El Ninja Del Libro Pervertido | [ T E M P. 2 ]

28.- Adiós.

"No puedo sentir el chakra de Kakashi"... Esas palabras me atormentaban. Comencé a llorar desconsoladamente, y a gritar de una manera tan despavorida que todos me miraban con preocupación.

En ese momento pareciera que dejé de escuchar lo que los demás decían y comencé a sentir nuevamente la misma sensación que cuando usé el chakra del bijuu. No oía nada, sólo miraba sus caras de terror y preocupación. Lo siguiente pasó tan rápido que, lo único que recuerdo es a ver visto a Yamato-san antes de defallecer.

Me encuentro al fondo de un tunel que lleva hacía una luz blanca muy intensa, tan intensa que hasta lastima los ojos. Decidí caminar hasta aquella luz y al cruzar, hallé un enorme campo de flores hermosas; habían flores de todos los tipos y colores, desde las más sencillas hasta las más llamativas.

En ese momento comencé a sentir demasiada paz y tranquilidad, como si ninguno de mis problemas existieran. Me encontraba yo sola en aquel lugar o al menos eso creía porqur no miraba a nadie a mi alrededor.

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Me recosté sobre las flores que están frente a un gran árbol y sentí la presencia de alguien a un costado. Giré lentamente la cabeza y ahí se hallaba  encontraba Kakashi-kun sentado, recargándose en el tronco de aquél árbol.

—¿Te sientes feliz? -preguntó y yo asentí con confusión —Bueno, pues quiero que de hoy en adelante, tus días estén llenos de éste sentimiento de felicidad. No llores por mi porque estaré muy bien... -interrumpi.

—¡Eres un egoísta! -exclamé y le di un golpecito en en pecho —Tú no me dirás como debo de sentirme, ¿crees que será facil? Pues no, no será nada fácil. Yo quería compartir mi vida contigo y ya no se podrá. Es fácil decirlo pero esto sólo es un sueño y cuando despierte me encontraré con mi maldita realidad... ¿POR QUÉ ME DEJASTE SOLA? -comencé a llorar más fuerte.

—No estás sola Naoto. Tienes a tu familia, a tus amigos, a tus compañeros... -interrumpí nuevamente.

—¿De qué me sirve eso si ya no estarás tú? -reclame.

—Enserio siento mucho causarte este dolor. Pero no puedo hacer más. Siempre te voy a amar y serás mi prioridad, a donde sea que valla, siempre estaré cuidando de ti -se acercó para abrazarme tiernamente y darme un último beso — Adiós -dijo al separar sus labios de los mios
...

Desperté a la tarde siguiente, sintiéndome más cansada que ayer y con un dolor tremendo de espalda. Luego de unos segundos, me percaté de que estoy amarrada a una cama de los brazos, torso y piernas; ni siquiera hice el intento de safarme porque no tengo fuerzas y estoy tan cansada que respiro con dificultad.

—¡Naoto-sensei, ya despertó! ¿cómo se siente? -preguntó Sakura-chan al entrar a aquella oscura habitación.

—Me siento muy cansada y deprimida -respondí.

—Sensei... No se sienta mal, tiene el apoyo de todos -dijo tratando de animarme.

—Yo lo sé, y se los agradezco. Pero este dolor es insoportable -dije refiriéndome mi perdida.