Sálvame {n.h} [en edición]

3: Soledad.

Abie

Llegué a casa, como siempre mi madre no estaba, siempre sola; caminé hasta mi cuarto, tiré mi mochila, fui hasta la cocina y calenté una pizza que había dejado ayer en la noche.

Recordé todo lo que ha pasado hasta ahora, nunca en la vida había hablado con alguien sobre todo con un chico, con la única persona que había hablado antes que él era con Savanna para insultarnos, desde que entre a esa escuela ha tenido odio hacia mí y no sé cuál es el motivo; volviendo al tema con Niall, fue tan rápido hablar con él, y que tenga tacto conmigo sobre todo eso y le dejé, hasta fuimos caminando, eso es algo raro de mi parte, pero es un chico lindo y creo que con buena intenciones pero no voy a confiar, pueda que sea esos que solo juegan con las chicas; se estarán preguntando por qué deje que Savanna vaya con Niall, pues es que si dejaba que Niall se quedara conmigo ella iba a hablar mierda sobre mí después, y no quería que Niall se llevara una mala impresión, no soy como la gente dice, he sufrido tanto, ellos lo saben y muchos se burlaron de eso. Mi única solución o escapatoria es tener dolor físico que sentimental, es tan horrible estar sola, sin mi familia, mi madre casi nunca está, siempre la veo los viernes con un nuevo amigo, y mi padre falleció, él me quería tanto, y yo a él, a veces pienso que a él no le gusta que me corte pero es la única solución a mi soledad; no tengo hermanos ni hermanas, como lo dije estoy sola.

Niall

Toda la tarde con Savanna hablando de maquillaje, entrenamiento de porristas y esas cosas, lo malo que no me llevo directo a mi casa, me llevo a almorzar y fue el peor almuerzo del mundo. Hasta ahora no podía descifrar porque Abie dejó que vaya con ella, fue una tortura, ella es tan diferente no es como esas chicas que usa tacones altos, minifaldas, mucho maquillaje, es solo ella, con sus zapatillas, jean, polo, y su hermosa sonrisa; capaz fui muy atrevido en hablarle así y agarrarle del brazo por eso dejo que me vaya con Savanna, mañana me disculpare con ella.

Estaba en mi cuarto, me había traído una torta de la congeladora, tenía un poco hambre, me acomodó en las sábanas para ver un poco de televisión, de pronto tocaron la puerta.

-Pase-dije probando la torta, deliciosa.

-Cariño, veo que estas despierto y comiendo-dijo mi madre-te iba a preguntar si querías cenar pero creo que no es necesario-sonrió.

-Lo siento madre no aguantaba el hambre-alcé los hombros un poco avergonzado.

-No te preocupes-me sonrió-tu amiga Natalie, llamó en la mañana.

-¿Qué paso? ¿Está mal?-me alarmé, la extrañaba demasiado, es como una hermana para mí.

-No hijo nada de eso-negó con la cabeza-dijo que iba a venir a Londres ya que ella no va a la escuela quería venir a visitarte.

-¿Enserio?-dije sorprendido, mi mamá asintió-¡Genial! La llamaré más tarde, para coordinar.

-Está bien-me miró-quiero que dejes el plato en la cocina cuando termines-me señaló con el dedo-después tu cuarto es una cochinada.

Reí divertido.

-Está bien mamá, te quiero.

-Yo también hijo-cerró la puerta.

Después de unas cuantas series de comedia, ya había terminado de comer, lo bueno que no había tarea, ya eran las ocho de la noche y era muy temprano para dormir, decidí salir. No había nadie en la sala, seguro mis padres ya estaban en su cuarto, fui a la cocina y dejé el plato, como dijo mi mamá, pero lo lavé, quería ahorrarlo un poco de tiempo. Salí de la casa, estaba caminando por la calles, recordando por donde volver para no perderme, en eso la puerta de una casa se abre, y me deja ver a una chica con las manos dentro del bolsillo de su casaca tiritando de frio, era ella, sonreí porque ya sabía su casa, era Abie.