a mí. Había un espejo enorme que me reflejaba solo a mí. Soy una estúpida. Dios ¿que acabo de cometer? Hice que mi mejor amiga saliera con el chico más encantador del mundo cuando yo tenía la posibilidad de salir con él. Me quiero pegar un tiro o meterme a mis cobijas y no salir de ahí durante una semana. La chica que le encantaba era yo, yo soy la del espejo. Solo yo.

Llegando a casa me subo rápido a mi cuarto y cuando entro me topo con Valentina acostada en mi cama, parece que está en el quinto sueño así que decido dejarla dormir en paz. Esta última semana ha tenido muchas pesadillas lo cual ocasiona que siempre se pase a mi cama llorando. La verdad es que no me atrevo a preguntarle sus pesadillas.

Suena mi celular, tengo cero ganas de contestar y más si es Nicolás. Por alguna razón me siento traicionada. Me puse la pijama, me metí a las cobijas y me termine durmiendo hasta las tres de la madrugada cuando Majo por fin me contesto el mensaje: "Güey es la primera vez que me gusta alguien de esta manera, creo que esta vez si me voy a enamorar. Oye no hay problema ¿verdad?"

 Idiota, no se puede enamorar tan rápido o ¿sí? Tengo coraje y tristeza, tengo temor a que pase algo entre ellos dos.  ¿Qué hago? Le contesto el mensaje diciéndole que no hay problema que lo más seguro es que a Nicolás también le haya gustado.

La teoría de MarionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora