4: Comunicación.

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Abie

Estaba saliendo de casa, para comprar algo para cenar, ya que no había nada en la casa, de nuevo mi mamá no estaba, cuando escuché que alguien me llamaba.

-¡Abie!-giré asustada, fruncí el ceño cuando vi de quien se trataba, era Niall.

-Hola rubio-dije lo más cortés que pude.

-¿A dónde vas?-se acercó a mí.

-A comprar ¿qué haces acá en este frío?-enserio hacía mucho frío.

-Quería conocer un poco, pero como tú estás acá, creo que me puedes hacer conocer mejor-sonrió.

-Creo que es mala idea-negué rápidamente.

-¿Por qué?-dijo confuso.

Sus gestos eran muy tiernos, basta Abie.

-Hace mucho frío, yo sólo quería ir a comprar, puede ser otro día-¿Qué acabo de decir? Se supone que no debo estar con él, tenía muchas ganas de bofetearme por tonta.

-Está bien-sonrió-¿qué vas a comprar?

-Ni idea-alcé los hombros-quería algo que se me antoje en este momento, y se me antoja unas ricas donas con chocolate caliente-el rio.

Qué lindo, Abie cállate.

-Te invito-metió las manos a sus bolsillos, su expresión cambió -diablos no traje dinero.

-¡Genial!-el frunció el ceño-no iba a dejar que pagues.

-Bueno como digas-dijo burlón.

Estábamos caminando y llegamos a una cafetería, hice mi fila, vi el lugar y había algunos chicos del colegio, eran nuevos y eso era bueno, aunque creo que Savanna ya se encargó de decir "como soy", porque me miran un poco raro, pero Niall no lo nota. Compré lo que tenía que comprar, salimos del lugar para regresar a nuestras casas, y Niall dijo algo que no quería escuchar.

-¿Por qué dejaste que me vaya con Savanna?

-Necesitabas socializar, no todo el día vas a estar conmigo-dije obvia.

-Pues tu intento de socializar no fue buena, fue el peor almuerzo que he tenido en mi vida-giré la cabeza y reí sin que se diera cuenta.

-¿Por qué?-dije intrigada.

-Me hablaba de estupideces, maquillaje, porristas y esas cosas-quería explotar de la risa, ya me lo imaginaba.

-Fue terrible, te quería pedir disculpas-yo lo miré confusa-es que fui muy aventado, en agarrarte del brazo y jalarte, lo siento.

Sentí un cosquilleo en todo el cuerpo, nadie me había pedido disculpas en mi vida, y que él lo haga por algo que no tiene mucha importancia me sorprendió y se sentía lindo.

-No te preocupes, pensaste que era ciega-el rio y yo sonreí, después de una caminata un poco incomoda ya estábamos llegando a mi casa-bueno es hora de despedirse, como sabrás ya estamos en mi casa-señale la puerta de esta.

-Oh si claro, chau cuídate-se acercó a mí y me alarmé-nos vemos mañana-me dio un beso en la mejilla y siguió caminando, lo vi desaparecer cuando dobló una esquina.

Me quedé inmóvil, como estúpida me toqué mi mejilla. ¿Qué me está pasando?

Niall está haciendo cosas que nadie había hecho conmigo, sacudí la cabeza para quitar esos pensamientos.

Entré a mi casa, preparé chocolate y me comí las donas, vi un poco de televisión.

Me di cuenta que eran las 9 y mi mama todavía no llegaba, ¿Qué estará haciendo? ¿Dónde estará? seguro con algún hombre, necesitaba estar con alguien y ese era mi padre. Preferí no recordar eso, porque lo siguiente que seguía era llorar y después agarrar una navaja para cortarme, no quería hacerlo. Decidí ir a dormir, ojalá que mañana sea un buen día, creo que sí, estaré con Niall, lo bueno que Savanna no le lavó el cerebro diciéndole cosas sobre mí, él era mi única compañía por así decirlo, creo que este año será algo diferente.

Me acomode en la cama, rápidamente sentí mis párpados pesados.

Sálvame {n.h}  [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora