El Ninja Del Libro Pervertido | [ T E M P. 2 ]

2. Sentimientos.

Una vez hecho eso, el sensei comenzó a desvanecerse. A hora comprendo que lo que necesitaba para poder descansar en paz era obtener una muestra de cariño de la persona que ama, y como no rechace el beso, eso le fue más que suficiente.

No pude preguntar que puedo hacer para no quedarme toda una eternidad en este lugar, lo único que él me pudo decir antes de desaparecer fue: "No te preocupes, tú lugar no está aquí...". Lo cual no comprendí ¿a qué se refiere con que mi lugar no está aquí? ¿no se supone que aquí es a donde vienen las personas que mueren y dejaron algo pendiente por hacer?

Me percaté que el collar que le había puesto a él, se encontraba tirado frente a mí. Lo levanté y de pronto escuché su voz decir que se lo diera a una persona muy especial para mí y la primer imagen que me llegó a la cabeza fue Kakashi. Pero, ¿cómo haré eso sí estoy aquí y no sé cómo salir?... Guardé ambos collares, me senté en el pasto y recargue mi cuerpo sobre un gran tronco. De la nada me comenzó a dar demasiado sueño siento los párpados muy pesados, creo que en cualquier momento me quedaré dormida. No me quiero dormir ya que no sé que pasará si lo hago pero es algo completamente involuntario.

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El inmenso dolor de mi cuerpo volvió de la nada. Es tan grande que ni siquiera puedo moverme y tampoco tengo fuerzas como para pedir ayuda.

Luego de unos segundos, me di cuenta que ya no estaba en aquel hermoso lugar donde me encontré con Shibata-sensei... Me hallaba nuevamente en la aldea. Es tan frustrante no poder moverme ni pedir ayuda, creo que ahora sí me voy a morir.

Sin previo aviso, alguien me levantó de dónde estaba y me llevó cargando en sus brazos al estilo princesa. No miré quién había sido mi héroe, pero estoy casi segura de que es Kakashi-kun.

—¿Cómo te sientes? -preguntó aquella voz.

—¡Oh! Eres tú... -dije al reconocer la voz de mi primo.

—Lo dices como si no te diera gusto verme -dijo algo indignado.

—No me malinterpretes, claro que me alegra verte y saber que estás bien. Sólo que pensé que eras alguien más -confese.

—No te preocupes, enseguida te llevaré con él -al parecer captó de quien hablo.

—Arigato Haisen-kun -agradecí sinceramente.

Haisen-kun me llevó con Tsunade-sama para que me atendiera. Aunque la verdad yo lo que quiero es ver a Kakashi-kun, no pido más.

—Alguien te quiere ver -dijo ... Entrando con Kakashi-kun, a quien ayudaba a caminar.

—¡Te dije que guardaras reposo! -exclamó Tsunade-sama.

—Lo siento, tenía que venir -apenas y pudo decir.

Mi corazón se alegró al verlo y escucharlo, realmente sentía como una pequeña explosión en el corazón y diversos sentimientos inundando mi ser. Quería levantarme y correr a abrazarlo, pero no podía ni moverme.

Kakashi-kun se acercó a paso lento. Una vez que llegó hasta donde yo, Tsunade-sama y Haisen-kun nos dejaron sólos.

—Estaba ralmente preocupado por ti... -musitó.

—Igual yo... Cuando supe que habías muerto sentí que el mundo se me venía encima -una lágrima corrió por mi mejilla.

—Pero gracias a Tsunade-sama estoy con vida y pude volver a verte -dijo.

—Estaré eternamente agradecida con la Hokage -sonreí.

—Por cierto, antes de que lo olvidé, toma esto... -dije y le entregué uno de los collares que me dio mi sensei.

—Es muy tan bonito como tú -hizo que me sonrojara.

—Que cosas dices -dije apenada.

—Te lo pondría, pero no me puedo ni mover -reí por la frustración de ni siquiera poder ponerle el collar.

—Ya habrá tiempo para que hagamos eso -guardó el collar en su bolsa.

—Lo importante ahora es que ambos estemos completamente bien -dijo.

Perdón por hacer tan corto el capítulo, pero comencé a trabajar y no me da tiempo de escribir. Aún así prometo darme un chance para ir escribiendo y poder actualizar más seguido.