Cal vestía un traje negro con plumas en los hombros parecidas a las de mi vestido.
Erik y los gemelos nos esperaban al pie de las escaleras vestidos con trajes de color rojo, azul marino y verde zafiro.
- Es la única que puede romper con una costumbre, te odiara Gundelina - Erik me miraba.
- ¿Que? -
- A toda chica en el colegio se le prohibío entrar y/o acudir con un vestido con transparencias, o negro desde hace décadas. -
- Tu rompes las dos normas hoy - los cuatro chicos sonreían.
Al entrar todos se quedaron callados. Caleb y yo éramos los únicos que vestiamos esos dos colores, algunos inclinaron la cabeza mientras avanzábamos.
Recta con la mirada en alto, repetía a cada paso. La mano de Caleb apretaba la mía dándome seguridad a cada paso, porque los adolescentes me importaban más que ejecutivos o militares con rangos de niveles bastante altos.
Quedamos de frente, Caleb me guía en el baile, su brazo sujetando mi cintura me tranquiliza, me tranquiliza la armonía de piano, me hace olvidar normas, órdenes, me da vueltas haciendo lucir el vestido, me divierte, me siento pequeña, sonrió un poco pero escondo la sonrisa en su hombro, Caleb cierra su brazo en mi cintura acercándonos más, inclina su rostro para estar a mi altura.
Sus labios son suaves y carnosos, mi mano sobre su pecho siente su pulso acelerado.
Cariño, nerviosismo, placer, puedo intentar pensar lo que él, espero atinar alguna.
Escucho murmullos indescriptibles para mis oidos, quisiera decir que siento algo lindo por el beso, pero no hay sensación de nada más que carne contra mis labios.
Todos bailan, ríen y platican, sus rostros están llenos de vida, alegría, las chicas van con hermosos maquillajes, tan espectaculares que quedó maravillada, al igual algunos chicos llevan delineados y porpurina, a algunos les resaltan sus facciones haciéndolos ver como obras de mármol perfectamente esculpidas.
Cerbero viste un traje de terciopelo azul marino, lleva delineador en los ojos, en las orejas lleva expansiones negras, sus cabellos castaños los lleva peinados hacia arriba como una "flama", Dona lleva una peluca de un rubio plateado con un vestido blanco, luce hermosa, su maquillaje es sencillo pero es lo que la hace resaltar de las demás.
Caleb habla con los chicos, estrecha manos y promete volver tan pronto y acabe "los tratos", estoy parada detrás de él, sonriendo a quien se enfoque en mi debes en cuando. No cambió mucho mi ambiente a decir verdad.
- Dentro de veinte minutos parten - enfoca su mirada en todo el lugar.
- ¿Puedo platicar con alguien antes? -
-Puedes incendiar el colegio y nada pasara - Jackson me incita a caminar, asiento alegre, me dirijo a lado de Dona.
Tomo su mano y la alejo de Cerbero, la conduzco al salón más cercano.
- No se que paso pero perdón, se que soy una tonta... estas hermosa -
-¿Eres lesbiana?, ¡ya se! , te enamore con mi hermosura - entrecierra los ojos.
- Eres la única que me trata normal, no como una asesina, no como la novia de Caleb -
- No me has dado motivos para tratarte de otra forma, eres joven, puedes cometer cientos de errores, algo que muchos no comprenden - señala la puerta, se que se refiere a Cerbero. - Además necesito una amiga que me cocine ñoquis. -
La abrazo. - Gracias -
- Le deberías de dar a él un abrazo -
- No - rompería en llanto - se que en el fondo sabe que lo quiero sin importar cualquier cosa, no dejes que haga idioteces -
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FAKE GODS
Teen Fiction- ¿Me pueden quitar más de lo que yo ya he dado? - - Eran mis flores favoritas, ahora les tengo miedo - - ¿Nos hará lo mismo que a su prometida? - Se me acabaron los planes, todo a avanzado y yo sigo estática entre las cosas blancas que devoran a...