Capítulo 8

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GUN

Me separe de él, Abadie se había quedado dormido.

Cepille mi cabello, me mire en el espejo y sentí pena, la marca mas visible era mi labio partido, no me reconocía, nadie me había golpeado, y ahora....

No importaba ya, había cumplido con mi trabajo.

- Abadie, despierta - Abadie brinco de su sueño y la vio, su mirada volvió a cambiar - sigue mirandome con lastima y te pateo las pelotas, ¿te cambiarás? - asintió con la cabeza, se levanto con lentitud, camino a su casillero, se desvistió, y tiro a la basura su uniforme, una vez con un pantalón gris y una sudadera se giro a verme.

- bien, vamos a dormir -

Abadie volvio a abrir su casillero y saco una sudadera.

- te cagaras del frío solo con eso - me puso la sudadera y aprovechó que levante un poco mis brazos, me cargo abrazándome. - Aunque me odies por repetirlo, perdoname Gun - retenía las lágrimas, no quería hacerlo sentir peor.

- Ya callate Abadie - lo abrace más fuerte me bajo y caminaron a los dormitorios, me detuve abruptamente.

- ¿que sucede? -

- No tengo habitación - recordé lo que hizo Olek en la noche. - Dormiré en la enfermería -

- ¿que?, no, ya veremos como nos acomodamos, vamos -

- No, mañana los veo en la reunión -

Después de cada misión se juntaban para recapitular y dar a conocer la información para así dar los siguientes golpes. Di la vuelta y camine despacio, sin prisa, necesitaba despejar mi mente.

Llegue y fui directo a un cuarto que tienen cuando alguno tiene ataques de ira, uno que nunca le funcionó a Olek.

Me encerré y grite, di puñetazos a las paredes acolchonadas, las rasguñé, les lloré, hasta que no pude más.

Recargue el cuerpo en la pared, resbalando de a poco, acabe sentada, mirando a la nada.

Pude defenderme, sabia como, pero no tenia la orden, no podía ser descubierta y cuando lo intente él se volvió de piedra.

¿Que tanto le estaba entregando de mi a la base?

.

Abadie no dijo nada en cuanto llego a su cuarto vio la recamara vacia, Olek no regresó a la habitación que compartian, debe estar como rehén del resto.

Tiro la ropa, se aventó en su cama y comenzó a gritar en la almohada y golpearla. Era una basura, tantos años entrenando para fallar. Fallarle a alguien que te quiere y que confía en ti.

- No puedo ver a nadie, no estoy listo -

Miro su ventana y vio los rayos, con la imagen de una tormenta eléctrica avecinándose se quedo dormido, recordando sus errores.

GUN.

Una luz me despertó, el bendito sol, me quede ahí sentada hasta que lo vi salir por completo.

Supe que cometí un error cuando me levante y me dolía el cuello mientras que mi espalda tronaba.

Al abrir la puerta a unos pasos estaba Abadie mirando lo que yo hace algunos minutos. Me miro y asintió, le respondí el mismo gesto, pero no hablamos, no queríamos ir a aquella junta.

Caminamos juntos a la sala, donde tendríamos que decir todo.

Abadie tomó la perilla de la puerta, pero no la abrió, dudaba de todo, también yo, coloque mi mano sobre la de él y le sonreí

FAKE GODSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora