Camine por toda la base, cuando me aburrí volví a las habitaciones.
Ruido y risas se escuchaban. Cerbero estaba con varios jóvenes entre libretas y lapiceros.
Cuando uno de aquellos chicos me vio, uno a uno quedaron en silencio.
- Hola.. - Cerbero no sabia como disimular.
- ¿Podemos hablar? - asintió y se levanto, espero a que llegara a su lado para meternos a su habitación que compartía con Craig.
Una vez dentro hice gestos obvios para una explicación. Nadie (ademas de un guardia) había entrado a nuestra casa.
- James me dio tu misión, lo de Brasil, la cena. Era demasiado para ti. Quise ayudar -
- Cinco personas en nuestra sala -
- Muy amables y amistosas por cierto -
- ¿Que les dijiste?... sobre todo -
- Más o menos la verdad - me sonrió y tomo mis manos. lo mire severamente - mis padres trabajan aquí y por ende tengo que vivir aquí junto con más chicos en la misma situación, soy un chico problema y en escuelas privadas ya no me aceptan. Y que estoy trabajando medio tiempo para ayudar a mis padres, lo cual despertó interés en más de uno. -
- imbécil - me solté y cruce mis brazos en el pecho.
- Hablando de imbéciles, ¿sabes que tenia Zotico esta mañana? - negué con la cabeza. - Llegó corriendo con algo en sus manos -
- lo averiguare - suponía que tenía que ver algo de lo que dijo Icaro y Zotico esta mañana.
- Deberías cambiarte, intimida un poco - antes de poder tomar el pomo de la puerta Cerbero susurro - ¿En que clase de junta estuviste? -
- Una donde sere un florero por un largo tiempo - salí de la habitación para ir a encerrarme en otra. Cinco pares de ojos me miraban.
- ¿Quien es la diplomática? -
- Mi nombre es Gun - gire para mirar a la chica con la cabeza rapada y de color rosa. Asintió con la cabeza a modo de saludo.
- Adonai, puedes decirme Dóna - sonreí y me adentre a la habitación.
Además de Dóna, un par de ojos me veían con intriga, el chico que salve en el callejón estaba ahora en mi sala
Genial.
Cambie el mono por un pantalón de mezclilla, una blusa de mangas larga y cuello alto, y unos botines negros. Amarre mi cabello en una coleta.
Al salir sucedió lo mismo, todos se quedaron en silencio.
Me senté a un lado de Cerbero.- Ella no es como los demás tranquilos - todos asintieron
- ¿Como los demás? - mire a Cerbero.
- Unos chicos los atacaron al llegar, Abadie se encargará - asentí. No sabía que les habían dicho o hecho, pero les afecto, se veían tristes.
- ¿Tienen hambre? Se cocinar ñoquis u otra cosa que se les antoje - todos se miraron, ninguno dijo nada - ¿Qué? -
- Ñoquis estaría bien Gun - asentí y me retiré.
ESTÁS LEYENDO
FAKE GODS
Ficção Adolescente- ¿Me pueden quitar más de lo que yo ya he dado? - - Eran mis flores favoritas, ahora les tengo miedo - - ¿Nos hará lo mismo que a su prometida? - Se me acabaron los planes, todo a avanzado y yo sigo estática entre las cosas blancas que devoran a...