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—¡Tú no decides mi futuro!—Le grite a papá.

—Y tú no tienes por qué gritarle de esa manera a tu padre, Marion—interrumpió mi mamá.

—¡Ustedes me estas prohibiendo estar con David! ¡Es como si yo les prohibiera que estuvieran juntos!—Dije tratando de defenderme a capa y espada—. ¡No le hagan nada! —grite desesperada y con un llanto que no paraba— ¡por favor!

—No pienso discutir contigo Marion. Yo se lo advertí y aun así lo encontré en tu habitación. No me quiero ni imaginar que acto iban a cometer—dijo mi papá con amargura. No se atrevía mirarme a los ojos, parecía que me tenía asco al saber que iba a cometer algo con David.

Mis padres llegaron en el momento menos indicado, justo cuando David y yo estábamos en mi habitación, juntos.

—¡Pero no es justo! ¡No se merece esto!

—Merece esto y más.

—No lo demandes, por favor—suplique entre llanto.

—Ya lo hice Marion, no tiene caso que vengas y me estés rogando—dijo con dureza mientras tomaba su copa.

Nos encontrábamos en la sala. Mi mamá estaba tan nerviosa que estaba hasta el rincón agarrando su collar de perlas falsas, Lucas y Valentina se mantenían callados mientras mi padre y yo discutíamos sobre el futuro de un hombre que no hizo nada más que demostrarme su amor.

—Por favor, no lo hagas, no lo metas a la cárcel.

—Seducir a una menor de edad, aunque sea bajo consentimiento, es un delito, y grave y él sabía que podía parar a la cárcel pero no nos hizo caso. Le di una oportunidad de alejarse de ti pero no la tomo. Así que si no quieres que le vaya peor es mejor que te retires a tu cuarto.

Y de repente todo paso a silencio. Mi padre me ignoraba, jamás lo vi tan enojado y creo que tampoco mi mamá porque ella hasta palida estaba de la cara.

—Te odio—solte de golpe. De pronto le cambio su cara igual que a la de mamá. Amargura y dureza se reflejaba en aquel rostro viejo y desgastado—. Los odio.

Subí las escaleras y azote la puerta de mi cuarto mientras me echaba a correr a mi cama.

 

2 meses después...

—Te extraño.

—¿Tu papá sabe que estas aquí? ¿Cómo lograste entrar?

—Tratare de sacarte de aquí—ignore sus preguntas.

David trato de sonreír pero no puedo. Pareció como si le costara mucho trabajo decir las siguientes palabras:

—Es mejor olvidarlo.

Se levanto de la silla y mientras se iba empecé a gritar su nombre pero él me ignoraba por completo. 

—¡David!— grite mil y un vez hasta que ya no me salía nada.

Cuando lo vi alejarse pareció que mi felicidad se la llevaba. No tiene porque hacerme esto, no tiene porque rendirse tan pronto o ¿sí? ¿Acaso no me quiere lo suficiente? 

Por mi culpa esta encerrado y por mi culpa ahora se quiere alejar de mí. Me siento tan culpable que ya no sé qué hacer, no sirve de nada llorar, ya todo está hecho. Odio a mis padres, odio todo esto. Aun no me hago a la idea de que David este tras las rejas por mi culpa. Si tan solo no lo hubiera besado sin tan solo lo hubiera alejado no estuviera aquí.

 Continuara...

Bueno pues aqui acabo la primera parte, pronto subire la segunda parte aqui mismo :D

GRACIAS, saludos :*

La teoría de MarionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora